Seis nuevos seminaristas se estrenan en el curso 2019-2020
El Seminario Conciliar de Barcelona inaugura el curso académico como «ejemplo de Iglesia universal»
El Seminario Conciliar de Barcelona ha iniciado oficialmente el nuevo curso 2019-2020. Este año, además de un nuevo formador, Mn. Jordi Domènech, entran 6 nuevos seminaristas. Tal y como han expresado los obispos durante el acto inaugural, los nuevos fichajes son «un ejemplo de la pluralidad que debe ser la Iglesia de hoy».
El encuentro de inicio de curso ha contado con la presencia de los seminaristas, de los formadores y del rector Mn. Felip-Juli Rodríguez. Presidiendo el encuentro, destacaban el arzobispo de Barcelona el cardenal Juan José Omella, y el obispo de la diócesis de Sant Feliu de Llobregat, Mons. Agustí Cortés. También, asistieron los obispos auxiliares de Barcelona, Mons. Sergi Gordo y Mons. Antoni Vadell.
El seminario, espejo de la Iglesia
Los obispos se congratularon de las nuevas incorporaciones en el Seminario, todas ellas tan diversas y plurales. «Hoy, más que nunca se visibiliza que el nuestro es un Seminario de la Iglesia universal. Un Seminario de puertas abiertas: abiertas a Jesucristo ya los hermanos», dijo Omella. En este sentido, insistió en que «cuanto más abiertas son las puertas, más lejos llegará el corazón, como el agua que corre y da vida».
En la misma línea, el obispo de Sant Feliu expuso como el Seminario es el reflejo de la Iglesia de hoy. «El Seminario es un espejo donde se refleja la vida de la Iglesia». «Tenemos que pensar que todos nosotros somos corresponsables del Seminario y éste es la continuidad de lo vivido», dijo. «Tenemos que orar mucho! -continuaba Cortés-. La pastoral vocacional comienza por los padres, la familia y las comunidades». Sin embargo, destacó cómo «las vocaciones no vienen de las nubes sino de la mediación que se hace con la comunidad eclesial». «Depende mucho de esta relación, el hecho de tener un presbiterio fiel a la Iglesia», añadió.
Por otra parte, Cortés agradeció a la diócesis barcelonesa la buena relación con el Seminario de Barcelona. «Vengo y me siento como en casa, por la forma en que formáis y las decisiones que tomáis. Compartimos las mismas preocupaciones y quiero agradecer el trato que recibimos».
¿Qué quiere decir ser un presbítero diocesano?
El rector del Seminario Mn. Felip-Juli Rodríguez dio la bienvenida a los recién llegados, así como a los seminaristas más veteranos. En total, serán 40 los seminaristas que «han de vivir en fraternidad en este camino hacia el sacerdocio», dijo Mn. Felip-Juli Rodríguez.
El rector destacó la idea que se quiere reforzar este año: «¿Qué significa ser un presbítero diocesano?». En este sentido, el rector se refirió a los tres puntos que destaca el papa Francisco: la relación con el obispo, la relación con el presbiterio y en tercer lugar, la misión con el pueblo de Dios».
«Ser apasionados de Cristo»
También, durante el tiempo de formación, Omella, los invitó a vivir tres puntos muy destacados. De entrada, el estudio para prepararse bien para la sociedad. En segundo lugar, mantener una buena convivencia con los demás seminaristas y formadores y, en tercer lugar, no perder nunca la vida espiritual. «Vosotros, seminaristas, nuevos y viejos, si no teneis pasión por Cristo, el resto sobra. Debe ser todos para todos. Apasionados por Cristo. Debemos llevar la gente pero antes tenemos que ir nosotros», insistió el cardenal.
La previa del curso
Antes del acto inaugural, los seminaristas ya hacía días que habían sido convocados por el Seminario tras las vacaciones de verano. Del 2 al 4 de septiembre disfrutaron de las tradicionales convivencias de Tartera (Cerdaña), con receso y excursión por la montaña incluidos, mientras que el resto de días, hasta el 16 que empiezan las clases en las facultades, han combinado la vida de comunidad, las salidas culturales, la oración, el deporte e, incluso, algún tiempo de ocio.