Card. Omella: «Queridos jóvenes, la vida es preciosa y vivirla con intensidad»
El arzobispo de Barcelona preside la celebración de apertura del 33º Festival de la Juventud 2022 en el santuario de la Reina de la Paz en Medjugorje

Este primero de agosto, el arzobispo de Barcelona, Card. Joan Josep Omella, ha presidido la misa inaugural internacional del 33º Festival de la Juventud 2022, en el santuario de la Reina de la Paz, en Medjugorje (Bosnia y Herzegovina). Ante más de 50 mil jóvenes de todo el mundo, el arzobispo de Barcelona, invitó a «dejarse llevar y guiar por Santa María, a nuestra madre». Concelebrando con el arzobispo de Barcelona, destacaba Mons. Aldo Cavalli, visitador apostólico enviado por el papa Francisco, así como cientos de sacerdotes.
El encuentro está enmarcado bajo el lema «Aprende de mí y encontrarás la paz» (Mt 11,28-30). Una consigna que los jóvenes trabajarán entre el 1 y el 6 de agosto, con catequesis, varios testigos, orando y participando en diversas actividades programadas.
Banderas de amor y alegría
«La vida es preciosa y merece ser vivida con toda su intensidad». Con estas palabras llenas de fuerza, el Cardenal se dirigió a los jóvenes y les alertó de que «vamos librando varios combates y en ocasiones el mal puede hacerse presente». Por ello, remarcó que se trata de un «camino de conversión continua», en el que María y Jesús nos ayudan a identificar lo que nos perjudica.
El arzobispo de Barcelona describió el contexto actual movido por aspectos egocéntricos como la imagen, el prestigio o el afán de poder. Aspectos que «roban la paz y la alegría», lamentaba. En este marco, exhortó a aprovechar estos días para vivir plenamente la oración, la confesión, la palabra de Dios, el ayuno y la Eucaristía, para conocer el amor y misericordia de Jesús y entregarse a él.
«Nuestras banderas deben ser el amor y la alegría – les decia Omella-. Cerca de Dios perdemos el miedo y aflora el deseo de anunciar el Evangelio. Hacer un mundo más humano y fraterno. Salimos con la alegría de Dios dispuestos a andar por los caminos del apostolado y la evangelización en nuestro mundo». En este sentido, subrayó el mismo lema Aprenda de mí y encontrará su paz. «Jesús nos lo dice a cada uno de nosotros. Sobre todo a vosotros, el presente y el futuro de la sociedad», añadió.
Fe vivida en comunidad
El cardenal Omella destacó también como vía para llegar a Dios y descubrir su amor, “compartir la fe con los demás. Con todos los asistentes de diversas procedencias, cada uno con un recorrido diferente y un camino de fe personal, animó a compartir las experiencias de lo que le ayuda con los demás peregrinos».
«Todo lo que viviremos, escucharemos y compartiremos aquí son pasos que llevarán a Dios a nuestro corazón. Nos lo dirá y nos lo repetirá te quiero a ti, para ti y por ti he creado este mundo, para ti y por ti he muerto en la cruz».
Mensajeros siguiendo a los Santos Padres
Exhortó a los chicos y chicas a ser evangelizadores, porque «Dios nos ama y necesita de nosotros para anunciar la vida eterna y para transformar el mundo a la luz del Evangelio».
En este sentido, citó a los últimos papas subrayando algunos de sus buenos consejos. De San Pablo VI, que «la familia de la Iglesia existe para evangelizar». De San Pablo II, su invitación a «una nueva evangelización» y el reclamo del Papa Francisco a «salir anunciar la palabra de Dios con alegría». Todo esto, sin olvidar la advertencia de Benedicto XVI a no olvidarse de la Eucaristía, que puede llevar a «caer en el desánimo y cansancio evangelizador».
Finalmente, les dijo: «Queridos jóvenes, Jesús está aquí entre nosotros. No le vemos y muchos no le sentimos, pero está aquí y nos escucha y nos dice estoy en la puerta de tu corazón y llamo».