El Taller Sant Camil no se detiene

El Centro Ocupacional mantiene el servicio durante el confinamiento gracias a la disposición de los trabajadores y de las familias de los usuarios

Trabajadores del Taller Sant Camil
La crisis provocada por el Covid-19 ha puesto a prueba los servicios que socialmente consideramos esenciales. La sanidad es el ejemplo más notorio por razones obvias, pero también aquellos servicios dedicados al tercer sector. Entre estos destaca el Centro Ocupacional Taller Sant Camil dirigido a personas con discapacidad intelectual y en edad adulta. El centro, cobijado en la Fundación de la Santa Creu, durante el confinamiento ha tenido que redistribuir y coordinar su labor a través de internet y de llamadas de seguimiento, bajo la premisa: #ElTallerSantCamilVeACasa
El taller, ubicado en el barrio del Guinardó desde hace muchos años, ha encontrado una red de apoyo vecinal y asociativa del todo necesaria para desarrollar su tarea inclusiva del día a día.

Apoyo personal y mantener el vínculo

El pasado 13 de marzo, con el confinamiento, comenzaron los primeros interrogantes. Entre estos, el prioritario: como el centro ocupacional podía detener su actividad ahora que los usuarios necesitarían más que nunca su apoyo? Un mapa de urgencia de la situación permitió diagnosticar las necesidades. A partir de aquí se planteó un apoyo y seguimiento a las familias y usuarios, en este nuevo escenario. Al mismo tiempo se repensó las herramientas y el trabajo ideal para poder acompañar a las personas que atiende el centro.
El reto ha sido crear actividades diarias y motivadoras, de manera que hubiera un retorno para poder valorar la efectividad de la propuesta. El objetivo, y en previsión que el período de confinamiento sería largo, ha sido asegurar el apoyo personal y mantener el vínculo.

Profesionales y familias a la una

En este escenario todo el equipo de profesionales del Taller San Camil se puso en marcha y en un tiempo muy corto comenzó a diseñar una programación de circunstancias, estrategias motivacionales, ocupacionales, terapéuticas, etc. El lunes 23 de marzo, el taller reabrió sus puertas, en este caso puertas virtuales, pero puertas, y si es necesario se hacen visitas presenciales a domicilios.
La clave del éxito de la propuesta ha residido en la complicidad de las familias y cuidadores. Estos deben ser el vehículo necesario para hacer llegar las propuestas diarias que hacen los profesionales del taller a los usuarios. Las familias han sido la piedra angular donde poder sustentar todas las propuestas. Gracias a ellas el Taller San Camilo no se ha detenido estos días de confinamiento. «Más que nunca, el Taller San Camil son una gran familia», asegura el director del centro Sergi Gil.

Testimonio de Sergi Gil: «El Centro es una gran familia»

https://www.youtube.com/watch?v=kR2MyTc2zvY&feature=youtu.be

Esperanza de reabrir pronto

En estos momentos todas las personas vinculadas al Taller Sant Camil, usuarios y profesionales, se encuentran en perfecto estado de salud y están en casa. Se espera que pronto se pueda reabrir las puertas, las de verdad, con más fuerza y ​​ganas que nunca.
Al mismo tiempo se ha tratado de dar soporte a otros servicios de la Fundación de la Santa Creu ubicados en Barcelona. Es el caso de la Casa de Reposo de San Camilo que acoge un servicio residencial para personas en riesgo de exclusión, un servicio de unidades familiares procedentes de desahucios y un asilo refugio para familias refugiadas.
¿Te ha interesado este contenido? Suscríbete a nuestro boletín electrónico. Cada semana, la actualidad de la Iglesia diocesana en tu correo.

Te interesará ...