Las obras consistirán en la rehabilitación, la consolidación de la cúpula y la linterna de la iglesia
La actuación cuenta con una inversión de un millón de euros financiados por Arzobispado de Barcelona, la Generalitat de Cataluña (en el marco del programa del 1% cultural) y el Ayuntamiento de Barcelona
Hoy dan comienzo las obras de restauración de la iglesia de Sant Andreu de Palomar, situada en la plaza Orfila del barrio de Sant Andreu de Barcelona, ha iniciado hoy sus obras de restauración. Los trabajos, que se prevé que tengan una duración de 12 meses, se centran en la rehabilitación y consolidación de la cúpula y la linterna, que son los elementos más dañados de este edificio característico del paisaje de Sant Andreu.
La actuación está promovida por el Arzobispado de Barcelona y la parroquia de Sant Andreu de Palomar; el Departament de Cultura de la Generalitat de Cataluña, el INCASÒL (en el marco del programa del 1% Cultural) y el Ayuntamiento de Barcelona, a través del Instituto Municipal del Paisaje Urbano y la Calidad de Vida.
Las obras que se inician suponen una inversión de 1.062.596,34 euros, si bien, teniendo en cuenta la inversión practicada durante los años 2011, 2013 y 2014, en concepto de medidas de seguridad y protección, la inversión total habrá sido de 1.101.966,00 euros. De este total, el Arzobispado de Barcelona y la parroquia de la iglesia aportan el 39,57% y el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Cataluña, a partes iguales, el 60,43% restante.
Actualmente la iglesia de Sant Andreu de Palomar presenta lesiones en la cúpula, la linterna y el cupulín. Al tratarse de los elementos más expuestos del edificio, el viento, el agua y especialmente los cambios de temperatura y la radiación del sol provocan un envejecimiento y un desgaste de los materiales más rápido. Las lesiones más importantes, entre otras, son las debidas a las grietas y fisuras en los galeones de la cúpula y cupulín producidas por la diferencia de temperatura entre la superficie exterior de la bóveda y la interior debido a la radiación solar. Este fenómeno provoca la aparición de esfuerzos muy importantes en la cara interior de la torre.
Las obras de restauración se basan en un proyecto de Bis Arquitectos y se han adjudicado a la empresa Recop Restauraciones Arquitectónicas. Prevén dos tipos de actuación: las intervenciones primarias, que afectan al ámbito de la cúpula y la linterna, así como de la estructura que la soporta; y las intervenciones secundarias que hacen referencia a la reparación y consolidación puntual de todo lo demás del edificio. Para poder ejecutar las intervenciones prescritas se montarán diferentes andamios y una marquesina exterior.
Sant Andreu de Palomar, patrimonio protegido
La iglesia de Sant Andreu de Palomar está protegida urbanísticamente, con el nivel de protección C, por el Catálogo de Patrimonio Arquitectónico de Barcelona. Es de planta de cruz latina, de tres naves y con una gran cúpula sobre el crucero, terminada con un cupulín o linterna. La fachada, concebida monumentalmente con un lenguaje ecléctico con influencias historicistas, destaca por su solución de gran portal, que incluye el rosetón, y por la potente torre que el flanquea. Toda ella está resuelta con piedra de Montjuïc, salvo la torre, realizada en obra de ladrillo a cara vista.
La iglesia actual se inició en 1850, probablemente sobre restos de una anterior de origen románico. Posteriormente, en la década de los años 70, toma la dirección de las obras del arquitecto santo andresense Pere Falqués y Urpi el que construyó las naves y la cúpula. En 1882 la cúpula se derrumbó. A partir de ahí, toma la dirección de las obras y la reconstrucción de la cúpula del arquitecto Josep Domènech y jara, haciéndola doble y añadiendo una linterna. También, será quien proyectará la fachada actual que, en un principio, se resolvía simétricamente con dos torres. Durante los hechos de la Semana Trágica (1909), su interior fue quemado totalmente, y se rehizo posteriormente. En la década de los años 1960 se decoró interiormente con pinturas al fresco, obra del pintor local J. Verdaguer. A raíz de las obras de construcción del ferrocarril Metropolitano (1965-67) se produjeron nuevos asentamientos en el edificio que provocaron importantes lesiones. En 1984-85 se realizaron una operación de consolidación, bajo la dirección del arquitecto David Barrera Viladot.