19 DE OCTUBRE
San Pedro de Alcántara, sacerdote

Nacido en Alcántara en 1499, reformó la orden franciscana en España y aconsejó Santa Teresa de Ávila en la reforma carmelitana. Era muy austero hacia él mismo y, en cambio, flexible hacia los otros. Murió en Arenas de San Pedro el 18 de octubre de 1522: «Aunque no andamos descalzos, ni hacemos una penitencia tan áspera como la de él, hay muchas cosas para pisar el mundo, y el Señor las hace conocer cuando ve almas decididas» (Santa Teresa, Libro de la vida). Canonizado en 1669.
«En octubre, estercola y cubre»: La siembra exige abonado previo.
Hoy también celebramos la fiesta de san Juan de Bréfeuf y san Isaac Jogues, sacerdotes y compañeros mártires.
Joan Brébeuf fue enviado como jesuita a Canadá, adaptándose a la manera de vivir de los nativos iroquesos y los hurones. Aprendió la lengua, hoy desaparecida, y redactó un catecismo. Dio a conocer, también, las cataratas del Niágara. El 16 de marzo de 1649 los iroquesos, enemigos de los hurones, atacaron la misión y lo martirizaron junto con otros compañeros. Isaac Jogues también hizo el mismo camino martirial en Canadá. En 1643 le amputaron las manos y volvió a Francia; pero el año siguiente volvió a la misión y murió en 1646 en manos de los iroquesos. Canonizados en 1930.
«En seco o en mojado, por San Lucas ten sembrado».
También San Pablo de la Cruz, presbítero
Nacido en Ovada (Piamonte italiano) en 1694, ayudando a su padre como mercader, a los 19 años descubrió su vocación de servicio a los pobres y a los enfermos. Con algunos compañeros fundó los “pasionistas”, que, combinando la vida contemplativa con la actividad apostólica, centraban su espiritualidad en la pasión de Cristo. La congregación fue aprobada en 1769, y cuando Pablo murió en Roma en 1775, los pasionistas tenían 12 casas y eran 180 miembros. Fue canonizado por Pío IX en 1867.
«Por San Lucas mata tus puercos y tapa tus cubas, y para tus yuntas».
En Terrassa: Virgen de la Salud, patrona de la diócesis
No podía faltar esta advocación mariana de la salud para que nos «libere de una vida triste» y así podamos llegar con salud a «la alegría del cielo», que dicen los gozos. En el siglo XVII, en la sierra de San Acisclo, en las afueras de Sabadell, se empieza a venerar una imagen, que tendrá su santuario en 1882 y será coronada en 1947. Desde 2008 que es patrona del nuevo obispado de Terrassa. «Al devoto que en Vos confía y al sufriente que a Vos acude, escuchad, Santa María, de la Fuente de la Salud».
Por San Lucas, echa tus yuntas, mojadas o enjutas