JMJ: El Papa a la Vigilia «La alegría es misionera»
Los jóvenes de todo el mundo ya llegan a Parque Tejo para vivir el tramo final de la JMJ, la vigilia y la Misa de envío
Después de la Misa de acción de gracias, los jóvenes de Barcelona, y los que han venido de todo el mundo -excepto Maldivas- han emprendido esta tarde camino hacia Parque Tejo, donde han tenido que andar unas horas para poderse situar en la zona donde les había correspondido. Según la inscripción, los grupos se dividían en zonas, diferenciadas con números y letras. Un sol enrabiado punzaba con fuerza a los pelegrinos que llegaban con cánticos, ondeando banderas y saludándose los unos a los otros. Un ambiente amable y, a pesar de las condiciones, de felicidad.
La tarde iba cayendo y, cuando ya todos estaban instalados, ha llegado la figura a la cual todos estaban esperando: el papa Francisco. El pontífice, con el papa-móvil, se ha desplazado a lo largo del parque con el sonido del canto «esta es la juventud del Papa». Un espacio infinito de pequeños puntos que llenaban la zona, una imagen espectacular y una actitud admirable, sabiendo que, aún y el cansancio acumulado que todos llevaban, no se dejaban vencer por el desaliento. Un momento histórico por muchos de ellos y que tendrá unos frutos que probablemente no conoceremos.
Después de un espectáculo de danza y de drones que iluminaban palabras como «levántate» en diferentes idiomas, el Papa ha dirigido unas palabras breves y concisas donde el mensaje clave era la alegría. Francisco ha apuntado que «la alegría es misionera. Esto quiere decir que no solo es para uno, sino para todos». Partiendo con el ejemplo de Maria, quien en primera instancia fue a visitar a su prima Elisabet con la alegría de quien anuncia la Palabra y la hace modelo de vida. El Papa los hizo caer en el ejemplo que todos hemos tenido modelos de alegría, y estos han sido nuestras raíces. Así pues, «nosotros también tenemos raíces de alegría que tenemos que dar».
Siguiendo esta línea, el santo Padre ha animado los jóvenes a «ayudar a levantarse a aquellos que han caído». Finalmente, una pregunta simpática «a vosotros os gusta el fútbol?, porque a mí sí. Y sabemos que, para poder marcar goles, uno se tiene que entrenar», poniendo el foco en la cultura del esfuerzo.
La vigilia acompañada con el Papa ha acabado con una adoración eucarística. Pero el buen ambiente y la alegría no ha parado. Una vez ha finalizado el acto oficial, los jóvenes han seguido cantando, conociéndose entre ellos, intercambiando culturas. Sacerdotes confesando, algunas capillas de adoración improvisadas en medio del campo, una zona donde, sin duda, se puede percibir la Gracia abundante.