Sagrat Cor de Jesús del Tibidabo, Basílica

Datos
- Dirección
- Pl. Tibidabo
- 08035 Barcelona
- Teléfono
- 93 417 56 86 y 93 417 49 04
- Fax
- 93 434 01 90
- Correo electrónico
- dir.tibidabo@salesians.info
- Web
- https://tibidabo.salesianos.edu/
- Arciprestazgo
- http://www.arqbcn.org/mapa/index.php?view=barcelona-sarri-sagrat_cor_de_jess_del_tibidabo&lang=es
Sagrat Cor de Jesús del Tibidabo, Basílica
La parroquia
Despacho parroquial
Lunes, martes y jueves de 18:30 h a 20:00 h
Horario de misas
DÍAS LABORABLES: 8 (catalán) - 12 - 17 - 19 h.
DIAS FESTIVOS: 8 - 10 (catalán) - 11 - 12 (catalán) - 17 - 19 h. (bilingüe)
ROSARIO, VÍSPERAS y BENDICIÓN: A las 18 h.
PRIMEROS VIERNES DE CADA MES: Se celebra la MISA de Expiación precedida del Santo Rosario, Vísperas y Bendición
DIAS FESTIVOS: 8 - 10 (catalán) - 11 - 12 (catalán) - 17 - 19 h. (bilingüe)
ROSARIO, VÍSPERAS y BENDICIÓN: A las 18 h.
PRIMEROS VIERNES DE CADA MES: Se celebra la MISA de Expiación precedida del Santo Rosario, Vísperas y Bendición
Historia
El nombre Tibidabo
Barcelona se extiende en un amplio plano limitado por las desembocaduras de los ríos Besòs y Llobregat. La ciudad, por el lado opuesto del mar, sube a suaves ondulaciones por la Sierra de Collserola. Su punto más alto (518 m) es ocupado por la ermita edificada en 1886 que todavía hoy se conserva junto a la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, concluida en 1961. A lo largo de 75 años se llevó a cabo como una alta empresa de amor, que el lector podrá conocer en su historia y su vida actual a través de este folleto.
Tibidabo es la unión de dos palabras latinas tibi-dabo (te daré) tomadas del evangelio de San Mateo, 4.9, que recuerda la tercera tentación de Satanás a Jesús en el desierto: "Te daré todo esto, si postrándote me adoras" . Los monjes jerónimos imaginaron que el diablo podía haber tentado a Jesús, ofreciendo desde esta cumbre toda la riqueza de la ciudad de Barcelona.
El nombre dado por los jerónimos a esta cumbre preanunciaba ya su destino religioso que cuajó en la iniciativa de doce caballeros barceloneses aceptada y potenciada por un santo en 1886.
¿Por qué un templo en el Sagrado Corazón de Jesús?
En una escritura notarial fechada el 30 de enero de 1876 consta que doce caballeros compraron el señor Cristóbal Obiols i ampreciós en común e indivisible, dos fincas "en la cúspide del Tibidabo" con una extensión global de 26.930 metros cuadrados "junto con una caseta, hoy día derruida, dentro de esta pieza de tierra, viñedo y bosque".
Diez años después visitaba Barcelona San Juan Bosco con una estancia de cuatro semanas desde el 8 de abril al 6 de mayo de 1886. Venía a consolidar las Escuelas Profesionales de Sarrià, fundadas dos años antes, ya conseguir ayudas para el Templo del Sagrat Cor de Jesús que, por encargo del Papa, estaba construyendo en Roma junto a la actual estación Termini.
Esta noticia sugirió a los doce caballeros que había llegado el momento de cumplir su compromiso de reservar la cima del Tibidabo para el culto cristiano (no a la pura diversión, ni secta alguna, como parece haberse intentado). Aquel sacerdote con fama de santo, que afrontaba la responsabilidad de una construcción en Roma, bien podría, ayudado por sus hijos, los salesianos, llevar a cabo algo parecido en Barcelona.
Por este motivo, el 5 de mayo de 1886, por la tarde, cuando Don Bosco iba agradecer a la Virgen de la Merced-representada en piedra sobre la puerta de la Cripta-los bienes reportados con su visita, recibió de los propietarios un pergamino que decía: "Para perpetuar el recuerdo de su visita a esta ciudad, se han reunido estos señores, y de común acuerdo han determinado ceder la propiedad del Tibidabo, para que en la cima del mismo, que amenaza convertirse en un plantel de irreligión, se levante un santuario en el Sagrado Corazón de Jesús para mantener firme e inquebrantable la religión que con tanto celo y ejemplo nos habéis predicado y que es noble herencia de nuestros padres”.
Don Bosco respondió conmovido: "Me encuentro todo confuso por la inesperada y nueva prueba que me da de su sentimiento religioso y de su piedad. Se lo agradezco, y sepa que en estos momentos sois instrumentos de la Divina Providencia para que cumpla sus inescrutables designios. Cuando salí de Turín, pensaba para mis interiores: "Ahora está casi terminada la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en Roma; es necesario que estudie otra empresa para honrar y propagar esta salutífera devoción.
Y una voz interior me tranquilizaba pensando que aquí podría satisfacer mi deseo, era una voz que me repetía: ¡Tibi dabo! ¡Tibi dabo! (Te daré, te daré)
Sí, señores, sois los instrumentos de la divina Providencia, con vuestra ayuda pronto se levantará en esta montaña un majestuoso santuario dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, en el que todos podrán acercarse a los Santos Sacramentos y será un perpetuo recuerdo de su caridad y de su cariño a la religión católica de la que tantas y tan bellas pruebas habéis dado”.
La Ermita
El 30 de mayo de 1886 se empezaba a construir en lo más alto de la montaña una ermita que se conserva en la actualidad adosada al templo superior.
Se bendijo un mes más tarde, el 3 de julio, el sábado, y al día siguiente, el domingo, se celebraron dos misas. De este modo, antes de que pasaran dos meses de la entrega de los terrenos a Don Bosco, quedaba en la cima una señal clara de su destino a gloria del Corazón de Jesús.
