La ‘Jornada Familias y sinhogarismo’ pone el foco en los factores detonantes de la situación
Casi la mitad de las familias en situación de sinhogar de Barcelona están a cargo de una madre sola con hijos
Esta mañana, en la Farinera del Clot, se ha llevado a cabo la Jornada Familias y sinhogarismo: realidad invisible. El acto, organizado por Xarxa d’Atenció a Persones Sensellar de Barcelona (XAPSLL) y la Universitat de Barcelona (UB), ha querido poner el foco en las causas de la situación de sinhogarismo que sufren muchas familias de Barcelona.
Fina Contreras, responsable del programa de Sin Hogar y Vivienda de Cáritas Diocesana de Barcelona y Roger Fe, responsable del Área Social de Asís Centre d’Acogida, han sido los encargados de dar la bienvenida a los asistentes. Contreras ha destacado que la jornada da voz a las familias que están sufriendo exclusión residencial, y que destaca por ser un punto de encuentro entre el mundo académico, las entidades sociales y la administración. Por su parte, Fe ha explicado que la XAPSLL lleva haciendo una tarea conjunta desde 2005, y que gracias al buen trabajo realizado se pueden trabajar temas que están a la orden del día, como es el caso de la Aporofobia. «La Comisión de Derechos y Aporafobia, por ejemplo, es la encargada de recabar información y datos sobre violencia y discriminación que sufren las personas sin hogar», ha declarado Fe. Gracias a esta tarea, todas las vulneraciones de derechos que sufren las personas en situación de sinhogar quedarán recogidas en el informe anual 2022 de discriminación en la ciudad de Barcelona.
Seguidamente, se ha dado paso a la presentación de las principales conclusiones del informe «Investigación sobre Familias en situación de sinhogarismo en Barcelona». Las profesoras de la UB y coautoras del informe Virginia Matulič, Adela Boixadós y Montserrat Yepes han sido las encargadas de exponer los datos más destacables del estudio, basado en entrevistas a familias y profesionales, así como a partir de los datos descriptivos de las familias facilitadas por las entidades, servicios y empresas proveedoras participantes.
Por un lado, se ha estudiado la situación de 991 familias con cargas familiares atendidas por 12 entidades sociales de Barcelona, los servicios municipales y de empresas proveedoras de la ciudad, con el objetivo de describir su perfil. Por otra parte, se han realizado entrevistas en profundidad con 10 familias y 8 profesionales, para constatar cuáles son los elementos que las han abocado a una situación de sinhogarismo, identificar los obstáculos para superar la situación, y cómo abordar las posibles soluciones.
«La mayoría de las familias que sufren el sinhogarismo son familias nucleares, seguidas de monoparentales que están a cargo de una mujer», ha indicado la profesora Maria Virginia Matulič. La profesora Adela Boixadós ha detallado que, en las entrevistas, muchas de las madres explican que les resulta muy difícil compaginar el cuidado de los niños y el trabajo, y que en la mayoría de las ocasiones esto les hace perder oportunidades laborales. En este sentido, la profesora Montserrat Yepes ha constado que son las mujeres las que más sufren las situaciones de sinhogarismo, puesto que cerca de un 46% de las familias analizadas están a cargo de una mujer sola. «La rotura familiar, sumada al desempleo y a la dependencia de una economía sumergida y precaria aboca a muchas de estas mujeres a la pobreza», ha detallado la investigadora.
Un 40% de las familias analizadas han manifestado vivir sin ingreso alguno, y un 35%, a pesar de tener trabajo, sobreviven con menos de 900€ al mes. Esta precariedad laboral tiene una relación directa con la precariedad habitacional, puesto que en el 40% de los casos, los gastos derivados de la vivienda son asumidos por una entidad, servicio municipal o empresa proveedora. «Si estas familias no contaran con el apoyo de la administración o de las entidades sociales, muy probablemente se verían abocadas a vivir en la calle», han constatado las investigadoras.
Las responsables del informe afirmaron que la mayoría de las familias viven en hogares adecuados, si bien 1 de cada 10 familias viven en lugares que no cubren las condiciones mínimas de habitabilidad (79,4%), hacinadas (26,8%), o un espacio en malas condiciones, como pueden ser humedades o desperfectos (20,6%).
«La mayoría de las familias se encuentran en situación de realquiler, y se ven obligadas a vivir en una habitación, con niños a cargo». Para las investigadoras, esta situación tiene un impacto directo en la familia, pero sobre todo en los niños, ya que no tienen un lugar donde realizar los deberes o disfrutar de un momento de ocio o intimidad. Además, en 1 de cada 10 familias se detectan problemas de atención a la infancia, e incluso existen situaciones de violencia machista en un 6% de las familias.
Las investigadoras han llamado a reforzar la presencia y el acompañamiento de los servicios sociales en todos estos casos, ya que la mitad de las familias, a pesar de ser atendidas por estos servicios, manifiestan desconocer otros recursos de los que podrían disponer. Por otra parte, 4 de cada 10 familias afirman no recibir una respuesta por parte de la administración y/o presentan carencia o dificultades para obtener la documentación requerida.
Al finalizar el acto, las entidades han realizado una serie de propuestas, pidiendo centrar la mirada en aquellos derechos que se están vulnerando, como son el derecho a la vivienda, el derecho al trabajo digno, el derecho a la protección social y los derechos de la infancia y trasladar las aportaciones a aquellos organismos e instituciones responsables de garantizar que todos disfruten de estos derechos por igual. “Hay que visibilizar el sinhogarismo de las familias. En un entorno en el que las políticas de vivienda están enfocadas a fomentar el mercado privado y donde la vivienda social es muy minoritaria, las personas que trabajan en la economía sumergida, o las personas inmigrantes no regularizadas sufren sistemáticamente de exclusión residencial. Es necesaria una nueva respuesta política y de intervención social”, han indicado.
Fuente: Càritas Barcelona/ Xarxa d’Atenció a Persones Sensellar de Barcelona (XAPSLL)