Comentario de cine espiritual: «Anton, su amigo y la revolución rusa»
Un judío y un cristiano muestran la fuerza de la amistad y la inocencia ante los intereses y desavenencias sociopolíticas

Esta semana el Cine Espiritual comenta el estreno en los cines de Anton, su amigo y la revolución rusa. Se trata de la última película dirigida por Zaza Urushadze, director del éxito Mandarinas, que fue galardonada por diferentes premios cinematográficos. Ahora, postmorte estrena esta nueva producción en las salas de cine.
El director ucraniano murió en diciembre de 2019, dejando esta perla cinematográfica pendiente de estreno. En este caso, vuelve a emocionar a partir de una historia inspirada en hechos reales y presentada desde la relación de dos niños pequeños. A pesar de sus diferencias se harán fuertes gracias a su amistad.
Sinopsis
Una vez terminada la Primera Guerra Mundial y la revuelta de los bolcheviques la sociedad ucraniana atraviesa un periodo sociopolítico con tensiones e inestable. En medio de este contexto, en una localidad pequeña y apartada viven un niño cristiano y un judío. La amistad entre ellos dos consigue sobreponerse a los prejuicios, el odio y el paso del tiempo.
El arma de la inocencia
La crítica de cine destaca como la película fusiona la delicadeza y la crudeza de los hechos, relatados con una producción muy sencilla que se adapta a la perfección con el relato de la inocencia de los dos niños.
El tema más trascendental es el de la inocencia. Así, el crítico de cine, Mn. Peio asegura que la bondad y la transparencia en relación entre los dos niños contrasta con los intereses de los adultos. «En medio de los conflictos políticos y las confrontaciones por las diferencias sociales, reflota la fuerza de estos de estos dos niños, que a pesar de religiones diferentes, demuestran como la amistad ante todas las cosas». En esta línea, desde el medio ABC reafirman que «la bondad es capaz de propiciar los mayores errores. Es una de las enseñanzas que se llevan los niños y el espectador atento».