La ermita de líneas góticas alcanza una altura de ocho metros. Su planta es cuadrada de poco más de dos metros de lado, con una imagen del Sagrado Corazón sobre un altar de metro y medio de largo.
Los materiales fueron enviados sobre albardas, ya que en esas fechas ninguna carretera llegaba a la cima. Conserva el nombre y la fotografía del arriero, Joaquín Piquet, que murió a los 83 años en 1951. Tenía 18 cuando se levantó la ermita. Parece que los albañiles pasaron varias noches de ese mes de junio al raso para alargar su jornada de trabajo intenso a lo largo de un mes.
Durante muchos años una lápida hacía constar. "Fue costeada por la caritativa dama barcelonesa, la sierva de Dios (hoy Venerable) señora Dorotea de Chopitea. Fundadora de unas 25 obras benéficas de Barcelona, fue clarividente en decidir realizar y financiar esta humilde construcción con toda urgencia: era un aviso palpable de que en adelante no se podía disponer arbitrariamente de aquel descampado, puesto que había sido ofrecido al Sagrado Corazón de Jesús, era una eficaz toma de posesión de la cumbre.
1887 - Romería del Ramo
Esa ermita no sólo fue visitada en su inauguración, sino que, como es natural, era punto de parada y descanso para los excursionistas que llegaban hasta la cima. Verdaguer se hace eco de esta presencia en unos versos dedicados a la Virgen de Vallvidrera:
...Del Tibidabo en la altura se sonríe el Sagrado Corazón como al verla tan pura sonríe la estrella la flor.
...Bajo una sombría rama del Tibidabo sóleo como una paloma blanca Vos, María, habéis hecho el nido.
Pronto se añadió un movimiento popular: un día determinado, precisamente el lunes de Pentecostés, comenzó una romería, que por el hecho de recoger a lo largo del camino varias flores silvestres se llamó inmediatamente a la Romería del Ramo.
Su acierto quedó patente porque el gesto ha tenido continuidad hasta la fecha, sin que sufriera interrupción en los años de la persecución religiosa que fueron 1937 y 1938, si no un grupo compacto, sí al menos como excursionistas, pasaron varias parejas a dejar también su tradicional obsequio de un mazo de flores silvestres. La Romería del Ramo seguía viva a pesar de todo.
Año 1888
El 31 enero 1888 moría San Juan Bosco. El 27 de mayo del mismo año, con ocasión de la Exposición Universal de Barcelona, la Reina María Cristina, acompañada de autoridades nacionales y locales, contemplaba la Ciudad Condal desde un pabellón construido, con permiso de los salesianos, junto a la ermita. Se había terminado la carretera de Vallvidrera hasta la cima. El 18 de agosto de 1888 se ratificaba notarialmente la entrega de los terrenos hecha a Don Bosco.
La primera piedra
El 25 de enero de 1889 el gobernador de Barcelona declara la cumbre de utilidad pública y en octubre de 1890 se anunciaba la ocupación, pensando en la construcción de un Observatorio, que después se emplazó un poco distante de la cumbre.
Como las obras del Templo no habían empezado todavía, se exige la retrocesión de los terrenos. Los salesianos la firman acondicionada … y todo queda igual durante diez años hasta que el 17 de agosto de 1900 se escritura la mayor parte de los terrenos en la Sociedad Anónima El Tibidabo (constituida el 10/02/2009) excepto los 6.000 metros cuadrados que los salesianos se reservan para la construcción del Templo.
El 29 de octubre de 1901 se inaugura el funicular hasta la cima del Tibidabo y el 28 de diciembre de 1902-pasados 16 años de la entrega a Don Bosco-el Cardenal Casañas, obispo de Barcelona, pone la primera piedra del futuro templo. Le acompañan los obispos Benlloch de Solsona i Messeguer de Lleida.
Templo Expiatorio
El carácter expiatorio de este Templo tiene su origen en una nota típica de la devoción al Corazón de Jesús, que ante el olvido y desprecio del amor de Dios manifestado en Jesucristo, promueve una respuesta de amor y reparación, de entrega personal que, según la generosidad de cada uno, llegará a la reparación y expiación dolorosa de los pecados del mundo, unida al sacrificio eucarístico.
El Cardenal Casañas en la colocación de la primera piedra (1902) dijo: "Santificar la montaña del Tibidabo que según frase de Verdaguer« es la soberbia acrópolis que vela la ciudad »dedicando al adorable Corazón de Jesús es, sin duda, la mejor reparación que puede ofrecerse a Dios por parte de Barcelona de las ofensas de toda clase que contra Él se cometen en nuestra ciudad... El Sagrado Corazón de Jesús se levantará en la cima del Tibidabo... como eficacísimo pararrayos que, desarmando a los de la divina justicia irritada por nuestros pecados, los convierta en chispas de misericordia, que conmueve y enciendan en su amor a todos los hombres”.
Cuando la Cripta se encontraba a mitad de la construcción, el 7 marzo 1909 peregrinó a la cima un grupo de la obra expiatoria en favor de los difuntos, presidida por su fundador monseñor Buguet. Desde entonces el Tibidabo, asociado a esta obra, ha reforzado su título de Temple Expiatori. Quien más impulsó el rasgo expiatorio del Tibidabo fue ciertamente la señora Amelia Vivé Negra, madre de familia, que promovió sin más recursos que su fervor, su calor comunicativo una campaña de reparación a través de privaciones cuyo producto se destinaba al Tibidabo, campaña que fue adquiriendo amplia difusión y penetración popular. Al morir el 20 de julio de 1928 su seudónimo de María Victoria tenía resonancias nacionales de modo que los muros del templo superior se levantaban a buen ritmo, cerrando las airosas columnas terminadas en marzo de 1920.
El arquitecto del Temple Enric Sagnier
Había nacido en 1858, hijo de Lluís Sagnier y Nadal, notable jurisconsulto y literato. Bachillerato por la escuela de Valldemia de Mataró, revalidó sus estudios de Arquitectura al cumplir 24 años.
