La parroquia de san Agustín acoge la clausura del Eje de los Pobres
En el marco de la V Jornada Mundial de los Pobres se ha dado paso al Eje del Discernimiento del Plan Pastoral Diocesano con una chocolatada fraterna
El pasado sábado, 13 de noviembre, la parroquia de san Agustín acogió la celebración de la V Jornada Mundial de los Pobres que simbolizó la finalización del año litúrgico dedicado al Eje de los Pobres del Plan Pastoral Diocesano de Barcelona.
Mons. Javier Vilanova, obispo auxiliar de Barcelona dio la bienvenida a todos los asistentes afirmando que «el trabajo hecho por la Iglesia durante el último año de pandemia demuestra que la acción social forma parte de ser cristiano». Asimismo, el obispo Vilanova explicó que «la pobreza no solo tiene un rostro, sino que los migrantes, la gente mayor o las personas que viven en la calle son diferentes dimensiones de esta sociedad que rechaza los más débiles».
Siete testigos a la luz de los cirios pascuales
A continuación, fue el turno de siete personas atendidas o voluntarias de entidades diocesanas. Todas ellas representaban siete valores del reino de Dios a través de su testimonio: esperanza, acompañamiento, confianza en un mismo, resiliencia, paz, gratuidad y compromiso. Seguidamente colocaron estas palabras en el mural que presidía el altar mayor, y encendieron un cirio para dar luz a su testimonio. Siguiendo esta luz de los siete cirios, las personas presentes al acto, entre ellas los tres obispos auxiliares de Barcelona, encendieron sus velas iluminando la iglesia de san Agustín.
Empieza el Eje del Discernimiento
El cardenal Juan José Omella fue el encargado de cerrar la jornada. El arzobispo de Barcelona quiso enviar un mensaje de agradecimiento a todas las entidades sociales de la Iglesia que, día detrás día, trabajan con los más vulnerables. El acto puso el punto final con una chocolatada abierta a todos. Ahora el Eje de los Pobres pasa el relevo al Eje del Discernimiento pero la preferencia de los pobres seguirá marcando el camino del Plan Pastoral Diocesano ¡Salgamos!