Visita del arzobispo de Antsiranana a Barcelona
El cardenal Omella recibe a Mons. Benjamin Marc Balthason para dar a conocer a nuestra diócesis la realidad que vive la Iglesia católica en Madagascar

El arzobispo Juan Josep Omella ha recibido el arzobispo de la diócesis de Antsiranana de Madagascar, Mons. Benjamin Marc Balthason. Fue en verano, cuando Omella viajó a su diócesis para conducir unos ejercicios espirituales y conocer la situación de la iglesia allá. Ahora, cinco meses después, invitado por el cardenal, el arzobispo Benjamin ha venido expresamente desde el continente africano, para dar a conocer a Barcelona la realidad que viven a la diócesis de Antsiranana, conocida también como la localidad de Diego Suárez.
En este momento, según explica el obispo Benjamin, «el país africano está en llena preevangelització e inicio de la proclamación de la Palabra». Aprovechando la visita, además de agradecer la invitación quiero dar a conocer la realidad que nosotros vivimos en Madagascar, concretamente a nuestra diócesis y confrontar las dificultades” explicaba el obispo. “Somos dos iglesias que compartimos las alegrías y las penas”, añade.
«Sin los laicos la iglesia no puede estar presente a todos los lugares»
«Todas las manos son necesarias para transmitir el Evangelio». Así lo explicaba el arzobispo de Antsiranana. “Trabajamos mucho con laicos y catequistes y nuestra acción pastoral se centra sobre todo, en las familias”. También, se ha querido referir a los jóvenes a los cuales siempre pide que hagan “sedes los objetivos de la diócesis y se comprometan tanto a escala social como eclesial”, asegura.
El obispo de Antsiranana ha continuado explicando que la situación de la Iglesia en Madagascar pide cuatro retos: la familia, la educación, la acción social en favor del desarrollo integral de las personas y la evangelización. Por eso, hay que viajar y aprender de las otras realidades.“Queremos dar a conocer nuestra realidad, de una Iglesia joven”, ha explicado.
El Papa en Madagascar
Pronto el papa Francisco viajará a Madagascar. Una visita que encaran con mucha ilusión. “Esperamos que este viaje nos aporte un nuevo impulso”, explicaba el arzobispo de Antsiranana. “Será una visita que nos reconfortará mucho en la fe en el compromiso -continuaba- para vivir las exigencias de nuestra fe, sobre todo acontecer en un gran espíritu de misericordia”, ha concluido. Todavía no hay fecha establecida, pero seguro que la llegada del Santo Padre dará un espíritu renovado para afrontar los retos de la diócesis de Antsiranana.
Mons. Balthason y la diócesis de Antsiranana
El arzobispo de Antsiranana fue nombrado por el papa Francisco hace cinco años. Tomó posesión el 25 de enero de 2014. En aquellos momentos Mons. Balthason pudo conocer un poco las realidades y retos de la Iglesia de Antsiranan. «Sobre todo conocer el estado en que se encontraba la ciudad, encara en estado de preevangelització», tal como explicaba. Un estado que comporta el inicio de la proclamación de la palabra. Se trata de una diócesis donde todavía se practica una religión tradicional. Además, una parte del país asegura que todavía no está preparada para acontecer cristiana. Por Mons. Balthason, “nos falta, encara, mucho camino para recorrer”. Una diócesis que tiene cerca de 60 sacerdotes en una población de un millón y medio de habitantes aproximadamente. Además, cuenta con 14 parroquias y unas cuatrocientas iglesias en medio de la selva.