«Dales un hilo de esperanza»
Cáritas Barcelona presenta la Campaña de Corpus y la memoria del curso 2016 donde se evidencia una "sociedad a dos velocidades"

Con motivo del día de Corpus Christi, Cáritas Diocesana de Barcelona (CDB) ha presentado la memoria de 2016 y ha hecho un avance de los primeros cinco meses de 2017. En presencia del arzobispo de Barcelona Joan José Omella, el director de CDB Salvador Busquets ha querido destacar que a pesar del escenario actual de expansión económica, seguimos inmersos en una profunda crisis social.
Busquets ha destacado que cada vez son más las personas que tienen que construir su vida sobre unas bases inestables: los trabajadores que reciben ingresos insuficientes para cubrir sus necesidades básicas, con inseguridad, incertidumbre y falta de garantía en las condiciones de trabajo, viven en una situación precaria que se extiende a todos los ámbitos de su vida (salud, vivienda, educación…), como si entraran en un laberinto del cuando no pueden salir. «La puerta de entrada al mercado laboral es la precariedad – indicó Busquets – y el aumento de esta precariedad afecta a las personas más vulnerables». Asimismo, el director de CDB ha remarcado que la carga de la crisis se ha distribuido de manera poco equitativa, y los pobres la han sufrido con más intensidad.
Mercè Darnell, adjunta a la Acción Social de CDB, destacó que la atención de Cáritas es más intensiva, y que las personas necesitan más ayudas en todos los ámbitos de su vida. En 2016, CDB ha atendido 22.435 personas (un 6% menos en relación al año pasado), al tiempo que los servicios prestados han aumentado un 4,2%, y el Servicio de Ayudas Económicas (SAE) las ha incrementado en un 7% (alimentos, alquiler, suministros, transportes, material escolar, etc.) con relación a 2015.
Trabajar ya no garantiza salir de la pobreza. El 77% de las personas atendidas en edad laboral se encuentra en paro, y un 16% trabaja pero con ingresos insuficientes. Por otra parte, el 45% de las personas atendidas no cuenta con un hogar digno, y un 31% de los hogares con hijos están a cargo de una madre sola.
Desde CDB se sigue trabajando para ofrecer hilos de esperanza: 1.114 personas han encontrado trabajo gracias al programa de Formación e Inserción Sociolaboral, se ha evitado que 3.355 personas se queden en la calle por medio de ayudas económicas, mediación, pisos compartidos y unifamiliares y centros residenciales, y se han destinado 4,3 millones de euros en ayudas a las necesidades básicas.
En relación a los datos de 2017, las personas atendidas vuelven a aumentar un 6%, cifra que demuestra que la crisis social continúa. Destaca la llegada de personas que provienen de países en situación de conflicto y violencia.
El director de CDB ha pedido a la Generalitat que siga trabajando para implementar la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC) en septiembre; una ampliación del parque de vivienda de alquiler social público; un trabajo decente que asegure la supervivencia, garantice los derechos de ciudadanía y sea fuente de realización personal; y finalmente la protección a las personas migradas y refugiadas impulsando políticas internacionales y de ámbito europeo que garanticen el cumplimiento de sus derechos.
Para cerrar el acto, el arzobispo de Barcelona, Joan José Omella, ha querido agradecer a Cáritas Diocesana de Barcelona la tarea fundamental que realiza para transformar el conjunto de la comunidad cristiana en sujeto de la caridad. «Detrás de estos datos hay personas con nombres y apellidos» ha indicado, y ha hecho un llamamiento para superar los intereses individuales, construyendo una sociedad más justa, fraterna y solidaria.
Durante la rueda de prensa se ha presentado la campaña «Atrapados en la precariedad», que estará presente en diferentes medios de comunicación. Además, el domingo 18 de junio tendrá lugar en todas las parroquias de la diócesis la colecta a favor de Cáritas.
[Texto: Càritas Barcelona]