Mons. Vilanova visita la fundación Centre Obert Joan Salvador Gavina
El obispo Javier visita la entidad del barrio del Raval que desde hace 40 años responde a las necesidades de niños, jóvenes y sus familias en situación vulnerable
En un barrio como el Raval, que tiene los peores datos educativos de Barcelona, «una chica que viene a nuestro centro obtuvo la primera matrícula de honor en un examen de selectividad del barrio. Ahora está estudiando Derecho», nos cuenta con una sonrisa de satisfacción, Celso Pérez, director de la Fundación Gavina. Y es que logros como éste son los que dan todo el sentido a la atención integral de niños y jóvenes del barrio del Raval, por parte de la fundación canónica Gavina, desde hace cuarenta años. El obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Javier Vilanova, pudo conversar con los trabajadores y voluntarios, y conocer las instalaciones de este centro, que dispone de un comedor para los niños, de un local para atender a los niños después de la escuela con refuerzo escolar y actividades de ocio, así como un espacio joven, para preparar a los chicos y chicas de 16 a 24 años para la vida laboral.
Inicios de la fundación…
Conxita Mata fue su fundadora, una mujer laica, que cuando volvió de trabajar en Chile con niños de la calle, aplicó el modelo de centro abierto de día, entonces muy exitoso en Latinoamérica, a los niños hijos de familias inmigrantes del Raval, con pocos recursos y mucho absentismo escolar, a principios de los años 80. «Fuimos el primer centro de atención diürna para niños con dificultades psicosociales de toda España. Somos un espacio de ocio seguro que merma las diferencias sociales. Hacemos un acompañamiento emocional pero también económico porque estas familias deben tener las necesidades básicas cubiertas para salir adelante», explica Anna Vives, presidenta del centro Gavina. Agustí Llop, actual secretario, quien ha sido desde sus inicios voluntario, añade que las situaciones diarias de desahucios afectan mucho a los niños, que en los últimos años sufren más problemas de salud mental.
Cambio en el perfil de los usuarios
¿Cómo ha cambiado la atención a los niños en estos 40 años? Pues ahora la mayoría de niños que atienden son de 15 países diferentes, otras culturas y religiones, un 49% son musulmanes, y se trabajan los valores de la tolerancia y el respeto. Por desgracia, después de 40 años, la pobreza sigue en el barrio, pero ahora existe un trabajo en red con los servicios sociales y con otras entidades de integración sociolaboral, y la fundación también se ha profesionalizado, con 18 trabajadores. El año pasado atendieron a 118 familias, y a 140 niños y niñas. Pero nada de lo que hacen sería posible sin los 80 voluntarios, para el refuerzo escolar, actividades de ocio y deportivas, más voluntarios puntuales como los que echan una mano a los jóvenes para prepararlos para la selectividad.
«Estamos hablando de 1.800 horas al mes, que serían imposibles de pagar», dice Celso Pérez, quien explica el gran éxito que tienen las colonias de verano y los fines de semana en su casa en Planoles, en el Pirineo. «Algunos niños nunca han salido de la ciudad y es una experiencia inolvidable por ellos y por la convivencia con sus familias».
El obispo Vilanova agradeció de todo corazón la gran labor que hacen material y espiritual, «les dan el cariño y los valores que preparan estos niños para ser miembros de pleno derecho de la sociedad». La Fundación Gaviota les enseña a volar.
Glòria Carrizosa Servitje (Secretariado pastoral de marginación)