Repetidas veces ganó el premio anual que el Ayuntamiento de Barcelona concedía en concurso al mejor edificio urbano. Por eso, cuando se trató del proyecto del Tibidabo se fue a él, que era entonces el arquitecto de la Diócesis. Y fue obra predilecta. Y a ella dedicó muchas vísperas y limosnas, el alma entera con todo su arte. Su visión del Tibidabo iba espiritualizados siempre más delante del proyecto de 1902, en el que todavía no aparece la Cripta, hasta el proyecto definitivo compuesto de la Cripta terminada en 1911 y el templo gótico del que trazó dos maquetas diferentes, una en 1918 y otra terminada ya después de su muerte en 1933. Cuando en 1929 a los setenta y un años, empezó a declinar su salud y se vio obligado a renunciar a muchos de sus cargos oficiales y trabajos encomendados, en modo alguno va querer abandonar la dirección de las obras del Temple. A principios de 1923 el Obispo Guillamet le entregaba el título de Marqués que le había concedido Su Santidad Pío XI. En la leyenda de sus armas está clara la motivación: "Señor amé la belleza de tu casa". Su hijo, José Maria, segundo Marqués de Sagnier, concluyó el proyecto de su padre con igual entrega a esta magnífica obra.
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Capilla de la Adoración Perpetua
Ya dijo Don Bosco en 1886 que en el Tibidabo se edificaría, no una simple ermita como parecían sugerir a los donantes, sino un gran templo donde debía facilitar la participación en los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía a todos peregrinan a esta cumbre.
La Capilla de la Adoración Perpetua, corazón de todo el santuario, es la expresión de su mayor riqueza espiritual: sagrario de la Eucaristía y custodia permanente expuesta a la adoración y oración de los Adoradores comprometidos y de los visitantes que deseen acompañar.
La devoción en el Corazón de Jesús se centra en el culto a la Eucaristía. Por tanto además de fomentar una participación frecuente y fervorosa en el sacrificio de la Misa, multiplica los momentos de oración a Cristo y con Cristo que prolonga su presencia en nuestros sagrarios terminada la celebración litúrgica. Manifestaciones concretas de este fervor eucarístico son las visitas a Jesús Sacramentado, los jueves eucarísticos, los Primeros Viernes, la Adoración Perpetua ya realizada en otros lugares como París, Lugo, León, etc.
Es evidente que no basta con mirar la imagen de Cristo entronizada en el Tibidabo, ni siquiera en ir alguna vez al Templo. Limitarse a esto sería reducir el Tibidabo a una simple ermita, llamativa sí, pero con vida muy escasa. Por eso, la Capilla de la Adoración Perpetua es una realidad desde el 18 de junio de 1966 a la que se constituían todos los turnos nocturnos y diurnos que llenaban todos los días del mes.
La Adoración Perpetua del Tibidabo le invita, una hora al mes, a acompañar al Señor en su Capilla para continuar esta gran tarea espiritual que es el alma y la vida de toda la Obra de este Templo del Sagrado Corazón de Jesús .
La Cripta
A pesar de haberse puesto solemnemente la primera piedra el 28 de diciembre de 1902, las obras de la Cripta no se iniciaron hasta el 19 de junio de 1903 y avanzaron en medio de gran penuria económica.
La Cripta está presidida por el Sagrado Corazón de Jesús, con cuatro altares dedicados a San Antonio de Padua, María Auxiliadora, San José y Nuestra Señora de Montserrat, además de los altares se puede ver que llena el interior de la Cripta, como un friso, un gran vía crucis de alabastro policromado esculpido por José Miret junto a Pérez Fábregas. Sobresalen las 14 magníficas figuras de la estación XII que tiene cuatro metros de longitud. En la parte derecha rompe su línea la Virgen del Carmen, un retablo de alabastro enmarcado en una cruz de mármol, simétrica a la del crucifijo a tamaño natural que ocupa el lado izquierdo.
La luz natural llega a la Cripta a través de diversas vidrieras situadas alrededor de la entrada, con estos temas: las mayores en arco, en los extremos, representan la aparición de la Virgen del Pilar y la conversión de Recared al catolicismo, San Fernando y San Hermenegildo ocupan dos vidrieras grandes verticales, mientras las pequeñas situadas sobre la puerta están dedicadas a San Joaquín, San Isidoro, San Antonio y Santa Isabel de Aragón, reina de Portugal.
Templo Nacional Expiatorio
Con ocasión del Congreso Eucarístico de Madrid, a los 25 años de la donación de los terrenos a Don Bosco, la Cripta fue bendecida por el obispo doctor Laguarda, obispo de Barcelona. Hubo una semana de multitudinarias celebraciones.
Pocos días después del 28 de junio, en la última sesión del XXII Congreso Eucarístico celebrado en Madrid tras una Memoria sobre el apóstol de la Eucaristía (Don Bosco) presentada por el salesiano Rodolfo Fierro Torres, el arzobispo de Granada, doctor Messeguer, concluyó la sesión con estas palabras: "Hemos hablado del arte, hemos hablado del amor. Debemos dejar un monumento perenne de arte y de amor.
Por voluntad de Dios manifestada de diversas formas, los Padres Salesianos, que parecen destinados por Dios a impulsar prácticamente el movimiento social cristiano, están edificando un santuario en la cima del Tibidabo en honor al Sagrado Corazón de Jesús. Pongo, a su aprobación, la siguiente proposición: El Congreso hace votos para que como fruto y recuerdo de esta grandiosa Asamblea, se propague por toda España la idea del Templo nacional dedicado al Sagrado Corazón en el Tibidabo para que los españoles tengamos también cuanto antes nuestro Montmartre”.
La Asamblea, puesta en pie, aclamó con entusiasmo indescriptible esa conclusión.
Templo Basílica
Templo del Tibidabo es un Templo Expiatorio. El arquitecto, Enric Sagnier, que realizó el proyecto, quiso expresar simbólicamente esta idea en el conjunto de sus líneas arquitectónicas.
