Omella invita a los barceloneses a vivir la fraternidad
Más de mil personas asisten a la Sagrada Familia para participar del encuentro de seguimiento del Plan pastoral diocesano «¡Salgamos!»
El Plan pastoral de la Iglesia que peregrina en Barcelona hace más de un año que camina. Este primer domingo de junio, en el día de la Ascensión del Señor, ha tenido lugar un encuentro diocesano de seguimiento del documento ¡SALGAMOS! Orientaciones y propuestas para una conversión pastoral en la archidiócesis de Barcelona, texto que constituye el vigente Plan pastoral diocesano.
Más de mil personas participaron en la basílica de la Sagrada Familia para conmemorar este primer año de desarrollo del documento diocesano, un tiempo que se ha dedicado especialmente a trabajar el eje de la fraternidad en toda la diócesis. El cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, presidió el acto, conducido por dos laicos diocesanos, Assumpta Sendra y Juan Hernández.
Un vídeo con imágenes introdujo el acto, ejemplificando la fraternidad, a través de diferentes acciones realizadas por parroquias y entidades de Iglesia durante los últimos meses. A continuación, se inició la celebración con la entrada del cirio pascual. A medida que la luz del cirio avanzaba por la nave central, camino del altar, cientos de pequeñas lámparas fueron encendidas por los feligreses que llenaban los bancos.
Testigos diocesanos
Seguidamente, ocho personas aportaron su testimonio de fraternidad vividos durante este curso. Eran testigos llegados de diferentes puntos de la diócesis, como de la parroquia de Santa María del Mar, del arciprestazgo del Poblenou, de una comunidad cristiana de Santa Coloma de Gramenet y también de un grupo interreligioso vinculado a la Comunidad de Sant’Egidio.
Elena Viarte, por ejemplo, explicaba el recibimiento por parte de su comunidad cuando llegó del extranjero. Una hermandad en la que «he encontrado amistad y la libertad de vivir en fraternidad las penas y las alegrías». «Es el tesoro más grande que tengo en Barcelona, el vivir la fe con comunidad», explicaba. También, situaciones de fraternidad interreligiosa, como la que se da a Sant’Egidio, en que las personas, indiferentemente de su creencia se unen para ayudar al más necesitado. Tal como exponía Nazaret Acalai, de religión musulmana, «a pesar de ser diferentes y ser fácil vivir con miedo, la oración nos salva». «Doy las gracias porque con la fraternidad inquirida y el testimonio de cristianos puedo ser mejor», añadía.
Por otra parte, Bartolomé Chapa y Mari Martín, daban testimonio de la gracia de convivir entre comunidades parroquiales, a través de grupos dedicados a las personas mayores, y los más vulnerables. «Un hábito que involucra todas las parroquias del Poblenou». Según destacaron, «la fraternidad nos hace crecer como personas con actividades dadas a la sociedad». «La empatía hace que las comunidades vivan en fraternidad y las relaciones humanas crezcan a través de esta donación de compartir la caridad», aseguraba.
La asamblea respondió cantando Damos gracias al Señor. Después entró el Evangeliario en procesión para poder proclamar el Evangelio del día de la Ascensión. Se recibió y aclamó con el canto del Aleluya.
Una llamada a la misión
En el tramo final del acto, subió al presbiterio el cardenal Juan José Omella para pronunciar unas palabras en las que agradeció la labor realizada por los diocesanos en los primeros meses de aplicación del Plan pastoral e invitó a todos a seguir trabajando el eje de la fraternidad. «Dios es fraternidad, relación y comunión – exponía el cardenal- y nosotros hemos sido creados a su imagen. Por ello es fundamental vivir esta relación de comunidad entre nosotros».
También anunció que, en el tiempo de Adviento, tomará el relevo un nuevo objetivo que recoge el Plan pastoral: la escucha y acompañamiento de los jóvenes. Un nuevo eje, pero sin dejar de lado el de la fraternidad, y teniendo en cuenta el punto central en la loseta: Jesús. «Todo viene de él. La transformación del mundo viene del encuentro con el Señor, que nos da la fuerza del Espíritu para anunciar al mundo el Evangelio». En este sentido, señaló tres principios para seguir la misión como cristianos: «la adhesión a la enseñanza de los apóstoles», «vivir en común la oración y la Eucaristía» y «la fraternidad entre todos».
Oración de acción de gracias
Toda la asamblea, invitada por el arzobispo de Barcelona, rezó en ese momento el Padrenuestro. El cardenal Omella ha pronunciado unas palabras de envío animando a todo el mundo a seguir creciendo en la fraternidad. Finalmente, el arzobispo metropolitano impartió la bendición, acompañado de los dos obispos auxiliares de Barcelona, Mons. Sergi Gordo y Mons. Antoni Vadell.
Por último, los presentadores invitaron todo el público asistente -representantes de las parroquias, arciprestazgos, delegaciones, movimientos asociaciones y entidades- a encender nuevamente las pequeñas lámparas distribuidas en el seno de la asamblea reunida.