Los jóvenes hacen el Camino por la costa
El delegado de Juventud narra la experiencia del peregrinaje hacia Santiago de Compostela de este verano 2017

«Donde tú vas yo voy, donde vives yo vivo! Te seguiré!» Es la vuelta de lo que se ha convertido en el himno de esta peregrinación diocesana de jóvenes. El último sábado de julio 110 jóvenes de más de 10 parroquias de la diócesis nos dirigíamos a Pontevedra, Galicia, para empezar el Camino de Santiago, por una variante del Camino portugués que recorre la costa.
Domingo llegábamos al monasterio de Poio, y el lunes , “con la lengua fuera”, subimos hasta Armenteira, bajando luego por la preciosa ruta de la piedra y el agua.
Siempre empezábamos el día con una oración con cantos, lectura de un salmo y una exhortación a vivir el Camino, no sólo con los pies, sino también con el corazón. Por las tardes, después de un merecido descanso, escuchamos varias catequesis realizadas por jóvenes sobre cómo Dios puede guiar nuestra vida. Martes, llegábamos al mar por Vilanova de Arousa donde, al día siguiente, ya con el cardenal, subimos a un barco que nos reprodujo la «translatio»: el traslado de los restos del apóstol en Padrón. Pero seguramente uno de los momentos más inolvidables del viaje fue la tarde en la playa de la isla de Arousa. Baño, juegos, catequesis sobre la oración, reunión por grupos, cena de picnic y al final… Jesús. Mientras el sol se ponía y la marea bajaba tuvimos una hora de adoración y alabanza al Santísimo Sacramento, guiado por el Sr. cardenal. Como los apóstoles a orillas del lago, esa noche fuimos invitados a decirle sí a Jesús sin miedo.
Jueves continuado hasta Padron, saliendo desde las imponentes torres vikingas de Catoira. A Padrón tuvimos la celebración del perdón, un momento especial para muchos jóvenes, que hacía tiempo no recibían el sacramento, que dio emoción, llanto y al final paz en el corazón. La piedra que habíamos cargado todo el día, y que tiramos al río, significaba esta liberación que lleva el saber perdonar.
Viernes vino la etapa más dura hasta Santiago, donde el cardenal presidió la misa del peregrino, con botafumeiro incluido. El cardenal se despidió y todos los jóvenes agradecieron su presencia cercana, como un peregrino más, haber podido hablar con él durante el camino y muchos confesarse con él.
Antes de partir el sábado a Fátima organizamos la noche del viernes un divertido ‘Talent show’. Cantos, chistes, trucos de magia. Todo valía para mostrar tus habilidades.
Y el sábado … Fátima. Un santuario sencillo y austero, donde la presencia de María lo llena todo. Muchos reconocieron la emoción al ver la fe de los peregrinos de rodillas y la pequeña imagen de la Virgen, que te recibe sonriente y con mirada serena a la Capelhina. María ha sido un buen final de peregrinación!