En este ideal de expiación y perfección, el valle es el símbolo del pecado, frente a la montaña que se presenta como una aproximación de Dios. Además algo mejor que la tierra de la llanura, es la misma piedra aunque oscura de la montaña.
Sigue en perfección la piedra gris exterior de la Cripta: sillares en hiladas, trabajados de un modo burdo. Sus arcos romanos-bizantinos, nos hablan todavía mucho suelo y poco cielo.
Sobre la parte más alta de la montaña y algo atrás, dando conjunto al perfil de un orante de rodillas, se encuentra el Templo gótico. Sus flechas son ágiles y sencillas como el movimiento del espíritu. La piedra blanca, ordenada expresa una perfecta purificación. Y sobre esta piedra está el bronce materia más depurada todavía, de la estatua del Sagrado Corazón de Jesús con los brazos abiertos, al igual que en la cruz entre el cielo y la tierra.
El conjunto es una fusión de la naturaleza-montaña-el esfuerzo del hombre-templo-y el Dios hombre-estatua del Sagrado Corazón-en ordenada gradación hacia Dios Padre, Rey inmortal e invisible. La obra refleja la ascensión y purificación del factor humano mediante el dolor del sacrificio y la expiación.
A partir de febrero de 1939 después de la guerra y de la destrucción de la Cripta y de la estatua del Sagrado Corazón de Jesús, se completaba la escalinata y la Capilla de la Adoración. Con motivo del Congreso Eucarístico Internacional de 1952, los esfuerzos aumentaron y se concentraron en el cierre del Templo superior, hecho conseguido el 7 de diciembre de 1951. Un año antes, el 3 de diciembre de 1950, se había bendecido la nueva estatua del Sagrado Corazón.
La estatua del Sagrado Corazón
El Templo del Tibidabo, forzosamente de poca superficie si no se quería rebajar considerablemente la altitud de su emplazamiento fue concebido desde un principio como pedestal de una gran estatua del Corazón de Jesús: esto aparece desde el primer esbozo del arquitecto Enric Sagnier. La gran estatua plasmará el deseo de proclamar que Cristo es el Amor sobre todo amor para los creyentes, y de poner en el lugar supremo del universo, como afirmación de su señorío o realeza universal, con un "reino de la verdad y la vida, de la santidad y la gracia, de la justicia, el amor y la paz."
Por todo ello, Jesús no aparece coronado o bendiciendo con los brazos algo caídos; se ha preferido presentar con el corazón visible y los brazos horizontalmente extendidos recordando la cruz y su voluntad de acoger a todos para formar un solo pueblo. Un detalle importante: la estatua actual ha tomado sus facciones del hombre de Sindona (o Sábana Santa), sacados en verdad nobles y amables por encima de los de cualquier otra representación.
La estatua actual, obra de Josep Miret, se fundió en bronce en los talleres de Barberi de Olot (Girona). Tiene 7 metros y medio de altura y pesa 4.800 kilogramos. Fue bendecida en la terraza delantera del Temple el 3 de diciembre por el doctor Modrego, obispo de Barcelona y fue subida el 10 de octubre de 1961, al cumplir los 75 años de la donación de la cumbre en San Juan Bosco.
Juan XXIII, a encender por primera vez la iluminación de la estatua y el templo dijo: "Al iluminar este monumento en el Sagrado Corazón y la montaña del Tibidabo, corona de Barcelona, pedestal y trono de Cristo Rey, queremos invocar su benevolencia sobre esta magnífica ciudad y sobre España entera, que paternalmente bendecimos”.
Con el apoyo, de muchas personas, se hace posible la iluminación del Templo y de la estatua del Sagrado Corazón de Jesús.
El templo fue bendecido el 25 de mayo de 1952 por el Obispo doctor Modrego y en su terraza se realizó uno de los primeros actos del Congreso Eucarístico.
Siguieron los trabajos de construir las torres laterales y terminar la central, sobre la que se colocó la gran imagen en bronce del Sagrado Corazón el día 10 de octubre de 1961.
El día 21 del mismo mes, Juan XXIII encendía desde Roma, su iluminación, el día 29 declaraba Basílica en el Templo. El día 28 fue consagrado.
Barcelona se extiende en un amplio plano limitado por las desembocaduras de los ríos Besòs y Llobregat. La ciudad, por el lado opuesto del mar, sube a suaves ondulaciones por la Sierra de Collserola. Su punto más alto (518 m) es ocupado por la ermita edificada en 1886 que todavía hoy se conserva junto a la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, concluida en 1961. A lo largo de 75 años se llevó a cabo como una alta empresa de amor, que el lector podrá conocer en su historia y su vida actual a través de este folleto.
Tibidabo es la unión de dos palabras latinas tibi-dabo (te daré) tomadas del evangelio de San Mateo, 4.9, que recuerda la tercera tentación de Satanás a Jesús en el desierto: "Te daré todo esto, si postrándote me adoras" . Los monjes jerónimos imaginaron que el diablo podía haber tentado a Jesús, ofreciendo desde esta cumbre toda la riqueza de la ciudad de Barcelona.
El nombre dado por los jerónimos a esta cumbre preanunciaba ya su destino religioso que cuajó en la iniciativa de doce caballeros barceloneses aceptada y potenciada por un santo en 1886.
¿Por qué un templo en el Sagrado Corazón de Jesús?
En una escritura notarial fechada el 30 de enero de 1876 consta que doce caballeros compraron el señor Cristóbal Obiols i ampreciós en común e indivisible, dos fincas "en la cúspide del Tibidabo" con una extensión global de 26.930 metros cuadrados "junto con una caseta, hoy día derruida, dentro de esta pieza de tierra, viñedo y bosque".
Diez años después visitaba Barcelona San Juan Bosco con una estancia de cuatro semanas desde el 8 de abril al 6 de mayo de 1886. Venía a consolidar las Escuelas Profesionales de Sarrià, fundadas dos años antes, ya conseguir ayudas para el Templo del Sagrat Cor de Jesús que, por encargo del Papa, estaba construyendo en Roma junto a la actual estación Termini.
