1 de cada 3 personas que visitan los monumentos y lugares de interés de Barcelona optan por el patrimonio eclesiástico de la ciudad, con un total de más de 8 millones de visitas anuales de un total de 25,7 millones. Estas cifras sitúan el patrimonio monumental de la Iglesia como el polo turístico más importante, seguido por los museos (con 6,5 millones) y por lugares de interés como el Park Güell, la Casa Batlló o la Pedrera. De los tres primeros lugares con mayor afluencia de visitantes en la ciudad, el primero y el tercero son templos: la basílica de la Sagrada Familia y la Catedral.
Así se desprende del análisis de los últimos datos oficiales del Observatorio del Turismo en Barcelona, que muestran un total de 22,7 millones de visitas a los principales lugares de interés turístico, incluyendo la basílica de la Sagrada Familia. Sumando las 2’5 millones de la Catedral (no incluida en la estadística municipal) y el resto de templos, como por ejemplo Santa María del Mar o Santa María del Pi, se alcanza un total de 25,7 millones de visitas.
La basílica de la Sagrada Familia es el principal polo de atracción de la ciudad, con más de 4,5 millones de turistas, mientras que la Catedral, con 2,5 millones, es el tercer lugar más visitado sólo por detrás del Park Güell, con 3,1 millones.
Según Mn. Josep Maria Turull, director del Secretariado de Turismo, Peregrinaciones y Santuarios del Arzobispado de Barcelona: “La ciudad ofrece a los visitantes los grandes edificios que la fe del pueblo ha construido a lo largo de los siglos. En ellos, además de la vertiente de una excelente expresión artística, descubren la capacidad movilizadora y aglutinadora del pueblo de Dios, a la vez que su profundidad, encontrando en estos templos un espacio intenso de paz y oración.»
La arquitectura, según los últimos datos de Turismo de Barcelona, es el factor mejor valorado por los visitantes de la ciudad, con un 9,26, «y la Iglesia de Barcelona ofrece a estas personas un patrimonio de una altísima calidad, que mezcla joyas del románico o el gótico con un exponente del modernismo catalán que ha devenido el símbolo de la ciudad, la Sagrada Familia», señala Turull.
«No obstante», recuerda el director del Secretariado de Turismo, Peregrinaciones y Santuarios, «ofrecer a los fieles y los visitantes este patrimonio conlleva un gran esfuerzo económico que, en gran parte, es posible gracias a las aportaciones de los propios turistas, que ayudan así a su sostenibilidad.»