Card. Omella: «Todos somos migrantes en esta tierra, camino hacia el cielo»

La Catedral de Barcelona acoge la celebración con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado con la participación de todas las comunidades cristianas

Fotografías: M. Punsoda/ G. Simón
Este domingo 25 de octubre la catedral de Barcelona ha acogido la celebración diocesana de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. Se trata de la convocatoria anual a la que nos llama el papa Francisco para vivir la pluralidad y la riqueza de la Iglesia. El arzobispo de Barcelona, ​​el cardenal Juan José Omella presidió la celebración, concelebrada con los sacerdotes de las diferentes comunidades. Tal como explicaban desde el Secretariado Diocesano de Pastoral con Migrantes, el objetivo del encuentro es animar a las comunidades cristianas a tomar conciencia del drama humanitario de aquellos que se ven forzados a dejar su casa por motivos económicos, por la violencia o por el cambio climáticos, todo el mundo.
La celebración contó con la participación de los fieles de las diferentes comunidades, que se unieron en la oración y con los cantos propios de cada cultura. También, como representación de esta iglesia plural se leyó la Palabra de Dios i las plegarias en las diversas lenguas de las comunidades. Estaban presentes también miembros de diversas entidades sociales de iglesia como Cáritas Barcelona – también organizadora del acto- y Manos Unidas. Se recordaba así que «todos somos hermanos», tal como subrayaba Omella durante la Homilía, haciendo referencia también a la encíclica del Papa Fratelli Tutti.

Migrantes como Jesús

«Como Jesucristo, obligados a huir» ha sido el lema de este año. Recordaba cuando María, José y Jesús se ven obligados a emigrar a Egipto, huyendo de la persecución de Herodes. Precisamente, en su mensaje, el Papa pide hacer hincapié en los desplazados internos en países sin infraestructuras para acogerlos. «Una migración invisible que se suma a la tragedia que a menudo es noticia en las fronteras del Mediterráneo, de México y Estados Unidos de América, y de tantos otros lugares del planeta», exponen desde la Pastoral de Migrantes».
Durante la homilía, el arzobispo de Barcelona también hizo especial mención a este lema que nos dice como Jesús, al igual que tantos migrantes huyó dejando su cultura su tierra. «Un ejemplo de cómo Él vive y sufre con nosotros».

Amar a Dios a través del Hermano

Omella se detuvo en el mandamiento Amarás a Dios sobre todas las cosas como a ti mismo. Un mandamiento que nos remite a la estima hacia el otro, «imagen de Dios y tu hermano». «Tenemos que aprender a amar a Dios a través del Hermano», decía Omella. En este sentido, destacó los cuatro grandes verbos que tan subraya el Papa: acoger, proteger, promover e integrar. Cuatro acciones para llegar a conocer al otro de verdad, ya que, «sólo se conoce al otro si se le ama, cuando lo conocemos lo comprendemos», dijo Omella.
Exhortó a los presentes a tener una «actitud de servicios hacia los demás» y dar «una acogida sencilla y humilde». Una llamada dirigida sobre todo al trato con los recién llegados que llegan, con los que hay que ser humilde. Como en la Parábola del Buen Samaritano, se refería Omella, de la que se ha de dar ejemplo, siendo la Iglesia Samaritana que el Papa pide.

Todos somos migrantes

«Ojalá podamos vivir como hermanos y construir un mundo de fraternidad y paz». Con este deseo, el arzobispo de Barcelona afirmaba que «ninguna cultura está por sobre las otras. Todas ellas son diferentes y se complementan. Hacemos este hermoso mosaico del mundo entero. Si todos los colores del arco iris fueran iguales, no sería tan bonito. Es mejor diferentes. Una iglesia católica donde todos cabemos».
Con esta pluralidad, el cardenal recordó que todos perseguimos una misma misión y unos mismos fundamentos. «Todos somos migrantes en esta tierra camino hacia el cielo, la casa común. Todos somos peregrinos en la casa del padre».«Compartimos la fe, la cultura, la amistad y un proyecto común: El amor que es acogida recogimiento del otro y perdón», añadió.

Flashmob de sensibilización

Tras la celebración, el Secretaritado de la Pastoral con migrantes organizó un Flashmob a los pies de la Catedral con el objetivo de sensibilizar. En medio la oscuridad de la noche, doce personas levantaron unos paneles con imágenes alusivas a la situación de muchos Migrantes y Refugiados. Estas imágenes se mantuvieron, arriba mientras un saxofonista interpretaba una melodía, a la vez que todos los presentes con las linternas de nuestro teléfono móvil. Los carteles, inadvertidos entre la oscuridad, quedaron iluminados, recordando aquellos que sufren y nadie ve.
Desde el Secretariado de la Pastoral con migrantes, el director Mn. Joan Cabot, expresa que además de tomar conciencia se quiere velar por que, «en la medida de nuestras posibilidades, podamos incidir en la forma en que nuestra sociedad acoge las personas de origen migrante y que buscan refugio entre nosotros». «Conviene que hagamos red, también con la sociedad civil, para velar por unas políticas justas y por un trato humanitario que tan a menudo echamos de menos en la gestión del hecho migratorio que hace nuestro país y toda la Unión Europea».

Canto de la comunidad ucraina Greco-católica 

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