La Pastoral Obrera celebra el 1 de mayo para denunciar la precariedad laboral

Liria Román López, directora del Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera, ha explicado la labor que se lleva a cabo para garantizar la seguridad en el trabajo en una celebración diocesana abierta a todos

La celebración diocesana del 1 de mayo, organizada por el Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera, tuvo lugar en el espacio polivalente de Cáritas, en la parroquia santa María Magdalena del barrio de Les Roquetes. El acto estuvo abierto en toda la diócesis y contó con la participación de un total de 45 personas, entre militantes de los movimientos de Acción Católica Especializada en el mundo obrero y simpatizantes.

El lema de este año fue «Denunciem precarietats», un llamamiento a visibilizar los datos de siniestros y accidentes laborales, así como las muertes relacionadas con el trabajo. En este sentido, se pidió que se incluya la seguridad en las condiciones laborales como prioridad para evitar estas situaciones. Judith Vidal, delegada del sindicato USTEC, destacó los datos de siniestros laborales en el ámbito de la educación.

Durante la celebración, se escucharon varios testigos de personas trabajadoras que han vivido o están sufriendo situaciones de precariedad laboral. Se destacaron las situaciones de las mujeres, los jóvenes y los recién llegados, que son los colectivos más vulnerables de la clase obrera. También se abordaron temas como la carencia de seguridad laboral y las condiciones laborales precarias en sectores como el de la limpieza de hoteles y la educación.

Por otra parte, se estableció un diálogo con las ponentes y se realizó una dinámica participativa, en la que cada persona escribió en una cartulina una acción que estuviera realizando para mejorar la situación laboral en su entorno, como signos de esperanza . Luego, se colgó esta cartulina en un tendedero. Por último, se repartió el manifiesto de la SIPOC (Secretariado Interdiocesano de la Pastoral Obrera de Cataluña) y se celebró una misa por la seguridad de los trabajadores y trabajadoras.

Román asegura que «la celebración del 1 de mayo es importante porque la Iglesia se hace presente en una fecha que representa la lucha obrera y el reconocimiento de los derechos de los trabajadores». También manifiesta que «es una oportunidad para denunciar las situaciones de precariedad laboral y hacer visibles las problemáticas de los colectivos más vulnerables de la clase obrera». «Queremos buscar ofrecer una reflexión crítica sobre la realidad laboral y una propuesta de acción para mejorarla», añade.

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