22 DE AGOSTO

Bienaventurada Virgen María, Reina

«La solemnidad de la Asunción se prolonga hasta la memoria, ocho días después, de la bienaventurada Virgen María Reina. Se contempla aquella que, sentada junto al Rey de los siglos, resplandece como reina e intercede como madre» (Pablo VI, «Marialis Cultus», 6). Después de la fiesta de Cristo Rey (Pío XI, 1925: terminado el desbarajuste de la Gran Guerra), Pío XII publica la encíclica «Ad cæli Reginam» (1954) donde queda constituida la fiesta de María Reina.

Lo que agosto madura septiembre lo asegura.