9 DE ABRIL
Santa Casilda

Con el nombre procedente del árabe, Casilda («la que canta») nació en Toledo de padres musulmanes. Su padre, el emir de Toledo, se había repartido las tierras del califato de Córdoba desde el Guadarrama a Sierra Morena.
Ella visitaba los presos cristianos de su padre y se compadecía de ellos llevándoles comida. La tradición nos cuenta que un día, que se encontraba muy enferma y los médicos del emir no encontraban el remedio, los cristianos le aconsejaron que se dirigiera a Briviesca (Burgos) donde se encontraba la fuente de San Vicente que tenía aguas curativas. Casilda se curó y se hizo bautizar como cristiana, llevando una vida solitaria de eremita. Murió hacia el año 1075.
En Barcelona ciudad se había venerado en la colegiata de Santa Ana y en la iglesia de Hostafrancs. En el día de hoy se bendecían rosas de Santa Casilda que las mujeres recogían para que fueran medicinales, puestas en aceite. Y es que la iconografía la representa con flores en su regazo: la tradición cuenta que cuando los guardas la cogieron llevando comida a los presos cristianos, ella abrió el delantal… lleno de rosas.