JMJ: Misa en acción de gracias «Ser el lápiz de Dios»
La eucaristía se ha celebrado conjuntamente con los jóvenes de la archidiócesis de Barcelona y el obispado de Terrassa
Esta mañana, los jóvenes de la archidiócesis de Barcelona, junto con los del obispado de Terrassa, han celebrado una misa de acción de gracias con motivo de estos días de especial Gracia, vivencia y comunidad que han podido vivir. La eucaristía ha sido presidida por el obispo de Terrassa, Mons. Salvador Cristau, y concelebrada por el arzobispo de Barcelona, Card. Juan José Omella, junto con los obispos auxiliares, Mons. David Abadías, Mons. Sergi Gordo y Mons. Javier Vilanova.
Los jóvenes, quién sumados eran más de 2500 personas, han escuchado la homilía que el arzobispo de Barcelona les ha dirigido, con un tono próximo y animando. Les ha recordado la llamada concreta que todos tenemos a una vocación, una llamada que nos podría parecer inesperada y sorprendente, «pero es la que ha hecho que, a día de hoy, todos estemos aquí [a la JMJ]». A continuación, ha expresado que todos los presentes «somos como un lápiz» y seguidamente, ha explicado la metáfora con una serie de instrucciones para poder ser «el lápiz de Dios»:
«1- Un lápiz puede llegar a hacer maravillas si se deja guiar por la mano de Dios – recordando que nos tenemos que dejar llevar con confianza y oración.
2- Se puede experimentar el dolor en más de una ocasión, como un lápiz se puede sentir dolorido en el momento que le sacan punta. Aun así, tenemos que permitir que se nos pueda «sacar punta», aunque haga daño, para aprender y crecer, sabiendo que el Señor hará un bien más grande.
3- Tendremos errores, pero siempre los podremos borrar con una goma. Los católicos tenemos la confesión, que borra nuestros pecados para que podamos volver a escribir.
4- En todo lápiz, la parte más importante es la que no se ve: la mina. Así nosotros, llevamos dentro de un tesoro que no se ve, solo el Señor sabe cada cual que tiene en su interior.
5- Finalmente, un lápiz siempre deja marca. Así pues, tú, joven, por cualquier superficie por donde pases, si vas de la mano de Dios, dejarás marca.»
El Cardenal ha acabado la homilía animándoles a recordar que la sociedad les está esperando después de la JMJ, afirmando que «el mundo está en sus manos, si se dejan guiar por el Señor». La celebración eucarística ha marcado el punto y final en estos días que han convivido en Cascais, y los jóvenes, con gran fuerza, han hecho un fuerte aplauso por todos los voluntarios que les han acompañado y que, sin ellos, no hubiera estado posible toda la organización.