El obispo Gordo preside el concierto de la Filarmónica de Viena en la Sagrada Familia
Un millar de personas asisten a un acontecimiento inédito con la melodía de la sinfonía número 4 'Romántica', de Anton Bruckner

Un millar de personas han podido disfrutar del sonido de la sinfonía número 4 ‘Romántica’, de Anton Bruckner, en un escenario inigualable, la basílica de la Sagrada Familia. Este pasado 18 de septiembre la Filarmónica de Viena ha hecho parada en Barcelona para tocar bajo la luz de Gaudí en un concierto presidido por el obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Sergi Gordo, que forma parte de un ciclo de conciertos de las sinfonías completas de Bruckner en lugares icónicos de Europa.
La Sinfonía número 4 ‘Romántica’ de Anton Bruckner sonando en la Sagrada Familia
El programa musical ha empezado con el estreno mundial de ‘Elysium’, una pieza del compositor canadiense Samy Moussa encargada por la Filarmónica especialmente para la ocasión. A continuación, la Filarmónica de Viena ha interpretado la Sinfonía número 4 ‘Romántica’ de Anton Bruckner, célebre autor contemporáneo de Antonio Gaudí, y que se estrenó el 20 de febrero de 1881 por la misma Filarmónica. El director ha sido el maestro Christian Thielemann, gran experto en la potente y grandiosa música de Bruckner, que ha dirigido los más de 80 músicos de la orquesta.
El concierto especial interpretado en la Sagrada Familia fue producido por RTVE para la Unión Europea de Radiotelevisión, bajo la promoción de la Fondazione Pro Musica e Arte Sacra, que lo distribuirán en más de 40 televisiones de todo el mundo, convirtiéndose en uno de los conciertos de música clásica de mayor difusión de la historia.
400 personas vivieron el ensayo general
Con la voluntad de acercar este acontecimiento único a la ciudadanía de Barcelona, el 17 de septiembre, un día antes del concierto especial se celebró el preestreno con la asistencia de 400 personas al ensayo general del concierto que ofrecería el día siguiente la Filarmónica de Viena. En aquel ensayo, el director Christian Thielemann declaró a RTVE que estaba «impresionado por el arte y la belleza de la Sagrada Familia, sin duda un marco excepcional para un sonido tan especial como el de la Filarmónica».