Enzo Bianchi, Biblia y espiritualidad
El fundador de la comunidad monástica ecuménica de Bose (Italia), Enzo Bianchi, invitado por la Fundación Joan Maragall, impartió el pasado 6 de junio la conferencia «Biblia y Espiritualidad», en la que remarcó la relación entre la espiritualidad fundamentada en la Biblia como búsqueda de Dios y como humanización de las personas. Esta comunidad, en [...]

El fundador de la comunidad monástica ecuménica de Bose (Italia), Enzo Bianchi, invitado por la Fundación Joan Maragall, impartió el pasado 6 de junio la conferencia «Biblia y Espiritualidad», en la que remarcó la relación entre la espiritualidad fundamentada en la Biblia como búsqueda de Dios y como humanización de las personas. Esta comunidad, en 2018 celebrará 50 años de la fundación.
Comunidades como la de Bose son el futuro?
Esto no lo puedo decir, porque se refiere a la comunidad futura. Actualmente tenemos muchos jóvenes que buscan la vida monástica. Las vocaciones no faltan, los jóvenes en búsqueda nos vienen a encontrar para que nuestra comunidad se presenta como tradicional en todo lo que es una herencia monástica y, al mismo tiempo, en diálogo con la actualidad y en la contemporaneidad.
Usted es amigo del papa Francisco. Como valora su pontificado?
Ciertamente que siento una gran consonancia con el papa Francisco; su acción en la reforma de la Iglesia y su voluntad de diálogo son realidades muy necesarias. Además, ha dado una posibilidad de libertad de la Iglesia que no existía y que es una novedad absoluta. Hoy existe la libertad de expresar la propia investigación referente a la Iglesia, la pluralidad de tantas energías, la pluralidad de espiritualidad, la pluralidad de métodos pastorales …; todo esto es un derecho y no está condenado al silencio.
¿Qué relación hay entre Biblia y espiritualidad?
La espiritualidad pertenece a cada persona. Cada persona puede tener su vida interior. Ciertamente, la Biblia, como Escritura que es Palabra de Dios para los creyentes, es una gran ayuda inspiradora hacia esta búsqueda interior en la que no se puede separar la búsqueda de Dios, que se convierte en la búsqueda del hombre. Es un camino de humanización absolutamente necesario para la fe cristiana.
Òscar Bardají y Martín