Los móviles mejoran la autonomía y el aprendizaje de las personas con necesidades especiales

13 diciembre, 2019 - 
Església de Barcelona

Así lo indica un estudio de la Fundación de Escuelas Parroquiales del Arzobispado de Barcelona

Los dispositivos móviles, y su utilización pedagógica, son un factor clave y mejoran los procesos educativos y la autonomía de las personas con necesidades especiales. Así se desprende de un estudio, pionero en España, realizado con las experiencias de los últimos 3 cursos de las 5 escuelas para personas con necesidades especiales de la Fundación de Escuelas Parroquiales del Arzobispado de Barcelona.

Estas escuelas atienden una media de 500 alumnos por curso, con edades que van entre los 3 y los 21 años, y que tienen diferentes necesidades educativas especiales. La causa de estas necesidades es diversa: discapacidad intelectual, trastornos del espectro autista, trastornos de conducta, enfermedad mental y alumnos con entornos socioeconómicamente desfavorecidos.

Los docentes de estos centros han desarrollado dinámicas que utilizan como herramientas pedagógicas los diferentes dispositivos tecnológicos móviles. Las escuelas ofrecen recursos, herramientas y estrategias a los alumnos, que han mejorado y ganado en autonomía. De esta manera se preparan mejor para ser parte activa de la sociedad en que viven.

La sociedad actual está desarrollándose haciendo un uso de las tecnologías de manera habitual. Estos usos, como hacer búsqueda de información a través de internet, comunicarse mediante las redes sociales, acceder a contenidos informativos a través de medios digitales, se han trasladado a las actividades curriculares.

El móvil como herramienta

La idea que se ha trabajado estos años es que las tecnologías son una herramienta más que ayuda a trabajar las competencias con los alumnos, que los normaliza para con la población general, además de facilitar hacer aprendizajes funcionales y transferibles a la vida diaria. Además han constatado que son un reclamo atractivo que ayuda a centrar la atención de los alumnos. Con los iPads, por ejemplo, se puede acceder a muchas aplicaciones que hacen que los contenidos académicos sean más atractivos (juegos, pantallas interactivas, colores, sonidos…), o que los utilicen también para comunicarse en casos de personas con dificultades motoras o sensoriales.

Tecnológicamente en las aulas se utilizan ordenadores, proyectores, iPads y pequeños robots (Blue-bots), pero también en algunos centros las redes sociales sirven para dar a conocer la actividad a las familias. Se da un caso práctico donde se ha dado un paso más para facilitar la autonomía de los alumnos, dándoles también la gestión de algún canal específico, como Instagram. Las cámaras de los móviles también sirven para grabar vídeos y hacer fotos con las que luego se pueden hacer montajes audiovisuales.

Buscando también esta autonomía personal a los alumnos de secundaria aprenden a abrirse una cuenta de correo y hacer un uso adecuado (para comunicarse, para compartir trabajos…). De todas formas algunas dinámicas marcan que los móviles de los alumnos se guardan en una caja cada mañana, pero cuando la programación de aula lo requiere, se usan para aprendizajes concretos o de manera funcional: para buscar en Google Maps una dirección, utilizar la agenda, el reloj y el despertador, etc.