La FJM, puente de diálogo con la cultura laica alejada de la Iglesia
El dr. David Jou considera que el cristianismo debe ser una voz activa en la creación cultural y en la opinión pública

El presidente de la Fundación Joan Maragall (FJM), Dr. David Jou, ha iniciado su intervención en el acto de inauguración oficial del curso 2022-2023, celebrado esta noche en el Salón de Actos del Seminario Conciliar de Barcelona, haciendo una reflexión doble, desde una perspectiva religiosa y de las dificultades de la religión en el mundo actual.
Equilibrio personal y paz interior
Ha afirmado que el cristianismo es una religión bien realista, porque “no rehuye las dificultades, no crea un mundo irreal en el que podamos refugiarnos olvidando del todo este mundo, no nos invita a nuestro equilibrio personal y nuestra paz y bienestar interiores como a máximos valores: nos exhorta a sentir como nuestro el dolor del mundo, ser conscientes de ello, orar, ayudar en lo posible, hacer de nuestro sufrimiento o nuestras dificultades no un pozo para nosotros solos, sino un puente jefe al recuerdo y la comprensión de las dificultades de los demás”. La segunda reflexión ha sido sobre el papel de la religión en la actual crisis de Ucrania: ha lamentado el uso de la religión que hace el patriarca de la iglesia ortodoxa. El presidente de la Fundación ha afirmado que «es un contrasentido muy doloroso que en nombre de los valores cristianos se sigan miles de vidas».
Paralelamente, el Dr. Jou ha destacado el papel de la FJM, que tiene como misión principal “el análisis de la situación cultural y social, y el diálogo con la cultura y la sociedad de hoy, especialmente, en lo que se refiere al diálogo con la cultura laica alejada de la Iglesia”. El presidente de la FJM ha añadido que «es una tarea que hay que hacer, porque las condiciones de verosimilitud y credibilidad de una religión dependen de su actuación, pero también del contexto cultural desde el que se contempla y se juzga esta situación». Por este motivo, David Jou considera clave el papel de la FJM, que «si desapareciera, habría que crear una nueva que llenara el vacío que dejara».
Incremento de sinergias
Una de las vías que se plantea la FJM para hacer más efectiva su labor es ir “hacia un incremento de sinergias con otras instituciones, realizar menos actividades pero más visibles, y una potenciación de la revista Cuestiones de Vida Cristiana”. El dr. Jou se ha preguntado “qué esperanzas aporta el cristianismo y hasta qué punto una cultura más o menos impregnada de un sentido fuerte de la vida puede resistir mejor que una en la que el sentido de la vida sea superficial y individualista”.
La FJM mantiene la ilusión de seguir trabajando a pesar de las dificultades, porque el objetivo es “que el cristianismo –y en concreto el catolicismo- sea una voz activa, tenida en cuenta en la creación cultural, en la opinión pública, en la estructuración social”. «El cristianismo puede aportar energía social de solidaridad, sentido de la vida, dimensión trascendente de la existencia, inspiración cultural…», pero ha lamentado que la voz del cristianismo en la cultura en Cataluña sea poco escuchada, ignorada y menospreciada; y por eso cree que los laicos tienen una gran responsabilidad.
Curso anterior
Por último, Jou ha recordado que el curso pasado el Patronato de la FJM ha reflexionado sobre la segunda parte de lo que llaman el Tríptico de la pandemia -la muerte en soledad, el templo vacío, la naturaleza desbordada-, y que este año dedicarán algunas sesiones a la tercera parte.
“En este tema nos proponemos pensar no sólo sobre las cuestiones conceptuales y religiosas del cambio climático, sino sobre el desbordamiento que supone para nosotros el dinamismo de la naturaleza –atmosférico, geológico y, sobre todo, biológico, en evolución, y del que nosotros mismos somos resultado- y el desbordamiento que para la naturaleza supone nuestra actividad tecnológica». “La conciencia de este doble desbordamiento tiene una vertiente religiosa, que se manifiesta en la consideración de las relaciones entre la naturaleza y lo sagrado, en nuestra responsabilidad hacia la naturaleza, y en nuestro papel como colaboradores de la Creación”, ha concluido.
Asimismo, el presidente de la Fundación ha destacado las actividades y ediciones más importantes del curso pasado y ha puesto énfasis en aquellas que se inician este curso. También ha querido destacar que por primera vez desde la creación de la Fundación este curso por motivos económicos no se podrán otorgar las Ayudas a la Formación, una tarea que ha llenado de orgullo a la FJM a la hora de promocionar la investigación y el conocimiento en el ámbito del diálogo fe y cultura y de las relaciones entre la religión y la sociedad contemporánea.
Lección inaugural del dr. Josep M. Mallarach
A continuación, el Dr. David Jou ha presentado el Dr. Josep M. Mallarach, que ha impartido la lección inaugural del curso, con el título: «El reto de recuperar el vínculo espiritual con la naturaleza en el cristianismo de hoy». El dr. Mallarach, después de explorar las dimensiones del desbordamiento de la naturaleza de la Tierra, que nos precipita a una crisis sistémica global, ha abordado el reto que el cristianismo de hoy tiene en nuestro país para recuperar el vínculo espiritual con la naturaleza. “Cuando se examinan a fondo las causas que han precipitado la crisis global, se descubre una pérdida del vínculo espiritual y con la naturaleza, desde la nuestra propia hasta la de la Madre Tierra. Esta pérdida, acentuada desde la revolución industrial, posibilitó que acabaran imponiéndose el materialismo y la tecnocracia, que se encuentran en la base de las tendencias autodestructivas en las que estamos inmersos. Esta visión errónea de la realidad se ha infiltrado en muchas comunidades y mentalidades cristianas. Afrontar este reto pide un coraje inmenso”, ha explicado.
El Dr. Mallarach ha afirmado que “la esperanza pide recuperar los vínculos espirituales con una naturaleza maltratada, sufriente, y restablecer el vínculo sacramental con la creación, para impulsar una conversión ecológica guiada por una prudencia y una justicia que no separen la dimensión social de la ambiental. Reconectar con las raíces de la tradición contemplativa y de oración en la naturaleza, y restablecer una vida más simple y frugal, son remedios indispensables para curar la confusión mental y el irresponsable desenfreno consumista que provoca el desbordamiento de la naturaleza”.
Font: Fundació Joan Maragall