Lucas Buch: «El cristianismo no es una doctrina moral, es una persona: Jesucristo»
Finaliza la 57 edicón de las Jornadas de Cuestiones Pastorales concluyendo que el cristianismo y la vida del cristiano se fundamentan en el encuentro con Jesús

«El cristianismo no es una doctrina moral, ni un saber excelso: es fundamentalmente una persona -Jesucristo-.» Ésta es la tesis a partir de la cual Lucas Buch, profesor de Teología Moral de la Universidad de Navarra, ha desarrollado su ponencia en el segundo día de las Jornadas de Cuestiones Pastorales. Una idea que no ha estado presente tan sólo en su intervención sino que ha sido hilo conductor de todas las ponencias de las jornadas, dado que el tema de reflexión de este año era la centralidad de la figura de Cristo.
A lo largo de la intervención, que llevaba el título de «Para mí, el vivir es Cristo» (Flp 1, 21), Lucas Buch ha reflexionado sobre cuáles son los elementos de este encuentro. Ha hablado de la mirada de Cristo y ha hecho referencia a varios pasajes del Evangelio donde se puede descubrir cómo es el encuentro personal de Jesús y qué mirada ofrece: la mujer adultera, el encuentro con el río Zaqueo o la conversión de san Pablo. Éstos son encuentros con el «amor incondicional de Dios. La vida cristiana nace y se alimenta, ha dicho el profesor Buch, del encuentro con una persona que nos mira y nos interpela: afirmándonos, desafiándonos a salir de una vida mundana, enviándonos a una misión y alentándonos a empezar una vida nueva guiada por una consideración trascendente y relacional».
El riesgo de la sociedad actual, de cualquier cristiano, para iniciar este camino que ofrece la mirada de Cristo, ha explicado el profesor Buch, se encuentra al caer en la «mundanidad del bienestar físico, la mundanidad espiritual, es decir, concebir l ‘Iglesia y la labor de uno dentro de la Iglesia con criterios meramente mundanos, y la tercera, la tentación de pensar que nuestro valor ante Dios depende de lo que hacemos con nuestras fuerzas y que el Papa Francisco ha llamado neopelagianismo autorreferencial y prometeico», idea que se encuentra en el Evangelii gaudium.
Julio Diéguez, profesor de Teología Moral en la Universidad de la Santa Cruz (Roma) y rector del seminario de la Prelatura del Opus Dei ha hablado de cómo lograr «Los mismos sentimientos de Cristo Jesús» (Flp 2, 5). Según Diéguez, «la configuración con Cristo de todo cristiano, y en especial del sacerdote, significa en último término compartir los sentimientos de Cristo». Y ha añadido que «si queremos reaccionar como Jesucristo, debemos hacer nuestra su forma de ser».
Otra idea que ha expuesto es que «el buen comportamiento no es decisión voluntaria que reprime o acalla los afectos, sino más bien la integración de voluntad, afectos y razón, es decir, las virtudes. La virtud muestra cómo yo siento. Actuar libremente no es someterse libremente a la norma, sino comportarse de acuerdo a mi propia norma. Es el actuar de quien se identifica verdaderamente con el personaje». Y por último, ha dicho que en la vida moral es importante preguntarse «qué vida quiero vivir y qué es lo que deseamos profundamente porque toda decisión libre es una inversión para llegar a ser quien quiero ser».