Según la tradición, santa Eulalia, que recibió el martirio en 303, fue sepultada en este lugar hasta que en 1339, sus reliquias fueron trasladadas a la catedral de Barcelona. El templo actual, planeado por Berenguer de Montagut y Ramon Despuig, en puro estilo gótico catalán, empezó a ser construido en 1329, en sustitución del anterior, y fue consagrado el 15 de agosto de 1384. se levantado sin interrupción en el período de 55 años, le da una unidad y una belleza arquitectónicas incomparables. La basílica tiene 80 metros de largo. En el interior vemos tres naves, la central, de 13´2 metros de ancho y, cada una de las laterales, de 6´6. El techo de la nave central está situado a 33 metros de altura y el de las laterales, a 27. Está sostenido por dieciséis otras columnas octogonales de 1'60 de grosor. Las llaves de bóveda, de dos metros de diámetro, representan la coronación de la Virgen María, el nacimiento de Jesucristo, la Anunciación a María, la figura del rey Alfonso y el escudo de la ciudad. Los ventanales filtran la luz solar a través de las vidrieras situadas en las 32 capillas laterales, la parte superior de la nave central y el rosetón de la fachada principal.