Esta noticia sugirió a los doce caballeros que había llegado el momento de cumplir su compromiso de reservar la cima del Tibidabo para el culto cristiano (no a la pura diversión, ni secta alguna, como parece haberse intentado). Aquel sacerdote con fama de santo, que afrontaba la responsabilidad de una construcción en Roma, bien podría, ayudado por sus hijos, los salesianos, llevar a cabo algo parecido en Barcelona.
Por este motivo, el 5 de mayo de 1886, por la tarde, cuando Don Bosco iba agradecer a la Virgen de la Merced-representada en piedra sobre la puerta de la Cripta-los bienes reportados con su visita, recibió de los propietarios un pergamino que decía: "Para perpetuar el recuerdo de su visita a esta ciudad, se han reunido estos señores, y de común acuerdo han determinado ceder la propiedad del Tibidabo, para que en la cima del mismo, que amenaza convertirse en un plantel de irreligión, se levante un santuario en el Sagrado Corazón de Jesús para mantener firme e inquebrantable la religión que con tanto celo y ejemplo nos habéis predicado y que es noble herencia de nuestros padres”.
Don Bosco respondió conmovido: "Me encuentro todo confuso por la inesperada y nueva prueba que me da de su sentimiento religioso y de su piedad. Se lo agradezco, y sepa que en estos momentos sois instrumentos de la Divina Providencia para que cumpla sus inescrutables designios. Cuando salí de Turín, pensaba para mis interiores: "Ahora está casi terminada la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en Roma; es necesario que estudie otra empresa para honrar y propagar esta salutífera devoción.
Y una voz interior me tranquilizaba pensando que aquí podría satisfacer mi deseo, era una voz que me repetía: ¡Tibi dabo! ¡Tibi dabo! (Te daré, te daré)
Sí, señores, sois los instrumentos de la divina Providencia, con vuestra ayuda pronto se levantará en esta montaña un majestuoso santuario dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, en el que todos podrán acercarse a los Santos Sacramentos y será un perpetuo recuerdo de su caridad y de su cariño a la religión católica de la que tantas y tan bellas pruebas habéis dado”.
La Ermita
El 30 de mayo de 1886 se empezaba a construir en lo más alto de la montaña una ermita que se conserva en la actualidad adosada al templo superior.
Se bendijo un mes más tarde, el 3 de julio, el sábado, y al día siguiente, el domingo, se celebraron dos misas. De este modo, antes de que pasaran dos meses de la entrega de los terrenos a Don Bosco, quedaba en la cima una señal clara de su destino a gloria del Corazón de Jesús.
La ermita de líneas góticas alcanza una altura de ocho metros. Su planta es cuadrada de poco más de dos metros de lado, con una imagen del Sagrado Corazón sobre un altar de metro y medio de largo.
Los materiales fueron enviados sobre albardas, ya que en esas fechas ninguna carretera llegaba a la cima. Conserva el nombre y la fotografía del arriero, Joaquín Piquet, que murió a los 83 años en 1951. Tenía 18 cuando se levantó la ermita. Parece que los albañiles pasaron varias noches de ese mes de junio al raso para alargar su jornada de trabajo intenso a lo largo de un mes.
Durante muchos años una lápida hacía constar. "Fue costeada por la caritativa dama barcelonesa, la sierva de Dios (hoy Venerable) señora Dorotea de Chopitea. Fundadora de unas 25 obras benéficas de Barcelona, fue clarividente en decidir realizar y financiar esta humilde construcción con toda urgencia: era un aviso palpable de que en adelante no se podía disponer arbitrariamente de aquel descampado, puesto que había sido ofrecido al Sagrado Corazón de Jesús, era una eficaz toma de posesión de la cumbre.
1887 - Romería del Ramo
Esa ermita no sólo fue visitada en su inauguración, sino que, como es natural, era punto de parada y descanso para los excursionistas que llegaban hasta la cima. Verdaguer se hace eco de esta presencia en unos versos dedicados a la Virgen de Vallvidrera:
...Del Tibidabo en la altura se sonríe el Sagrado Corazón como al verla tan pura sonríe la estrella la flor.
...Bajo una sombría rama del Tibidabo sóleo como una paloma blanca Vos, María, habéis hecho el nido.
Pronto se añadió un movimiento popular: un día determinado, precisamente el lunes de Pentecostés, comenzó una romería, que por el hecho de recoger a lo largo del camino varias flores silvestres se llamó inmediatamente a la Romería del Ramo.
Su acierto quedó patente porque el gesto ha tenido continuidad hasta la fecha, sin que sufriera interrupción en los años de la persecución religiosa que fueron 1937 y 1938, si no un grupo compacto, sí al menos como excursionistas, pasaron varias parejas a dejar también su tradicional obsequio de un mazo de flores silvestres. La Romería del Ramo seguía viva a pesar de todo.
Año 1888
El 31 enero 1888 moría San Juan Bosco. El 27 de mayo del mismo año, con ocasión de la Exposición Universal de Barcelona, la Reina María Cristina, acompañada de autoridades nacionales y locales, contemplaba la Ciudad Condal desde un pabellón construido, con permiso de los salesianos, junto a la ermita. Se había terminado la carretera de Vallvidrera hasta la cima. El 18 de agosto de 1888 se ratificaba notarialmente la entrega de los terrenos hecha a Don Bosco.
La primera piedra
El 25 de enero de 1889 el gobernador de Barcelona declara la cumbre de utilidad pública y en octubre de 1890 se anunciaba la ocupación, pensando en la construcción de un Observatorio, que después se emplazó un poco distante de la cumbre.
Como las obras del Templo no habían empezado todavía, se exige la retrocesión de los terrenos. Los salesianos la firman acondicionada … y todo queda igual durante diez años hasta que el 17 de agosto de 1900 se escritura la mayor parte de los terrenos en la Sociedad Anónima El Tibidabo (constituida el 10/02/2009) excepto los 6.000 metros cuadrados que los salesianos se reservan para la construcción del Templo.
