Omella en diálogo con los alumnos de la Abat Oliba CEU

El arzobispo de Barcelona participa de un intenso coloquio con los estudiantes durante la visita pastoral en el campus de la UAO-CEU

El arzobispo de Barcelona, ​​el Card. Joan Josep Omella ha visitado la Universidad Abat Oliba CEU. El encuentro tuvo lugar en el mismo campus universitario, en un ambiente distendido y familiar, con el equipo de gobierno del centro, el profesorado, los jóvenes estudiantes y parte del personal administrativo.

Tras una puesta en contexto con los representantes de Consejo del centro, a puerta cerrada, empezó el acto central. Concretamente, un intenso coloquio entre el cardenal y los estudiantes, por lo que los jóvenes han podido formular preguntas de todo tipo. Así, sentado junto al sacerdote de la facultad, Mn. Albert Sols, y del rector, Rafael-Rodríguez Ponga, Omella  respondió las dudas, dificultades y retos que los jóvenes plantearon.

No tener miedo

De entrada, el cardenal animó a los presentes a no tener miedo. «Miedo a decir lo que tenemos que decir” y «miedo a ser Padre de los pobres». También, dirigiéndose especialmente al profesorado, miedo a «dejar que cada uno siga su camino». Es decir, «miedo a la libertad”. Así destacó como la libertad es «el sagrario más íntimo de cada uno». Tal como dijo Omella, «siembra, sé compañero, estate cerca y deja que ellos hagan».

Mostrar quién es Dios

Los estudiantes dieron a conocer su labor durante el curso, sobre todo, la puesta en marcha de los cursos Alpha organizados por ellos y Mn. Sos. Una experiencia que «permite hacer a Dios y dejarse llevar por sus interrogantes» – explicaba un estudiante-. «Alpha es ver los frutos de la fe y dejarlo hacer a él», aseguraba.

Por otra parte, se mostró la incertidumbre sobre «cómo crear una relación con Jesús para poder transmitir ese amor de Dios a los demás». «Hay un cierto pudor a que noten que somos cristianos», advertía el obispo. “En el mundo de hoy – continuaba- todos tenemos sed de trascendencia, es decir, sed de Dios”. Ante esto el Cardenal instó a «rezar y seguir los sacramentos». «Así es como mostraréis quién es Dios», exponía.

Respondiendo a la misma cuestión y haciendo mención del Plan Pastoral Diocesano, Salgamos!, Omella hizo un llamamiento a la fraternidad. Es decir, a la buena relación y apoyo con la comunidad. «Siempre, con una actitud alegre» – recordaba el obispo-. «Debe ser ejemplo de alegría en el mundo, una felicidad, que brota de la certeza interior».

Llamados a una vocación

Respecto a la preocupación recurrente de los jóvenes sobre el sentido de la vida, donde a veces se puede crear un vacío o dudas sobre la misma identidad, el cardenal invitó a discernir y a buscar cuál es la voluntad de Dios. En este sentido, argumentó que «todos somos la respuesta a la llamada de Dios, cada uno desde su vocación». Así, instó a “dejarse en manos de Dios”. “Se trata de firmar un cheque en blanco, pero él te acompañará y te dará confianza absoluta», asseguró.

Durante la celebración de la Eucaristía, que tuvo lugar en la misma Aula Magna, el obispo ha recordado el Santo del día, Isidro Labrador. «Un hombre que confía en el Señor y se entrega humildemente». Por último, el Cardenal con toda convicción aseguró que «en todas las vocaciones hay respuesta de santidad, también entre vosotros, estudiantes».

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