30 DE SEPTIEMBRE
San Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia

Si bien algunos cuadros le pintan vestido como un cardenal (fue secretario del papa Dámaso en Roma y director espiritual de un grupo de nobles damas), los atributos que mejor le sientan son los de un eremita, prácticamente desnudo con el santcristo al lado y golpeándose con una piedra, pidiendo penitencia. También está escribiendo en un libro (el papa Damas le encomendó la traducción de la Biblia al latín). Había nacido en Istria (Dalmacia) en 340 y murió en Belén el 30 de septiembre de 420. En 1298 fue proclamado Doctor de la Iglesia. El 30 de septiembre de 2020 el papa Francisco publicó la Carta Apostólica: Scripturæ Sacræ Affectus, en el XVI centenario de la muerte de San Jerónimo. Tiene una estatua en la nave izquierda de la Catedral de Barcelona.
1. Memoria de san Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia. Nacido en Dalmacia, estudió en Roma, donde cultivó cuidadosamente todos los saberes y donde recibió el bautismo cristiano. Después, captado por el valor de la vida contemplativa, se dedicó a la existencia ascética y viajó a Oriente, donde fue ordenado presbítero. Vuelto a Roma, fue secretario del papa Dámaso. Luego se estableció en Belén de Judea donde llevó una vida monástica, dedicado a traducir y explanar las Sagradas Escrituras, llegando a ser insigne doctor. De forma admirable fue partícipe de muchas necesidades de la Iglesia. Por último, habiendo alcanzado una edad provecta, descansó en la paz del Señor (420).
2. San Francisco de Borja, presbítero. Muerta su mujer, con la que había tenido ocho hijos, ingresó en la Compañía de Jesús y, aunque abdicó de las dignidades del mundo y recusó a las de la Iglesia, fue elegido prepósito general. Fue memorable por su austeridad de vida y oración. En Roma (1572). En el Martirologio figura en el número 11.
3. San Antonio, mártir. En Piacenza, en la región de Emilia, Italia (fecha incierta).
4. Santos Urso y Víctor, mártires. Según la tradición, pertenecieron a la legión Tebea. En Solothurn, entre los helvecios (ahora Suiza) (~ 320).
5. San Gregorio, llamado el iluminador, obispo. Tras soportar muchos trabajos, se retiró a una cueva cerca de la confluencia del Éufrates ramificado y allí descansó en paz. Es considerado apóstol de los armenios. En Armenia (~ 326).
6. Santa Eusebia, virgen, fiel servidora de Dios desde la juventud hasta la senectud. En Marsella, de la Provenza, en la Galia (c. 497).
7. San Honorio, obispo. Cuando era monje romano, el papa Gregorio Magno le envió a evangelizar Inglaterra con san Agustín, a quien sucedió, finalmente, en la sede episcopal. En Canterbury, en el condado de Kent, en Inglaterra (653).
8. San Simón, monje, antes conde de Crèpy, en Francia. Renunció a la patria, al matrimonio ya todo, y escogió la vida monástica y después la eremítica en las montañas del Jura. Reclamado muchas veces como legado de paz por conciliación entre príncipes, murió finalmente en Roma, donde fue enterrado en el Urbe, en la basílica de San Pedro. En Roma (1082).
9. San Amado, obispo. En Nusco, de la Irpinia, Italia (1093).
10. San Ismidón, obispo. Enamorado de Santos Lugares, peregrinó dos veces piadosamente a Palestina. En Die, en la Galia Celta (1115).
11. Beata Felicia Meda, abadesa clarisa. En Pesaro, en la región del Piceno, Italia (1444).
12. Beato Juan Nicolás Cordier, presbítero y mártir. Suprimida la Compañía de Jesús, siguió ejerciendo el ministerio sacerdotal en la región de Verdun, hasta que, en la intensificada Revolución Francesa, por su condición de sacerdote fue encarcelado en una nave anclada en el mar. Murió de enfermedad e inanición. En el litoral norte de Francia, frente a Rochefort (1794).
13. Muerte de santa Teresa del Niño Jesús, cuya memoria se celebra el día siguiente. En Lisieux, región de la Normandía francesa (1897).
14. Beato Frederico Albert, presbítero. Cuando era párroco, fundó la Congregación de Hermanas de San Vicente de Paúl de la Inmaculada Concepción, destinada a la redención de las personas caídas en la miseria. En Lanzo, provincia de Turín, Italia (1876).
En septiembre, a fin de mes, el calor vuelve otra vez.