Obispo Toni: «Que nos miren y digan «como se quieren»»
Se celebra la 25ª celebración ecuménica en la catedral con el lema "Nos trataron con una humanidad poco corriente"

Fotografías: Agustí Codinach
Este sábado 18 de enero, ha tenido lugar en la catedral de Barcelona la Celebración Ecuménica, que marca el inicio de la Semana de Plegaria para la unidad de los Cristianos. Este año han sido las «bodas de plata» de este acontecimiento, por los 25 años que hace que se une las diferentes confesiones cristianas para rezar y reforzar así los vínculos.
El obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Antoni Vadell, presidió la celebración en el templo, donde asistieron los representantes y fieles de las diferentes confesiones presentes en la diócesis. Entre estos, la directora del Secretariado de Ecumenismo en Barcelona, Montserrat Puigdellívol.
25 años unidos en la plegaria
Montserrat Puigdellívol inició el encuentro con unas palabras de bienvenida y agradecimiento para todos los presentes. Mencionó el tono especial de esta edición, por hacer veinticinco años que la archidiócesis de Barcelona acordó hacer la Semana de Plegaria en esta Catedral, con la participación de evangélicos, ortodoxos y católicos.
La directora del Secretariado, presentó el lema de este año: «Nos trataron con una humanidad poco corriente». Una cita de los Hechos de los Apóstoles sobre el naufragio de San Pablo y la llegada del cristianismo a la isla de Malta cuando supervivientes fueron recibidos con gran hospitalidad.
«La historia nos interpela»
Tal como dijo Puigdellívol, el lema «es de gran actualidad, si pensamos en las travesías de los inmigrantes y refugiados en busca de puerto seguro en el Mediterráneo, perseguidos por su fe o sus ideas».
Marcando la importancia hoy en día de esta cita, recordó que «como cristianos la historia nos interpela y seremos cómplices respecto de actitudes distantes y lejanas o reaccionaremos «con una humanidad poco corriente»». Invitó que la plegaria «nos sirva de estímulo para tratarnos desde la mirada del Señor y confortados por su misericordia, con hospitalidad y amor fraterno».
Tal como nos llega el amor de Dios
El obispo Toni, en la homilía, se centró en el lema para profundizar en la acogida y el trato entre hermanos. «Preguntémonos: cómo es nuestro trato?», interpelaba el obispo. «La manera como tratamos a la gente, y el mejor testigo que podemos dar en medio de nuestra sociedad es un trato humano, poco corriente, entre nosotros». El obispo Vadell destacó como la clave de este trato está en la manera como Jesucristo nos muestra que nos quiere. «Descubrir este amor tan grande de Dios nos ayudará a afrontar la relación con los otros».
«Estamos ante un reto pastoral»
Mirando estos veinticinco años de la Semana de Plegaria para la Unidad de los Cristianos, dio gracias al Señor por «el nacimiento y medro durante el siglo pasado de este movimiento ecuménico». Así mismo, recordó un sacerdote francés, Paul Couturier, el cual animó que esta semana fuera celebrada de manera universal. Una prueba del impulso por parte de muchos para unir todas las confesiones. «Ha habido un gran diálogo ecuménico, una discusión cálida y un debate teológico sobre los temas fundamentales que nos dividen: pero, somos conscientes que estamos ante un gran reto pastoral y evangelizador…».
Vadell, ante un posible «declive de ánimos» por parte de las diferentes confesiones, por perder la credibilidad en los ojos del mundo o ir en descenso, animó a luchar con el mismo testigo con la misma unión de los cristianos. Recordó, cuanto más allá de buscar fortalecerse cada uno en sí mismo, «hay que poner la unidad en el centro de nuestra agenda y nuestra oración». «En definitiva, nuestro corazón, el corazón de nuestras comunidades cristianas tiene que crecer y ser capaz de abrirse (EG 20), como nos exhorta tantas veces el papa Francisco.», añadió.
Vivirlo desde el corazón
Antes de acabar, el obispo invitó a vivir esta semana buscando «reconocer en el otro un hermano, reconocer en él la presencia del Señor, y desde aquí querámonos, impliquémonos en la vida de los hermanos». En este sentido aseguró que «si nuestras relaciones no las vivimos desde el corazón, de aquí a 25 años no habremos dado ningún paso adelante, y seguramente los alejados de la Iglesia estarán más lejos, porque no podrán admirarse diciendo «mirad como se quieren», o maravillarse para recibir un tratamiento humano poco corriente». «Rogamos porque desde la diferencia, seamos un signo de su amor infinito hacia toda la humanidad».
Con esta celebración se abre esta semana de unidad, por eso, hasta el 25 de enero, hay diferentes actas programados a la diócesis con motivo de la convocatoria.