Encuentro diocesano de la Pastoral de la Salud sobre la misericordia y el duelo

Unos setenta agentes de la pastoral se reúnen en el Hospital de San Rafael con el lema "Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso"

Con el lema “Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso” (Lc 6,36) ha tenido lugar el encuentro de la Pastoral de la Salud del Arzobispado de Barcelona, este primer sábado de marzo. Tal y como declaró el director del Secretariado Interdiocesano de Pastoral de la Salud (SIPS), Mn. Joan M. Bajo, un encuentro para «sensibilizarnos a todos -pueblo de Dios, las instituciones sanitarias católicas ya toda la sociedad- sobre la necesidad de acompañar a quienes sufren y aquellos que les cuidan».

Alrededor de setenta personas de diversos ámbitos de la pastoral de la salud (hospitales, parroquias, residencias, voluntariado..), asistieron a esta jornada diocesana, que tuvo lugar en el Hospital Sant Rafael. La apertura del acto fue a cargo del propio coordinador del servicio religioso del Hospital San Rafael, Manuel Arrebola, quien dio la bienvenida a los asistentes e hizo la oración inicial.

El objetivo de la convocatoria era, por un lado, actualizar la toma de conciencia en la necesidad de acompañar a quien sufre; en segundo lugar, compartir la experiencia de todos los ámbitos de la Pastoral; y, por último, profundizar en el sentido de misericordia y en el proceso de duelo, tan necesario en tiempos de pandemia. Para abordar estos dos puntos asistieron como ponentes el decano de la Facultad de Teología, dr. Joan Torra y  Mn. Aldison Tolentino, psicólogo que realizó una exposición sobre “Las etapas del duelo: un abordaje psicológico”.

Ser Misericordiosos a semejanza de Dios

El decano de la Facultad de Teología expuso Reflexiones sobre el lema de este año: Sean misericordiosos, como lo es su Padre‘. Desgranó el significado de ‘misericordia’, y cómo se concilia con los agentes de la pastoral de la salud, desde el ejemplo de lo que enseña Dios y lo que vivió Jesús. «Jesús nos recuerda que la vida no termina con la muerte, sino con la resurrección. La misericordia de Dios debe ser el modelo del de mi misericordia».

Torra subrayó la misión y necesidad de ser portadores de esperanza, la cual podemos aprender de Jesús y de la propia comunidad. «Recuerde que no vaya solo, sino que lo haga en comunidad, en nombre de la Iglesia como ministerio que se le confía. La Iglesia debe ser «saludable» un puesto de salud, y sanadora – continuó-. Hay que curarnos a nosotros, y darnos a Dios, para poder dar esperanza y ser misericordiosos con nuestros hermanos», dijo.

La realidad del duelo que nos afecta a todos

«No hay una realidad más universal y que nos afecta a todos que es la experiencia de la pérdida». Con esta afirmación Mn. Tolentino, inició su intervención, en torno a la cual pronunció un detallado análisis de las fases del duelo: negación, ira, tristeza, negociación y elaboración del duelo. Desglosarlas desde un abordaje psicológico a la luz de la comprensión cristiana del ser humano.

Se refirió al duelo como un «proceso psicoemocional, que se desencadena después de una pérdida; y no tiene lugar sólo cuando se muere alguien que amamos, sino también cuando vivimos un cambio de vida importante». Desde su conocimiento en psicología, Adilson Tolentino expuso cómo la psicología detecta «a partir de la experiencia clínica que, ante una pérdida, por menor que sea, se pone en marcha un proceso de curación psicológico que decimos luto» el cual evita caer en la melancolía profunda o, incluso, el suicidio.

Acompañamiento evangélico y espiritual

El director de los SIPS cerró el encuentro en sustitución de Carmen Benito, directora del Secretariado de la Pastoral de la Salud del Arzobispado, que no pudo asistir. En su nombre, agradeció la implicación de todos los organizadores del encuentro y a los asistentes su presencia.

Mn. Bajo insistió en el lema y valor de la misericordia para los agentes de la Pastoral de la Salud. «Nosotros debemos ser misericordiosos para acercarnos a quienes sufren de manera integral y humanizadora al hombre de hoy, tal y como lo hacía Jesús: amando, perdonando, consolando, haciendo nuestras sus enfermedades y sufrimientos».

Repasando también lo expuesto sobre el duelo, aseguró cómo aunque cada vez hay más iniciativas para tratar el duelo desde el ámbito psicológico, es necesario tratar y no obviar la dimensión espiritual. Recordando la intervención de Mn. Adilson Toletino, subrayó cómo desde la perspectiva de la psicología, «hay un camino que debe ir transitándose para asumir esta pérdida desde la comprensión cristiana ya la luz del mensaje de vida de Jesús (…) Debemos hacerlo desde la perspectiva evangélica, para hacer este acompañamiento a los sufrientes», añadió.

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