Conoce el programa de orientación laboral de Cáritas a través del testimonio de la referente laboral Emma Batet
Cerramos los contenidos sobre el Eje de los Pobres hasta septiembre con el programa de Cáritas Barcelona Puntos de información de orientación laboral en la Zona Pastoral 2

Con el testimonio de Emma Batet, referente laboral de la Zona Pastoral 2 en Cáritas Diocesana de Barcelona, cerramos los contenidos sobre el Eje de los Pobres hasta septiembre. Esta vez hablamos del programa de Puntos de información de orientación laboral que lleva a cabo Cáritas alrededor de la diócesis pero especialmente centrado en la Zona Pastoral 2. «Hay puntos de acogida laboral en las diferentes parroquias que acogen a personas interesadas en temas de orientación laboral», explica Batet.
Conoce el programa de orientación laboral de Cáritas Barcelona
El programa de orientación laboral trata de una primera acogida sobre el ámbito de la formación y el trabajo, el referente laboral, en este caso Emma, analiza conjuntamente con la persona cual ha sido la trayectoria laboral, el dominio del catalán y castellano, sus ánimos y qué expectativas laborales tiene de cara al futuro. «La acogida consta de dos partes: la primera se responde en las consultas, dudas de las personas atendidas y la segunda parte aborda los servicios y las ofertas disponibles desde Cáritas». La evaluación indicará en qué punto del itinerario de formación e inserción sociolaboral se encuentra aquella persona. A partir de aquí, se pactan los pasos posteriores para que se adquiera un compromiso con el mismo proceso laboral. «Los perfiles que llegan acostumbran a ser personas en situaciones irregulares, con economía sumergida o sin trabajo, que necesitan mejorar su situación» afirma Emma Batet.
La referente laboral explica por qué empezó en el programa de orientación laboral. «Desde pequeña siempre he tenido la necesidad de querer ayudar, escuchar al otro. Estar junto al otro y darle herramientas que lo ayuden a echar adelante». Finalmente, ha asegurado que «tenemos que considerar a la Iglesia como un agente dentro de la sociedad que tiene un potencial muy bueno de detección de necesidades. Es una oportunidad para poder trabajar juntos y mirar las vías de mejora para poder ayudar a la gente que lo necesita».