9 DE ABRIL
Santa Casilda

Día 9 de abril. DOMINGO DE PASCUA. Santa Casilda virgen
Con el nombre procedente del árabe, Casilda (“la que canta”) nació en Toledo de padres musulmanes. Su padre, el emir de Toledo, se había repartido las tierras del califato de Córdoba desde el Guadarrama a Sierra Morena. En su alcázar viva comodamente. Pero en las mazmorras malvivían algunos presos cristianos. Ella los visitaba y se compadecía llevándoles comida. La tradición nos explica que un día, que se encontraba muy enferma y los médicos del emir no le encontraban el remedio, los cristianos le aconsejaron que se dirigiera a Briviesca (Burgos) donde estaba la fuente de San Vicente que tenía aguas sanitosas. Casilda se curó y ya, de paso, se hizo bautizar como cristiana, llevando una vida solitaria de eremita. Murió hacia 1075.
En Barcelona ciudad se había venerado en la colegiata de Santa Anna y en la iglesia de Hostafranc, sobre todo. En el día de hoy se bendecían rosas de Santa Casilda que las mujeres recogían para que fueran medicinales, puestas en aceite. Y es que la iconografía la representa con flores en su regazo: la tradición explica que cuando los guardas la pillaron cuando llevaba la comida a los presos cristianos, ella abrió el delantal… lleno de rosas.
CON LA CELEBRACIÓN DE LAS VÍSPERAS TERMINA EL TRÍDUUM PASCUAL
VELA PASCUAL: El Velatorio «In qua totus vigilado mundus» = “en la que todo el mundo vela” (St. Agustí).
IMPORTANCIA
- «Según una antiquísima tradición, ésta es una noche de velatorio en honor del Señor, y la Vigilia que tiene lugar en esta noche, conmemorando la noche santa en la que el Señor resucitó, debe considerarse como la madre de todas las santas Velas » (St. Agustín, sermón 219).
- «Durante el Velatorio, la Iglesia espera la resurrección del Señor y la celebra con los sacramentos de la iniciación cristiana» (Congregación para el Culto Divino, “Carta sobre la preparación y celebración de las Fiestas Pascuales, 1988, CFP 77).
- «El Mesías está entre nosotros. Se ha disfrazado. ¿Sabemos acogerlo y tratarle cómo se merece? Podemos preguntarnos: ¿Quién es? ¿Qué disfraz ha escogido? Él ya nos lo dejó escrito en el Evangelio: “Todo lo que hacían a uno de esos hermanos míos más pequeños, me lo hacían a mí” (Mt, 25,40). Nos lo dice el Resucitado…Hoy que celebramos la Pascua de Resurrección, ojalá sepamos descubrir a Cristo resucitado entre nosotros» (Mons. Joan Josep Omella, 16.04.2017).
HISTORIA
- Primeros siglos: En el velatorio se ruega y escucha la Palabra, y termina con la celebración de la Eucaristía.
- Siglo IV: Ya se celebra el Triduum con la Semana Santa. Y en el Velatorio destaca el carácter bautismal de la Pascua: se celebran los sacramentos de la iniciación cristiana (el Bautismo, la Confirmación y la primera Eucaristía) como conclusión del catecumenado.
- Siglo X: Si bien en Oriente la Vigilia siempre se ha conservado, fue alrededor de este siglo que la vigilia se fue desdibujando en Occidente.
- 1951: Reformando la Semana Santa, el papa Pío XII restituye en la noche del sábado al domingo el velatorio que se celebraba por la mañana del sábado.
► Con la celebración de las Vísperas termina el Triduo Pascual.
La Octava de Pascua: Nació como consecuencia de la práctica bautismal. De la misma forma que durante la Cuaresma los catecúmenos eran introducidos en los contenidos de la fe, durante los ocho días siguientes al bautismo (del Velatorio Pascual), los neófitos recibían la mistagogía o explicación de los “misterios” (la nueva vida de Cristo a la que se habían introducido): «Las fiestas pascuales son celebradas por la tarde, como entre nosotros, y durante los ocho días pascuales, se hacen los divinos oficios por su orden, como se hace en todas partes» (Itinerario de ‘ Egeria 39,1, siglo IV).
La Cincuentena: Al mismo tiempo que se había configurado un tiempo de preparación para la Pascua (Cuaresma), surgió una prolongación de la misma en un período de alegría que duraba 50 días y que fue llamado ‘Pentekosté’, ya testimoniado por Tertuliano († ~220) y Orígenes († 254). El término, tomado de la Biblia griega (2Mac 12,32) lo usaba para traducir la Fiesta de la Sega (Ex 23,16) o de las Semanas (7×7+1 día festivo, Lc 23,15-16).
