La Abat Oliba CEU inaugura el curso académico 2022-23 con el obispo Sergi
La lección magistral ha ido a cargo de la profesora de los grados de Educación, Maite Signes, con el nombre 'Del arte de aprender, al oficio de enseñar: educación y resiliencia'
La universidad Abat Oliba CEU ha celebrado el acto de inauguración del nuevo curso académico. Un curso que llega con una novedad tan significativa como la vuelta a la normalidad, según ha expresado con satisfacción el rector, Rafael Rodríguez-Ponga. El obispo auxiliar de Barcelona Mons. Sergi Gordo ha asistido y ha presidido la misa que ha tenido lugar previamente al acto.
Acto inauguración
En su intervención, Rafael Rodríguez-Ponga se refirió al crecimiento que, por tercer año consecutivo, ha experimentado nuestra universidad en el número de alumnos. Un crecimiento que, además del nuevo edificio, ahora quiere proyectarse hacia nuevas áreas de conocimiento, como el de las ciencias de la Salud. Estos y otros aspectos habían quedado en gran medida reflejados en la memoria del curso anterior, presentada por el secretario general, Pablo Nuevo, y resumida en un vídeo.
La lección magistral ha ido a cargo de la profesora de los grados de Educación, Maite Signes, con el nombre ‘Del arte de aprender, al oficio de enseñar: educación y resiliencia’. Signes ha insistido en que el docente debe conjugar conocimiento con un genuino «know-how». «El oficio de enseñar tiene una dimensión oculta no exenta de magia», señaló.
Según ha señalado, la tarea del maestro implica, necesariamente, «conocer, preocuparse y ocuparse» del alumno y tener siempre presente que «cada persona que tenemos delante es única e irrepetible».
Buenas noticias para el conocimiento
En representación de la Generalitat, ha intervenido la directora general de Universidades, Maria Victoria Girona Brumós, que ha expuesto la apuesta del gobierno autonómico por poner «la economía del conocimiento» en el centro de las políticas en Cataluña.
De acuerdo con este propósito, el pasado año se alcanzó un 14% de incremento en la financiación destinada a conocimiento e investigación. Y el objetivo es que los próximos presupuestos sigan en esta línea ascendente. «Trabajamos intensamente para poder dar buenas noticias», ha declarado Girona.
El turno de intervenciones lo ha cerrado el gran canciller de la Universidad y presidente del CEU, Alfonso Bullón de Mendoza. En su breve parlamento, aludió a la carga burocrática que pesa sobre las universidades ya la «gran aventura intelectual» que una universidad no puede dejar de ser. Tras sus palabras, el corazón ha interpretado al Gaudeamus Igitur.
Contra el virus del fatalismo
Antes del acto, se ha celebrado una misa, oficiada por el cura mayor, Mn. Alberto Sols, y el obispo auxiliar de Barcelona, Mn Sergi Gordo. En su homilía, éste ha recordado que «el mal nunca tiene la última palabra, sino que la tiene Dios». Por eso, ha llamado a los universitarios a desterrar el dolor de fatalismo, un mal que se expande a nuestros días como un virus, ha observado. Tendemos a pensar que «no somos nadie para cambiar el rumbo de la historia», pero la realidad es que «hemos sido creados para hacer el bien».
El obispo se refirió al deber de los cristianos a «ser personas de paz». «No puede que en un mundo tantos cristianos suframos todavía el mal de la guerra». Si todos fuéramos «agentes de paz, otro gallo cantaría». Por último, subrayando el sínodo, como una oportunidad para los jóvenes a «escucharnos y escuchar el espíritu santo».
Fuente: Abat Oliba CEU