Jornada fraterna de diáconos con el obispo Javier Vilanova, dedicada al discernimiento

El encuentro, en la parroquia de San Eugenio de Barcelona y con la acogida del párroco Nino Rodríguez, incluyó la Eucaristía, la sesión a partir de las últimas catequesis del Papa y un almuerzo

18 diáconos de la archidiócesis de Barcelona, ​​la mitad acompañados por sus esposas, participaron este sábado, 29 de octubre, en el primer encuentro de formación permanente de este curso, presidido por el obispo auxiliar Javier Vilanova y con la coordinación de Josep Vidal, delegado para el Diaconado del Arzobispado de Barcelona. La jornada se celebró en la parroquia de San Eugenio de la capital catalana, que forma una agrupación con la del Pilar, ambas a la izquierda del Eixample. El encuentro incluyó una breve sesión de acogida para presentar esta comunidad cristiana, la Eucaristía, una completa sesión sobre el discernimiento y una comida de hermandad.

El párroco, Nino Rodríguez, acogió a todos los participantes con una breve explicación sobre la historia de la parroquia, que nació como una capilla del Hospital del Sagrat Cor, situado detrás del templo, en la Calle Viladomat. Su construcción fue encargada por Dorotea de Chopitea, propietaria de los edificios de toda la manzana, para las Hijas de la Caridad. Después, el obispo Javier Vilanova presidió la Misa, junto a Josep Vidal y Fernando Valdivia (adscrito a la parroquia) como diáconos asistentes. En la homilía, el prelado defendió el servicio de los diáconos basado «en la actitud de ser humildes» y administrar los dones del Señor.

Después, en la sesión de formación, el obispo Javier explicó que «el discernimiento es una transformación interior» que consiste en «ver las cosas como Jesús y sentirlas como él». En esta línea, añadió que «Dios habla a las comunidades» y que todo el mundo «debe escuchar al Espíritu, a Dios y a los demás», para conseguir una verdadera «transformación espiritual». El desarrollo del tema fue a partir de las 7 últimas audiencias generales que el papa Francisco acaba de dedicar precisamente al discernimiento. De la primera, Javier Vilanova subrayó los 4 elementos: «conocimiento, experiencia, cariño y voluntad». Aseguró también que «el discernimiento pide autoconocimiento» y que es «una reflexión de la mente y del corazón».

Javier Vilanova también repasó los principales puntos de reflexión, a partir de las otras seis catequesis del Santo Padre, con el ejemplo de Ignacio de Loyola haciendo «experiencia de escuchar el propio corazón después de la herida», la importancia de “la oración por conseguir la auténtica familiaridad y confidencia con Dios”, la necesidad de “entrar en nosotros mismos”, el deseo como “nostalgia de plenitud”, la presencia del “libro de la propia vida con todo lo que Dios escribe” y la desolación y el desencanto como un terreno donde “Dios actúa para ayudarnos”. Y en la parte final de la sesión formativa, el obispo auxiliar de Barcelona recordó la importancia de «promover comunidades vivas y evangelizadoras» dentro de una «Iglesia en salida de puertas abiertas y que hay que renovar», justo para conseguir una «corresponsabilidad fraterna que estimule el discernimiento en las comunidades».

El encuentro finalizó con un almuerzo donde todos los participantes compartieron inquietudes, proyectos, ilusiones y sensaciones sobre sus propias realidades pastorales, familiares y personales. El siguiente encuentro será el 17 de diciembre, día en el que los diáconos podrán conversar con el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, ​​en la residencia sacerdotal San José Oriol.

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