Doblan las campanas por la resurrección del Señor

La Iglesia de Barcelona se suma a la iniciativa de la CEE y hace sonar las campanas de los templos de la diócesis para unirse a la bendición "Urbi et Orbi" del Papa y encomendar los difuntos de esta pandemia

Fotografía de portada: Agustí Codinach

Las campanas de la archidiócesis de Barcelona repicaron este Domingo de Pascua a las 12 del mediodía para celebrar la resurrección del Señor, encomendar a los difuntos de esta pandemia y, así, unirse a la bendición “urbi et orbi»del papa Francisco. La Iglesia de Barcelona se ha unido a la iniciativa que la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal propuso el pasado 10 de abril, haciendo doblar las campanas de todos los templos al punto del mediodía, momento en que el Santo Padre ofrecía la bendición convocada con el lema: Jesucristo ha resucitado, anuncia y realiza la victoria de la vida sobre la muerte. Somos testigos de esta esperanza. Un gesto que busca también acompañar la soledad de miles de personas que han muerto y mostrar esperanza y consuelo a sus familiares.

Así han repicado las campanas de la Basílica de Santa María del Pi:

«Celebramos con joya la victoria de Jesús sobre la muerte. Un reguero de esperanza, de ilusión y de paz brota del sepulcro de Cristo abierto y lleno de resplandor. ¡Cristo ha Resucitado! Decimos los cristianos, especialmente en un día como este, la Pascua de Resurrección». Así empezaba el Cardenal Juan José Omella la homilía del domingo de Pascua.

Donde encontrar a Cristo Resucitado

Catedral de Barcelona, fotògraf: Guillem F. Gel
Catedral de Barcelona, fotógrafo: Guillem F. Gel

  Primeramente, en los primeros testigos. «Estas mismas preguntas se hicieron los discípulos de Jesús, los apóstoles. No los cabía en su cabeza que Cristo hubiera resucitado. Pero lo encontraron, el Señor les salió al encuentro y lo reconocieron. A partir de esta experiencia se convirtieron en sus testigos» aseguraba el arzobispo de Barcelona. «Es cierto que nadie estaba presente en el momento de la resurrección de Cristo. Pero son muchos los signos que apuntan a este acontecimiento meta-histórico». Según el cardenal Omella, el Nuevo Testamento contiene signos reveladores de la resurrección de Jesucristo. Por eso citó diferentes pasajes que demuestran la resurrección de Jesucristo como es el encuentro de María Magdalena con quien parecía el hortelano, el pasaje del peregrino que se hace el encontronazo con los dos discípulos que andan desanimados hacia Emmaús o la pesca milagrosa en el lago de Galilea.

Reconocer a Cristo resucitado hoy

Catedral de Barcelona, fotògraf: Guillem F. Gel
Catedral de Barcelona, fotógrafo: Guillem F. Gel

El cardenal Omella plantea: «En este tiempo de pandemia, en este mundo de hoy tan complejo y convulso, con tantos problemas y tanta soledad, tantas guerras y tanto de sufrimiento, donde encontrar en el Resucitado?». Por eso, el arzobispo de Barcelona pide que miremos atentamente a nuestro alrededor y descubramos los «santos de la puerta del lado». Así, destaca tres puntos para poder reconocer a Cristo resucitado hoy.

«Donde hay caridad y amor allí está el Señor»

«¿No veis esa presencia del Señor en tantas personas que aman gratuitamente, que gastan y se desgastan por los demás, que ponen su vida al servicio de los más pobres y desvalidos, aún a costa de perderla?» aseguraba Omella.

«Dónde dos o más se reúnen en mi nombre, allí estoy yo»
Catedral de Barcelona, fotógrafo: Guillem F. Gel
Catedral de Barcelona, fotógrafo: Guillem F. Gel

El cardenal Omella plantea tres puntos para poder encontrar al Señor en estos momentos. Primeramente en «esos grupos de personas muy diversas en manera de ser y de opinar, pero que son capaces de unirse por un proyecto común al servicio del pueblo, del bien común». Seguidamente el cardenal se cuestiona si «sabremos descubrir la llamada que nos hace el Señor Resucitado a cambiar de actitudes y a comprometernos a ir todos de la mano, escogiendo lo que nos une».

Finalmente pide ser capaces de «despojarnos de nuestros egoísmos, pensando más en los otros, en el bien de todos, especialmente de los más pobres y necesitados». Para llegar al encuentro con Cristo Resucitado, el arzobispo de Barcelona, reclama que
«recemos con intensidad para que los que ocupamos cargos de responsabilidad ejerzamos el poder buscando siempre el bien común, dejando verdaderamente a un lado todo interés particular, toda alternativa que sólo busque sacar rédito privado promoviendo enfrentamientos, muros y divisiones».

«Lo que hagáis a uno de mis hermanos más pequeños a mí me lo hacéis»

«Ante el miedo y la incertidumbre que produce el coronavirus ¿no es signo del Resucitado todo el derroche de amor y de entrega que está generando en tantos creyentes y tanta gente de buena voluntad?» se pregunta el cardenal Omella. Por el arzobispo la cuestión no es donde está Dios? Si no «qué ceguera nos impide ver al Resucitado presente y actuando a nuestro alrededor y en nuestra propia vida» ha finalizado el cardenal Omella.

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