El 29 de octubre de 1901 se inaugura el funicular hasta la cima del Tibidabo y el 28 de diciembre de 1902-pasados 16 años de la entrega a Don Bosco-el Cardenal Casañas, obispo de Barcelona, pone la primera piedra del futuro templo. Le acompañan los obispos Benlloch de Solsona i Messeguer de Lleida.
Templo Expiatorio
El carácter expiatorio de este Templo tiene su origen en una nota típica de la devoción al Corazón de Jesús, que ante el olvido y desprecio del amor de Dios manifestado en Jesucristo, promueve una respuesta de amor y reparación, de entrega personal que, según la generosidad de cada uno, llegará a la reparación y expiación dolorosa de los pecados del mundo, unida al sacrificio eucarístico.
El Cardenal Casañas en la colocación de la primera piedra (1902) dijo: "Santificar la montaña del Tibidabo que según frase de Verdaguer« es la soberbia acrópolis que vela la ciudad »dedicando al adorable Corazón de Jesús es, sin duda, la mejor reparación que puede ofrecerse a Dios por parte de Barcelona de las ofensas de toda clase que contra Él se cometen en nuestra ciudad... El Sagrado Corazón de Jesús se levantará en la cima del Tibidabo... como eficacísimo pararrayos que, desarmando a los de la divina justicia irritada por nuestros pecados, los convierta en chispas de misericordia, que conmueve y enciendan en su amor a todos los hombres”.
Cuando la Cripta se encontraba a mitad de la construcción, el 7 marzo 1909 peregrinó a la cima un grupo de la obra expiatoria en favor de los difuntos, presidida por su fundador monseñor Buguet. Desde entonces el Tibidabo, asociado a esta obra, ha reforzado su título de Temple Expiatori. Quien más impulsó el rasgo expiatorio del Tibidabo fue ciertamente la señora Amelia Vivé Negra, madre de familia, que promovió sin más recursos que su fervor, su calor comunicativo una campaña de reparación a través de privaciones cuyo producto se destinaba al Tibidabo, campaña que fue adquiriendo amplia difusión y penetración popular. Al morir el 20 de julio de 1928 su seudónimo de María Victoria tenía resonancias nacionales de modo que los muros del templo superior se levantaban a buen ritmo, cerrando las airosas columnas terminadas en marzo de 1920.
El arquitecto del Temple Enric Sagnier
Había nacido en 1858, hijo de Lluís Sagnier y Nadal, notable jurisconsulto y literato. Bachillerato por la escuela de Valldemia de Mataró, revalidó sus estudios de Arquitectura al cumplir 24 años.
Repetidas veces ganó el premio anual que el Ayuntamiento de Barcelona concedía en concurso al mejor edificio urbano. Por eso, cuando se trató del proyecto del Tibidabo se fue a él, que era entonces el arquitecto de la Diócesis. Y fue obra predilecta. Y a ella dedicó muchas vísperas y limosnas, el alma entera con todo su arte. Su visión del Tibidabo iba espiritualizados siempre más delante del proyecto de 1902, en el que todavía no aparece la Cripta, hasta el proyecto definitivo compuesto de la Cripta terminada en 1911 y el templo gótico del que trazó dos maquetas diferentes, una en 1918 y otra terminada ya después de su muerte en 1933. Cuando en 1929 a los setenta y un años, empezó a declinar su salud y se vio obligado a renunciar a muchos de sus cargos oficiales y trabajos encomendados, en modo alguno va querer abandonar la dirección de las obras del Temple. A principios de 1923 el Obispo Guillamet le entregaba el título de Marqués que le había concedido Su Santidad Pío XI. En la leyenda de sus armas está clara la motivación: "Señor amé la belleza de tu casa". Su hijo, José Maria, segundo Marqués de Sagnier, concluyó el proyecto de su padre con igual entrega a esta magnífica obra.
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Capilla de la Adoración Perpetua
Ya dijo Don Bosco en 1886 que en el Tibidabo se edificaría, no una simple ermita como parecían sugerir a los donantes, sino un gran templo donde debía facilitar la participación en los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía a todos peregrinan a esta cumbre.
La Capilla de la Adoración Perpetua, corazón de todo el santuario, es la expresión de su mayor riqueza espiritual: sagrario de la Eucaristía y custodia permanente expuesta a la adoración y oración de los Adoradores comprometidos y de los visitantes que deseen acompañar.
La devoción en el Corazón de Jesús se centra en el culto a la Eucaristía. Por tanto además de fomentar una participación frecuente y fervorosa en el sacrificio de la Misa, multiplica los momentos de oración a Cristo y con Cristo que prolonga su presencia en nuestros sagrarios terminada la celebración litúrgica. Manifestaciones concretas de este fervor eucarístico son las visitas a Jesús Sacramentado, los jueves eucarísticos, los Primeros Viernes, la Adoración Perpetua ya realizada en otros lugares como París, Lugo, León, etc.
Es evidente que no basta con mirar la imagen de Cristo entronizada en el Tibidabo, ni siquiera en ir alguna vez al Templo. Limitarse a esto sería reducir el Tibidabo a una simple ermita, llamativa sí, pero con vida muy escasa. Por eso, la Capilla de la Adoración Perpetua es una realidad desde el 18 de junio de 1966 a la que se constituían todos los turnos nocturnos y diurnos que llenaban todos los días del mes.
La Adoración Perpetua del Tibidabo le invita, una hora al mes, a acompañar al Señor en su Capilla para continuar esta gran tarea espiritual que es el alma y la vida de toda la Obra de este Templo del Sagrado Corazón de Jesús .
La Cripta
A pesar de haberse puesto solemnemente la primera piedra el 28 de diciembre de 1902, las obras de la Cripta no se iniciaron hasta el 19 de junio de 1903 y avanzaron en medio de gran penuria económica.
