Omella visita la ONCE
La Asociación de Ciegos Católicos del territorio hace la primera toma de contacto con el arzobispo de Barcelona

Juntos y en pequeño comité, así fue el encuentro del arzobispo de Barcelona, Mons. Juan José Omella con el grupo de Ciegos Católicos del territorio (CECO). Una entidad que se encuentra en varias partes de España y que acoge personas con discapacidad visual o sin con el objetivo de tener una acción participativa en la diócesis.
La toma de contacto tuvo lugar en el mismo edificio de la ONCE, donde acudió el arzobispo para charlar con los miembros de la asociación, los que compartieron con él sus inquietudes. Omella se presentó con cada uno, y hablándoles de tú a tú, los compartió el más significativo de cara a vivir el cristianismo en la diócesis.
Por un lado, destacó la importancia de compartir la fe juntos para que las tristezas sean menos pesadas y las mayores alegrías. Sobre todo, subrayó que hay que «caminar juntos, escuchando el Evangelio y compartiendo la eucaristía», la única manera de llegar a ver a Dios. En esta línea, ante la invalidez de muchos de los presentes, no faltaron las palabras del arzobispo, que citando el cuento de El Principito va recordarles que «los ojos que importan son los del corazón y no los de la cara». Como escribió Saint Exupéry – citaba Omella- «sólo con el corazón es como vemos bien, lo que es esencial es invisible para los ojos».
Antes de partir obsequiaron al arzobispo con un recuerdo del encuentro, con quien prometieron repetir pronto.