17 DE OCTUBRE
San Ignacio de Antioquía, obispo y mártir

El año 107, en plena persecución contra los cristianos acusados por los romanos de ateos (no quieren hacer sacrificios públicos a los dioses que estabilizan el Imperio) y terroristas (cambian la orden, las leyes del Imperio), el obispo de Antioquía es llevado a Roma para servir de banquete a los leones. Ignacio va escribiendo cartas que espeluznan en los lugares por donde pasa: «Permitidme ser pasto de las fieras que me posibilitarán el llegar a Dios. Soy trigo de Dios, me molerán los dientes de las fieras y seré un pan blanquísimo para Cristo. No me privéis de Vivir, permitidme contemplar la Luz» (Carta en los cristianos de Roma, que lo querían «salvar»).
Por San Lucas, siembra habucas
Por San Lucas, siembra habucas