Hay que celebrarlo como un solo día: «Los cincuenta días que hay entre el domingo de Resurrección hasta el domingo de Pentecostés deben celebrarse con alegría, como si de un solo y único día festivo se tratara, como un gran domingo» (Normas Universales sobre el Año Litúrgico y sobre el Calendario, 1969). Y es que muerte-resurrección-ascensión-pentecostés son una única realidad que hay que saborear a pedazos.
Nota sobre los santos y la Pascua
Los santos son propuestos a la comunidad cristiana como aquéllos que vivieron en plenitud el misterio (Buena Nueva) pascual de Cristo, y es en este sentido como se convierten en modelos de vida cristiana y en eficaces intercesores del pueblo de Dios.
Pero el gran modelo, el Único Santo, el Mediador ante el Padre, es Cristo Resucitado. Por eso, durante la Octava de Pascua (esta primera semana de Pascua), litúrgicamente, sólo recordamos y celebramos al Único Salante (incluso en la Liturgia de las Horas repetimos cada día el Gran Domingo de Pascua).
1. San Máximo, obispo. Cuando era presbítero compartió el exilio y la confesión de la fe con el obispo san Dionisio, al que sucedió después. En Alejandría, Egipto (282).
2. San Edesio, mártir, hermano de san Apiano. Bajo el emperador Maximino reprochó abiertamente al juez haber entregado las vírgenes consagradas a Dios a los leones. Fue detenido por soldados y torturado, y finalmente, por Cristo Señor, arrojado al mar. En Alejandría, Egipto (306).
3. San Demetrio, mártir, muy venerado en todo Oriente y, de manera especial, en la ciudad de Tesalónica (s. III/IV).
4. San Eupsiquio, mártir. Por haber destruido el santuario de la diosa Fortuna, consumó su martirio bajo el emperador Juliano el Apóstata. En Cesarea de Capadocia (c. 362).
5. San Liborio, obispo. En la ciudad de los cenomanos (actualmente Le Mans), en la Galia Celta (s. IV).
6. San Acacio, obispo. Para redimir a unos persas cautivos y sometidos a crueles torturas, interesó al clero y vendió a los romanos los vasos sagrados de la Iglesia. En Amida, Mesopotamia (s. V).
7. Santa Valdetrudis, hermana de santa Aldegundis. Esposa de san Vicente Madelgario y madre de cuatro santos, a semejanza de su marido se ofreció a Dios y recibió el hábito monástico en el cenobio fundado por ella misma. En Castroloco (actualmente Mons), Henao, Neustria (688).
8. San Hugo, obispo de Rouen. Gobernó al mismo tiempo el monasterio de Fontenelle y las iglesias de París y Bayeux. Finalmente, renunció a estos cargos y estuvo al frente del monasterio de Jumièges. En el monasterio de Jumièges, también en Neustria (730).
9. Santa Casilda, virgen. Nacida en la religión mahometana, ayudó con misericordia a los cristianos detenidos en prisión y después, ya cristiana, vivió como eremita. En la localidad de San Vicente, cerca de Briviesca, en la región de Castilla (1075).
10. San Gauquerio, canónigo regular. Para el clero fue ejemplo de vida en común y de celo por las almas. En Aureil, en la región de Limoges, Francia (1140).
11. Beato Ubaldo Adimari, presbítero de la orden de los Sirvientes de María. Pasó de la milicia terrestre al servicio de María, por obra de san Felipe Benizi. En el monte Senario, en la Toscana (1315).
12. Beato Tomás de Tolentino, presbítero de la orden de los Hermanos Menores y mártir. Viajó hasta el imperio de China para anunciar el Evangelio. Cuando después se dirigió hacia el territorio de los tártaros y de los hindúes coronó su misión con un glorioso martirio. En Tana, en India occidental (1321).
13. Beato Antonio Pavoni, presbítero de la orden de los Predicadores y mártir. Fue apuñalado al salir de la iglesia, después de predicar contra la herejía. En Bricairàs, cerca de Pineròl, en Piamonte (1374).
14. Beata Celestina Faron, virgen de la Congregación de las Pequeñas Siervas de la Inmaculada Concepción y mártir. Cuando Polonia fue ocupada militarmente durante la guerra, fue encarcelada por la fe de Cristo y, agotada por las privaciones, logró la gloriosa corona. En el campo de concentración de Oświęcim o Auschwitz, cerca de Cracovia, Polonia (1944).
Otros: advocaciones marianas, conmemoraciones de congregaciones religiosas, santos y beatos (tradición, costumario…).
Gloria (Domingo de Pascua)
► “Altas o bajas, por abril las Pascuas”.