Mons. Vilanova: «San José nos muestra que obedecer a Dios es el camino para obtener la libertad»

El obispo Javier expone la tercera predicación cuaresmal a la luz de la carta apostólica del Papa , «Patris corde»

Fotografías: R. Ripoll

Este jueves, 11 de marzo, ha tenido lugar la tercera predicación cuaresmal a cargo del obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Javier Vilanova. En la primera predicación repasó el primer punto de la carta apostólica del Papa Francisco, Patris corde, «Padre Amado». En la segunda semana, continuó profundizando en el segundo punto «Padre en la Ternura», sobre «la ternura de Dios, presente también en la vida de San José». Esta semana ha hablado del tercer punto: «Padre en la obediencia».

El obispo Vilanova empieza esta tercera predicación cuaresmal explicando que «nos damos cuenta de que no había ningún otro deseo en su corazón que cumplir siempre la voluntad de Dios. Sabía San José que obedecer a Dios es el camino para obtener la libertad. José tiene claro que quiere vivir siempre siendo fiel a Dios, él está dispuesto a decirle sí a todo lo que le pueda pedir. José esperará a la atención de Dios».

El hilo conductor de la predicación cuaresmal de esta semana han sido dos sueños de San José. El primer sueño lo vive «en el momento que está sufriendo por el embarazo incomprensible de María». El segundo sueño sucede cuando «el ángel le pide a José que tome María y Jesús y huyan hacia Egipto». El obispo Vilanova asegura que «en los sueños vemos como el ángel, guiado por Dios, le muestra el camino».

El primer sueño de San José: aceptar el embarazo de María

El primer sueño de San José sucede en el momento que está sufriendo por el embarazo incomprensible de María. José está muy angustiado y no comprende qué está pasando. «Lo vive a solas, solo tiene la compañía de Dios. José no quiere difamar a María de ninguna forma. Qué delicadeza, qué respecto de San José y qué protección hacia su esposa María. José se propone deshacer el acuerdo matrimonial, pero lo hace en secreto. De forma discreta se aparta sin crear ningún motivo de escándalo» asegura Mons. Javier Vilanova.

«San José nos da ejemplo de cómo vivir las dificultades que se nos presentan en la vida. Ante las dificultades no tengamos miedo, las tenemos que saber aceptar, tenemos que encontrar en ellas la presencia de aquel que regala luz, fuerza y sobre todo crecimiento ante la prueba. José era un hombre bueno, la persona que vive en la bondad siempre se ve capaz de superar toda dificultad, puesto que el bien, el amor que vive dentro de él es más fuerte que cualquier mal, incluso que la misma muerte» relata el obispo auxiliar de Barcelona.

«Esta Cuaresma os invito a que intensifiquemos todos nuestra devoción en María. María nos acerca a Jesús. Es ella la que nos conseguirá las gracias para vivir una renovación espiritual y humana en nuestra misma sociedad». Volviendo al sueño, el obispo Vilanova explica: «A José le queda claro que quién está actuando es Dios. José está dispuesto a colaborar de forma discreta y generosa. Después de hablar con el ángel José se despertó, lo vio claro gracias a la fe. Por eso no pone ningún impedimento, sale de la nube de la duda y sabe que todo es cosa de Dios».

«Dios nos ha hecho libres»

El Sr. Obispo asegura que «Dios nos ha hecho libres, libres para poder discernir escuchándole en nuestra conciencia a la luz de la palabra». Seguidamente ha citado unas palabras que el papa Francisco ofrecía al inicio de su pontificado:

«Jesús a nosotros los cristianos nos quiere libres como Él. Con esa libertad que viene de ese diálogo con el Padre, de ese diálogo con Dios. Jesús no quiere ni cristianos egoístas que siguen el propio yo, que no hablan con Dios; ni cristianos débiles, cristianos que no tienen voluntad, cristianos telecomandados, incapaces de creatividad, que buscan siempre conectarse con la voluntad de otro, que no son libres. Jesús nos quiere libres y esa libertad

¿Dónde se encuentra?, se encuentra en el diálogo con Dios en la propia conciencia. Si un cristiano no sabe hablar con Dios, si no sabe sentir a Dios en su propia conciencia no es libre. Por esto tenemos que aprender a escuchar más a nuestra conciencia. Algo que no obstante, no significa seguir el propio yo, hacer aquello que me interesa, que me conviene, que me gusta. No es esto. la consciencia es el espacio interior de la escucha de la verdad, del bien, de la escucha de Dios, es el lugar interior de mi relación con Él que habla a mi corazón y me ayuda a discernir, a comprender el camino que debo recorrer y una vez tomada la decisión ir adelante y permanecer fiel».

El segundo sueño de San José: la fuga a Egipto

El segundo sueño que esta semana el obispo auxiliar de Barcelona medita, sucede en el momento que el ángel le dice a José que tome a María y a el niño y huyan hacia Egipto. «José obedece porque comprende que tiene que proteger la vida de su familia». Mons. Vilanova ha hecho un paralelismo con la situación actual de los migrantes. «Cuántas familias hoy han tenido que dejar su casa, su país para sobrevivir. Bendecidos quienes en Egipto acogieron a la familia del hijo de Dios, bendecidos vosotros también que aquí en vuestras tierras acogéis a los inmigrantes, en ellos estamos acogiendo a Cristo, acogemos a nuestros hermanos.

Practicamos la caridad como tiempo atrás lo hicieron con nuestros antepasados y como en el futuro quizás harán con nosotros. No perdemos el espíritu de acogida porque es signo de que somos hermanos unos de los otros. Cuánto tenemos que aprender de quienes viven en la pobreza y la dificultad. De ellos aprendemos la serenidad, la fortaleza, la lucha, la amabilidad, la esperanza, es tanto lo que nos enseñan. No perdamos nunca la oportunidad de acoger, de ayudar, de amar, es la misión que el Señor nos encomienda hoy y siempre».

Palabras del papa Francisco en Irak

También ha querido citar las palabras del Santo Padre durante su visita a Irak: «No nos cansemos de rezar por la conversión de los corazones y por el triunfo de una cultura de la vida, de la reconciliación y del amor fraterno, que respete las diferencias, las distintas tradiciones religiosas, y que se esfuerce por construir un futuro de unidad y colaboración entre todas las personas de buena voluntad».

San José, padre en la obediencia

Para finalizar la tercera predicación cuaresmal, el obispo Vilanova ha asegurado que «San José fue el protector de María y de Jesús. Bendecidos los que entre nosotros son también defensores de la vida cristiana, bendecidos quienes con la fuerza de la fe son constructores de la paz y en todo el que hacen son sembradores de esperanza en un mundo que necesita tanto sentirse amado y poder vivir amando. Si san José es padre en la obediencia, nosotros también tenemos que ser hijos en la obediencia.

No tengáis miedo y haced presente a Jesucristo en medio de la sociedad. A vivir una vida en Cristo y por Cristo. Hermanos, Jesús José y María, también nosotros hoy y siempre, queremos decir sí al Señor. Con el Señor podremos afrontar las pruebas con fortaleza. Él con su amor infinito nos da la auténtica libertad. Queremos ser instrumentos del Señor para hacer crecer más y más en toda la tierra vuestro reino de Dios, un reino de amor y de paz, con la maestría y la intercesión de nuestro querido San José».

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