La Sagrada Familia celebra su primera misa desde el inicio del estado de alarma
El cardenal Omella preside la celebración de las bodas de oro y de plata de los presbíteros y diáconos diocesanos el mismo año que celebra el 50 cumpleaños de su ordenación

El arzobispo de Barcelona ha pedido «descanso eterno y luz perpetua» para las víctimas de la COVID-19: «En primer lugar, pensamos y oramos por todos los que han muerto a causa del coronavirus y por sus familiares» ha pedido. «En medio del dolor por la pérdida de tantos hermanos y hermanas, quiero felicitar a los que han dedicado esfuerzos, dinero, tiempo y energías en ayudar a los contagiados por la Covid-19 y en ayudar a muchas personas que se han visto afectadas por las consecuencias económicas y sociales de esta pandemia» ha agradecido el cardenal que ha querido destacar que «ha habido mucha solidaridad» recordando que «solo el amor salvará a la humanidad».
Bodas de oro y plata para sacerdotes, diáconos y el cardenal Omella
La ceremonia ha celebrado las bodas de oro y plata de los sacerdotes y diáconos de la diócesis, entre ellos las del cardenal Omella que cumple 50 años de sacerdocio. El arzobispo de Barcelona ha aprovechado la homilía para dar gracias a Dios. También se han renovado las promesas sacerdotales de los ordenados. Un rito que acostumbra a hacerse en la Misa Crismal durante la Semana Santa pero que este año se había tenido que aplazar. «Sabemos que somos frágiles, pero sabemos también que la nuestra es una vocación preciosa. Por eso, renovamos nuestro deseo de seguir al Señor sirviéndolo con alegría» ha remarcado el cardenal.
El rector de la Sagrada Familia, Mn. Josep Maria Turull ha asegurado que es «un motivo de alegría» que se pueda volver a reabrir el templo «para el que Antonio Gaudí lo diseñó, que es para acoger las misas». Turull ha subrayado que se trata de una «celebración muy significativa en la cual se agradece la labor a los sacerdotes».