10 DE SEPTIEMBRE

Beato Domènec Castellet, sacerdote y mártir

Domènec Castellet nació el 7 de octubre del 1592 en Esparreguera. A los 16 años profesa como dominico, y después de hacer los estudios en Segovia se ofrece para ser enviado a Manila (1615). Ordenado sacerdote, trabaja apostólicamente en Filipinas, y, más tarde, se va a Japón (1621). Es la época culminante del catolicismo japonés; pero también la época de los mártires. Domingo, a hurtadillas, entra en las cárceles para alentar a los misioneros y los cristianos japoneses que se preparan para el último testigo.

Él mismo será arrestado (1628), junto con los catequistas que colaboran en su obra evangelizadora. Sufren prisión a Omura hasta que, el 8 de septiembre del mismo año, veintidós dos de los cristianos prisioneros, entre europeos e indígenas, son escogidos, doce (entre ellos Domingo) para ser quemados y diez para ser degollados. Domingo no paró de animar a sus compañeros. Beatificados el 7 de julio de 1867 por Pío IX con los otros mártires de Japón. Memoria en el arzobispado de Barcelona y en el obispado de Sant Feliu.

Hoy también celebramos la fiesta del beato Lluís Eixarc, sacerdote y mártir

Otro de los dominicos beatificados por Pío IX es el joven Lluís nacido en Barcelona (1597) y bautizado en la parroquia de Santa María del Mar. Sin ser enfermizo, a catorce años entra como novicio en el convento dominicano de Santa Caterina. Después de haber cursado teología en Orihuela pide que lo envíen a misiones. Ordenado sacerdote también en Manila (1620) se ofrece para confortar a los mártires de Japón.

En Omura, sabiendo que el rey le persigue, se esconde seis meses, hasta que en julio de 1626 vuelve a Omura, donde, los cristianos, atemorizados, no lo quieren acoger: sólo unas leprosas caritativas la cobijan en una cabaña. Denunciado, el día 27 del mismo mes de julio, es encarcelado, con dos catequistas que le ayudan. El 29 de julio de 1627, mientras lo queman vivo en medio de la plaza, perdona a sus verdugos.

El sol de septiembre, madura el membrillo siempre.

El sol de septiembre, madura el membrillo siempre.