La renovada imagen de la Virgen de la Merced vuelve a su camarín para celebrar su solemnidad
El cardenal Omella, encargado de presidir la misa solemne, bendice la talla gótica reciente restaurada
La talla gótica de la Virgen de la Merced recientemente restaurada, ha vuelto a su camarín para celebrar la fiesta patronal de la ciudad de Barcelona. El cardenal Omella, encargado de presidir la misa solemne, ha subido al camarín al empezar para bendecir la imagen del siglo XIV.

El oficio religioso, que ha tenido lugar esta mañana ante más de trescientas personas, ha sido concelebrado por el obispo de Sant Feliu de Llobregat, Mons. Agustí Cortés; el obispo de Copiapó (Chile), Mons. Ricardo Morales, y los obispos auxiliares de Barcelona, Mons. Sergi Gordo y Mons. Javier Vilanova. También ha contado con la asistencia de la delegada del Gobierno español, Sra. María Eugenia Gay; el inspector general del Ejército, Sr. Manuel Busquier; consejera de Justicia de la Generalitat de Cataluña, Sra. Lourdes Ciuró; el primer y quinto teniente de alcaldía, los Sres. Jaume Collboni y Albert Batlle. En total, han asistido 18 concejales del Ayuntamiento de Barcelona, así como diferentes mandos militares y algunos diputados autonómicos y representantes de las universidades con sede en Barcelona. Además, ha participado la directora general de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Cataluña, Sra. Yvonne Griley.
Cómo se fundó la Orden de la Merced

«Dice la tradición que hace algo más de 800 años la Virgen María, la noche del 1 al 2 de agosto de 1218, se apareció al mercader Pere Nolasc a quién pidió que tuviera merced de los cautivos cristianos secuestrados por los piratas musulmanes, alejados de su tierra y de su familia. Y así lo hizo, el 10 de agosto del mismo año, ante el altar mayor de la antigua catedral de Barcelona, en presencia del rey Jaime I y del obispo Berenguer de Palou, fundó la Orden de la Merced con la voluntad de rescatar a los cautivos cristianos». Con este apunte histórico del origen de la orden mercedaria, el cardenal Omella ha empezado su homilía.
Qué nos pide la Virgen de la Merced hoy
«Hoy, en el siglo XXI, la Virgen María nos continúa pidiendo, en toda la comunidad cristiana, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, que hagamos algo para ayudar a los que sufren las cautividades de hoy en día. […] El Señor nos ayuda a romper el yugo de las esclavitudes que nos oprimen, tal como nos ha dicho hoy el profeta Jeremías. Y la Virgen de la Merced nos dice a ti y a mí, no cierres los ojos y extiende tu mano, escucha y acompaña el dolor de quienes más sufren. Ciertamente, hace falta que nos pongamos manos a la obra… hace falta que hagamos algo» ha pedido el arzobispo de Barcelona.
«María nos ayuda a superar la división, la diferencia y la indiferencia. Como madre de todos los barceloneses y barcelonesas, nos quiere a todos en una misma mesa, trabajando juntos por el bien de todos y todo ello a pesar de nuestras diferencias, porque siempre es mucho más lo que nos une que lo que nos separa» ha explicado el cardenal Omella.
Que la Virgen de la Merced restaure nuestros corazones
«Animo a todos los barceloneses a venir a esta preciosa basílica para visitar a nuestra querida patrona. Que la estima y la devoción a la Virgen de la Merced nos anime también a pedir su intercesión para que el Señor restaure nuestros corazones». Ha dicho el prelado barcelonés durante su homilía, en referencia a la reciente restauración de la talla gótica que se ha instalado otra vez en el camarín de la basílica de la Virgen de la Merced. También ha agradecido la colaboración y labor de restauración que ha hecho posible hacerle un lavado de cara a la imagen de la patrona de Barcelona.
Aún con pequeños imprevistos con la basílica a oscuras, el templo de la princesa de Barcelona y la plaza que lo acoge se ha vestido de gala para celebrar el día de su patrona y pedir la intercesión de la Virgen de la Merced que, una vez restaurada, vuelve a lucir en su camarín, para cuidar de la ciudad de Barcelona.