La Cripta está presidida por el Sagrado Corazón de Jesús, con cuatro altares dedicados a San Antonio de Padua, María Auxiliadora, San José y Nuestra Señora de Montserrat, además de los altares se puede ver que llena el interior de la Cripta, como un friso, un gran vía crucis de alabastro policromado esculpido por José Miret junto a Pérez Fábregas. Sobresalen las 14 magníficas figuras de la estación XII que tiene cuatro metros de longitud. En la parte derecha rompe su línea la Virgen del Carmen, un retablo de alabastro enmarcado en una cruz de mármol, simétrica a la del crucifijo a tamaño natural que ocupa el lado izquierdo.
La luz natural llega a la Cripta a través de diversas vidrieras situadas alrededor de la entrada, con estos temas: las mayores en arco, en los extremos, representan la aparición de la Virgen del Pilar y la conversión de Recared al catolicismo, San Fernando y San Hermenegildo ocupan dos vidrieras grandes verticales, mientras las pequeñas situadas sobre la puerta están dedicadas a San Joaquín, San Isidoro, San Antonio y Santa Isabel de Aragón, reina de Portugal.
Templo Nacional Expiatorio
Con ocasión del Congreso Eucarístico de Madrid, a los 25 años de la donación de los terrenos a Don Bosco, la Cripta fue bendecida por el obispo doctor Laguarda, obispo de Barcelona. Hubo una semana de multitudinarias celebraciones.
Pocos días después del 28 de junio, en la última sesión del XXII Congreso Eucarístico celebrado en Madrid tras una Memoria sobre el apóstol de la Eucaristía (Don Bosco) presentada por el salesiano Rodolfo Fierro Torres, el arzobispo de Granada, doctor Messeguer, concluyó la sesión con estas palabras: "Hemos hablado del arte, hemos hablado del amor. Debemos dejar un monumento perenne de arte y de amor.
Por voluntad de Dios manifestada de diversas formas, los Padres Salesianos, que parecen destinados por Dios a impulsar prácticamente el movimiento social cristiano, están edificando un santuario en la cima del Tibidabo en honor al Sagrado Corazón de Jesús. Pongo, a su aprobación, la siguiente proposición: El Congreso hace votos para que como fruto y recuerdo de esta grandiosa Asamblea, se propague por toda España la idea del Templo nacional dedicado al Sagrado Corazón en el Tibidabo para que los españoles tengamos también cuanto antes nuestro Montmartre”.
La Asamblea, puesta en pie, aclamó con entusiasmo indescriptible esa conclusión.
Templo Basílica
Templo del Tibidabo es un Templo Expiatorio. El arquitecto, Enric Sagnier, que realizó el proyecto, quiso expresar simbólicamente esta idea en el conjunto de sus líneas arquitectónicas.
En este ideal de expiación y perfección, el valle es el símbolo del pecado, frente a la montaña que se presenta como una aproximación de Dios. Además algo mejor que la tierra de la llanura, es la misma piedra aunque oscura de la montaña.
Sigue en perfección la piedra gris exterior de la Cripta: sillares en hiladas, trabajados de un modo burdo. Sus arcos romanos-bizantinos, nos hablan todavía mucho suelo y poco cielo.
Sobre la parte más alta de la montaña y algo atrás, dando conjunto al perfil de un orante de rodillas, se encuentra el Templo gótico. Sus flechas son ágiles y sencillas como el movimiento del espíritu. La piedra blanca, ordenada expresa una perfecta purificación. Y sobre esta piedra está el bronce materia más depurada todavía, de la estatua del Sagrado Corazón de Jesús con los brazos abiertos, al igual que en la cruz entre el cielo y la tierra.
El conjunto es una fusión de la naturaleza-montaña-el esfuerzo del hombre-templo-y el Dios hombre-estatua del Sagrado Corazón-en ordenada gradación hacia Dios Padre, Rey inmortal e invisible. La obra refleja la ascensión y purificación del factor humano mediante el dolor del sacrificio y la expiación.
A partir de febrero de 1939 después de la guerra y de la destrucción de la Cripta y de la estatua del Sagrado Corazón de Jesús, se completaba la escalinata y la Capilla de la Adoración. Con motivo del Congreso Eucarístico Internacional de 1952, los esfuerzos aumentaron y se concentraron en el cierre del Templo superior, hecho conseguido el 7 de diciembre de 1951. Un año antes, el 3 de diciembre de 1950, se había bendecido la nueva estatua del Sagrado Corazón.
La estatua del Sagrado Corazón
El Templo del Tibidabo, forzosamente de poca superficie si no se quería rebajar considerablemente la altitud de su emplazamiento fue concebido desde un principio como pedestal de una gran estatua del Corazón de Jesús: esto aparece desde el primer esbozo del arquitecto Enric Sagnier. La gran estatua plasmará el deseo de proclamar que Cristo es el Amor sobre todo amor para los creyentes, y de poner en el lugar supremo del universo, como afirmación de su señorío o realeza universal, con un "reino de la verdad y la vida, de la santidad y la gracia, de la justicia, el amor y la paz."
Por todo ello, Jesús no aparece coronado o bendiciendo con los brazos algo caídos; se ha preferido presentar con el corazón visible y los brazos horizontalmente extendidos recordando la cruz y su voluntad de acoger a todos para formar un solo pueblo. Un detalle importante: la estatua actual ha tomado sus facciones del hombre de Sindona (o Sábana Santa), sacados en verdad nobles y amables por encima de los de cualquier otra representación.
La estatua actual, obra de Josep Miret, se fundió en bronce en los talleres de Barberi de Olot (Girona). Tiene 7 metros y medio de altura y pesa 4.800 kilogramos. Fue bendecida en la terraza delantera del Temple el 3 de diciembre por el doctor Modrego, obispo de Barcelona y fue subida el 10 de octubre de 1961, al cumplir los 75 años de la donación de la cumbre en San Juan Bosco.
Juan XXIII, a encender por primera vez la iluminación de la estatua y el templo dijo: "Al iluminar este monumento en el Sagrado Corazón y la montaña del Tibidabo, corona de Barcelona, pedestal y trono de Cristo Rey, queremos invocar su benevolencia sobre esta magnífica ciudad y sobre España entera, que paternalmente bendecimos”.
