Cardenal Omella: «Que la palma y los ramos bendecidos os lleven a casa un hogar de paz»
Alrededor de dos mil personas asisten a la Catedral de Barcelona en los actos festivos de la jornada de Domingo de Ramos
Fotografías: Catedral de Barcelona
«¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en lo alto del cielo!«. Un año más, este grito de alegría y alabanza a Jesús, resonó en el Pla de la Seu, en Domingo de Ramos. Alrededor de dos mil personas asistieron ayer a la Catedral de Barcelona para celebrar esta fecha señalada del calendario litúrgico, marcada por el zarandeo de las palmas y ramos de los fieles que recuerdan la entrada del Hijo de Dios en Jerusalén. Tampoco faltó el agua bendita que el arzobispo de Barcelona, Card. Joan Josep Omella esparció contento hacia todas direcciones, hasta la última rama de olivo.
Humildad y Paz al servicio de los hermanos
Tras la lectura del Evangelio de Mateo, el cardenal Omella pidió tres actitudes referentes al hijo de Dios: humedad, servicio y paz. «Aprendamos a ser humildes ya estar cerca de las personas y siempre al servicio de los demás. Porque nuestro Dios es así, humilde, cercano y servidor».
En cuanto a la paz, se refirió a la palma, «al igual que la rama de olivo que lleva la paloma de la paz, que la palma y los ramos tontos lleven a su casa un hogar de paz», dijo. En este sentido, pidió por el fin de la guerra tanto en Ucrania como en los distintos lugares del mundo que viven en conflicto, y por parte de cada uno, exhortó a ser «portadores de paz».
Ante la traición primar el amor
Una vez en el interior del templo, se leyó el relato de la Pasión. De la alegría de la entrada de Jesús como el Hijo de Dios, se pasó a la amargura de la traición de Judas y la crucifixión del Señor. Tal y como dijo el arzobispo de Barcelona, «una contradicción entre el bien y el mal», ya que «ante el mal Jesús reacciona con amor».
«Vemos la traición de Judas – explicaba Omella – y vemos a Jesús que le ama y da su cuerpo y sangre. En lugar de reaccionar con odio, Jesús dice: Tome y coma. El cardenal detalló la reacción de dulzura de Jesús ante la vileza de su apóstol «Ante el mal Jesús reacciona con amor». Esta misma actitud de la Pasión de Jesús la pidió el Cardenal a todos los fieles. «Pedimos al Señor ser testigos de su amor en medio del mundo».