Justícia i Pau celebra las bodas de oro
Los representantes, miembros y amigos de la entidad festejan 50 años de trabajo en defensa de los Derechos Humanos y de la dignidad de la persona en Barcelona

«Utopías que no lo son». Con este lema la entidad Justícia i Pau celebra este año cincuenta años de trabajo en Barcelona demostrando que denunciar injusticias y defender los derechos humanos es posible. La asociación fue creada por el Papa Pablo VI en 1967, y un año más tarde, se estableció en Barcelona para denunciar las injusticias que sufría la sociedad. Ahora, cincuenta décadas después, este mes de febrero, los representantes y los amigos de la entidad se han encontrado en una jornada festiva para celebrar las bodas de oro.
Celebración de Acción de Gracias
«Es una alegría saber que durante 50 años ha habido gente que ha dado mucho y ahora tener gente que está dispuesta a continuar con los años que sea necesario», explica el presidente de la entidad Eudald Vendrell. Según este, los pilares que han sostenido la entidad durante estos cincuenta años han sido «la solidaridad, la fraternidad de los humanos y la fidelidad a la dignidad de la persona».
La celebración se inició con una Misa de Acción de Gracias en la parroquia de Santa Tecla. El obispo auxiliar de Barcelona Mons. Sergi Gordo presidió la celebración junto con el obispo del arzobispado de la Seu de Urgell, Mons. Enric Vives y el actual consiliario de Justícia i Pau, Mn. Josep M. Fisa.
Entre los asistentes, sentados con Eudald Vendrell, destacaban Eduard Ibáñez, director de Justícia i Pau en Barcelona y el director de d‘Afers Religiosos de la Generalitat Catalunya, Enric Vendrell. También, el presidente delegado de Mans Unides en Barcelona, Joan Martí y la directora del Institut Català Internacional per la Pau, Tica Font., Tica Font.
El obispo Vives, antiguo consiliario de la entidad durante muchos años, pronunció la homilía destacando que «la justicia y la paz deben ser fundamentales en el lenguaje del ser humano, y de todo cristiano». En esta línea, Eduard Ibáñez señala que son «el espíritu de defensa de los Derechos Humanos y de la dignidad de la persona lo que hacen el motor de la acción de Justícia i Pau«.
«Nosotros contribuimos a crear opinión pública a partir de los Derechos Humanos- explica Ibáñez-, mediante la palabra y con conferencias, jornadas de debate, se trata de crear opinión, un poso de valores en la sociedad para que sea más favorable la dignidad de la persona «. «Tratamos de influir en los poderes políticos con nuestras campañas para que hagan políticas más adecuadas para la persona», añade.
Comida y parlamentos
Abrazos y sonrisas, fueron el plato fuerte de la jornada que continuó con música y una comida juntos, donde intervinieron algunos de los referentes de la entidad como el presidente Eudald Vendrell, Tica Font y, entre estos, Arcadi Oliveres, presidente del 2001 al 2013. Este repasó las tres grandes etapas de la entidad: en primer lugar, los inicios en plena Dictadura, trabajando por la amnistía de los presos; la segunda etapa, marcada por Joan Gomis, que impulsó la «cooperación y el desarrollo hacia el mundo» por parte de la entidad; y una tercera etapa, con el sello de Eduard Ibáñez, con una acción continuada que ha ido penetrando en los diferentes sectores sociales.
Durante los parlamentos tomó la palabra el obispo Sergi animando la entidad a continuar en la misma línea, sobre todom ayudando a los pastores a «no dormirse» y guiándolos en este camino, velando por la dignidad de la persona.
La alcaldesa de Barcelona Ada Colau que, tal como dijo, no podía permitirse faltar en esta celebración, dio las gracias por la existencia de estas entidades que dan la cara por la justicia. «Sois una entidad imprescindible y un referente en defensa de la justicia y la paz en los momentos más difíciles– exponía la alcaldesa-, entendiendo que la defensa de estos dos valores significa no rehuir sino encarar la paz». «Son estas personas y estas entidades las que más necesita nuestra sociedad», añadió.