Con el apoyo, de muchas personas, se hace posible la iluminación del Templo y de la estatua del Sagrado Corazón de Jesús.
El templo fue bendecido el 25 de mayo de 1952 por el Obispo doctor Modrego y en su terraza se realizó uno de los primeros actos del Congreso Eucarístico.
Siguieron los trabajos de construir las torres laterales y terminar la central, sobre la que se colocó la gran imagen en bronce del Sagrado Corazón el día 10 de octubre de 1961.
El día 21 del mismo mes, Juan XXIII encendía desde Roma, su iluminación, el día 29 declaraba Basílica en el Templo. El día 28 fue consagrado.
Datos adicionales
Adoración Perpetua del Tibidabo
Gozosa realidad
La noche del 18 de junio de 1966 se inauguró en el Templo Expiatorio del Tibidabo, la Adoración Perpetua al Santísimo Sacramento. Desde entonces se suceden sin interrupción grupos de personas dispuestas a adorar al Señor, darle gracias, darle la gloria que le corresponde, pedirle gracias para los suyos, para la Iglesia, para todos los hombres, expiar , reparar...
Dos clases de Adoradores
Adoradores Diurnos
Son los que suben al Tibidabo durante el día para realizar una hora de adoración, una vez al mes, el día y hora que se acomode mejor a sus conveniencias y también a las necesidades de la Adoración.
!Únete a nosotros!
Adoradores Nocturnos
Son los que suben al Tibidabo una noche al mes, para participar en la Adoración formando parte de un grupo o turno distribuidos de forma que, al realizar una hora de Adoración durante la noche, aseguren la Adoración una noche al mes .
El día señalado, un autocar va a buscar a los Adoradores al lugar convenido a las 10,30 de la noche para subirlos al Tibidabo, si es que no suben con su coche.
Al llegar al Tibidabo, tiene lugar una breve reunión para un cambio de impresiones y organizar el orden y detalles de la Adoración. A continuación se celebra la Santa Misa y después comienzan los turnos de Adoración, que se acaban con la oración de la mañana.
Hay unas celdas bien preparadas para que los adoradores puedan descansar las horas libres. También hay una sala de estar con sillones para quienes quieran pasar un rato de conversación fraternal con los compañeros Adoradores.
Acabada la oración de la mañana, a las seis horas, el mismo autocar les devuelve al lugar de origen.
Ventajas:
La Adoración Nocturna proporciona un profundo trato con el Señor en el silencio de la noche. Bien hecha es fuente de paz, serenidad y alegría.
Es como un retiro espiritual, donde recibimos fuerzas nuevas y rehacemos las energías que sin darnos cuenta, vamos perdiendo en las luchas diarias que nos presenta la vida.
Lo que participa con fe y amor en la Adoración Nocturna disfruta de la satisfacción que le proporciona la intimidad con Dios y la convivencia con los hermanos Adoradores.
El sacrificio que supone dejar una noche al mes a la familia, y las comodidades del propio hogar, queda largamente compensado.
Por eso te invitamos a realizar la prueba sin ningún compromiso, una noche, a ti que sientes la necesidad de un diálogo más intenso con Cristo.
Más información sobre la adoración nocturna: Telf. 93 - 417 56 86
Si te animas a tomar parte, en la Adoración Diurna o Nocturna, puesto en contacto con nosotros. ¡Anímate, no te quedes ahí parado, te están esperando!
Gozosa realidad
La noche del 18 de junio de 1966 se inauguró en el Templo Expiatorio del Tibidabo, la Adoración Perpetua al Santísimo Sacramento. Desde entonces se suceden sin interrupción grupos de personas dispuestas a adorar al Señor, darle gracias, darle la gloria que le corresponde, pedirle gracias para los suyos, para la Iglesia, para todos los hombres, expiar , reparar...
Dos clases de Adoradores
Adoradores Diurnos
Son los que suben al Tibidabo durante el día para realizar una hora de adoración, una vez al mes, el día y hora que se acomode mejor a sus conveniencias y también a las necesidades de la Adoración.
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Adoradores Nocturnos
Son los que suben al Tibidabo una noche al mes, para participar en la Adoración formando parte de un grupo o turno distribuidos de forma que, al realizar una hora de Adoración durante la noche, aseguren la Adoración una noche al mes .
El día señalado, un autocar va a buscar a los Adoradores al lugar convenido a las 10,30 de la noche para subirlos al Tibidabo, si es que no suben con su coche.
Al llegar al Tibidabo, tiene lugar una breve reunión para un cambio de impresiones y organizar el orden y detalles de la Adoración. A continuación se celebra la Santa Misa y después comienzan los turnos de Adoración, que se acaban con la oración de la mañana.
Hay unas celdas bien preparadas para que los adoradores puedan descansar las horas libres. También hay una sala de estar con sillones para quienes quieran pasar un rato de conversación fraternal con los compañeros Adoradores.
Acabada la oración de la mañana, a las seis horas, el mismo autocar les devuelve al lugar de origen.
Ventajas:
La Adoración Nocturna proporciona un profundo trato con el Señor en el silencio de la noche. Bien hecha es fuente de paz, serenidad y alegría.
Es como un retiro espiritual, donde recibimos fuerzas nuevas y rehacemos las energías que sin darnos cuenta, vamos perdiendo en las luchas diarias que nos presenta la vida.
Lo que participa con fe y amor en la Adoración Nocturna disfruta de la satisfacción que le proporciona la intimidad con Dios y la convivencia con los hermanos Adoradores.
El sacrificio que supone dejar una noche al mes a la familia, y las comodidades del propio hogar, queda largamente compensado.
Por eso te invitamos a realizar la prueba sin ningún compromiso, una noche, a ti que sientes la necesidad de un diálogo más intenso con Cristo.
Más información sobre la adoración nocturna: Telf. 93 - 417 56 86
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