25 DE MAYO

San Beda el Venerable, presbítero y doctor de la Iglesia

El llamado «padre de la erudición inglesa», nació en el territorio del monasterio benedictino de Wearmouth (673), donde ingresó y se dedicó a sus «delicias: aprender, enseñar o escribir». Hombre polifacético, asumió todo el saber de la época carolingia. «Ya es hora de que vuelva a aquel que me creó, que cuando yo todavía no existía me formó de la nada». El Sínodo de Aquisgrán (836) lo calificó de «Venerable y Doctor admirable de los tiempos modernos». En 1899 fue declarado Doctor de la Iglesia.

También celebramos la festividad de San Gregorio VII, papa

La santidad de la Iglesia que proclamamos en el Credo tiene un segundo plato de balanza: también es pecadora. El papa Gregorio VII intentó reformar a aquellos miembros de la Iglesia que estaban más preocupados por la compra de cargos eclesiásticos, y también mezclados en el poder político, llegando a designar obispos. El emperador alemán, Enrique IV, y parte de la nobleza y clero romano, le obligaron a exiliarse a Salerno, en la Campania (1085).

Borino demostró cómo sus “ultima verba” son históricas: “Dilexi iustitiam et odio habui iniquitatem, propterea morior in exilio” (“Amé la justicia y odié la iniquidad, por eso muero en el exilio”). Benedicto XIII, en 1728, incluyó su nombre en el Misal Romano y en el Santoral.

Aró quien aró, que mayo llegó.

Aró quien aró, que mayo llegó.