3 DE MAYO

San Felipe y San Jaime, apóstoles

Los apóstoles, testigos de Cristo Resucitado, son un buen modelo también para nosotros. Felipe fue primero discípulo de Juan el Bautista, pero después siguió los pasos de Jesús «aquél de quien habla Moisés en la Ley y también en los Profetas, Jesús, el hijo de José» (Jn 1,45). Jaime, junto a su hermano Juan, sigue a Jesús, dejando enseguida la barca (Mc 1,20). Se conmemora hoy la dedicación de la basílica de San Felipe y Santiago el Menor, que es el día, hacia el 560, en el que se depositaron sus reliquias.

Hoy, la Catedral de Barcelona, ​​que conserva el título de la Santa Cruz (desde el segundo concilio barcelonés, 599) se celebra la fiesta. La tradición asegura que fue en este día, del año 326, cuando Santa Helena, la madre de Constantino, descubrió los restos. San Juan Crisóstomo lo relata así: «Como las tres cruces habían sido enterradas en el mismo lugar, reconocimos a la del Salvador primero, ya que estaba en medio, también para la tableta inscrita, pues las cruces de los ladrones no la tenían» (Sermón LXXXIV). En 1960, la fiesta de la «Invención de la Santa Cruz», que en Roma siempre se había celebrado el 3 de mayo, se unifica con la del 14 de septiembre, para evitar duplicidades.

 «San Felipe y Santiago, que sepan las damas que mayo ha entrado.

 "San Felipe y Santiago, que sepan las damas que mayo ha entrado.