Omella celebra Ramos en la Catedral
El Arzobispo de Barcelona invita a “aceptar nuestra cruz para llegar a un camino de santidad”
Ramas de olivo y de laurel, palmas y palmones decoraban el pla de la Catedral para celebrar uno de los domingos más esperados del año. Domingo de Ramos. Este año con el Arzobispo de Barcelona, el Cardenal Juan José Omella, al frente, la feligresía de Barcelona, ramo en mano, esperaba la bendición. “Es una tradición” eran las palabras que más se escuchaban entre los fieles, muchos de ellos emocionados.
Bendición de Ramos
Es la segunda vez que el Arzobispo de Barcelona esparcía el agua bendita, en recuerdo de la llegada de Jesús a Jerusalén. Por eso, el cardenal Omella aseguró que no hay más camino que la humildad y pasar por la pasión de Jesús, “aquella cruz por la cual nos toca pasar a todos” pero también aseguraba que “cuando se acepta todo por amor, esto nos aporta paz, libertad y salvación”.
A continuación, todas las personas reunidas a la Catedral de Barcelona sacudieron sus ramas de laurel y de olivo, palmas y palmones, ya bendecidos. Seguidamente, continuó la celebración dentro del templo. Una vez ya estaba todo el mundo sentado, y leída la lectura de la Pasión, el cardenal Omella aseguró a todos los presentes que “Jesús nos hará resucitar a una vida de santidad y de testigo de amor de Dios que el mundo tanto necesita”. Finalizó su homilía diciendo: “Gente que viva este perdón, este amor que Jesús nos ofrece desde la cruz”.
La Semana Santa no ha hecho más que empezar. Después de cuarenta días de penitencia, toca celebrar la Pasión de Jesús. Una semana que nos tiene que servir para reflexionar y para aceptar nuestra cruz para así llegar a un camino de santidad, tal como Jesús hizo.