Rosa Chávez visita el Hospital de Campaña

El cardenal salvadoreño concluye el primer año del Hospital de Campaña en Santa Anna recordando las palabras del fallecido Óscar Romero

“Sigan construyendo una iglesia pobre y de los pobres”. Con esta recomendación del cardenal Gregorio Rosa Chávez concluyó la celebración del Primer Aniversario del Hospital de Campaña en Santa Anna.

En una misa concelebrada con quince sacerdotes, un numeroso grupo de feligreses, voluntarios y personas acogidas sin hogar  fue el Te Deum por un año lleno de grandes sorpresas y pequeñas dificultades como señaló el rector Mn. Peio Sánchez al inicio del acto.

Unas palabras del beato Óscar Romero enmarcaron la celebración: “Ahora la Iglesia no se apoya en ningún poder, en ningún dinero. Hoy la Iglesia es pobre. Hoy la Iglesia sabe que los poderosos la rechazan, pero que la aman los que sienten en Dios su confianza… Esta es la Iglesia que yo quiero. Una Iglesia que no cuente con los privilegios y las valías de las cosas de la tierra. Una Iglesia cada vez más desligada de las cosas terrenas, humanas, para poderlas juzgar con mayor libertad desde su perspectiva del Evangelio, desde su pobreza”. Y la presencia significativa en medio de la ciudad por la que han recibido ayuda y escucha más de 5000 personas y han pasado alrededor de 900 voluntarios.

El cardenal del El Salvador resaltó en su homilía la importancia de recibir las palabras del papa Francisco haciendo de la iglesia un hospital de campaña para los heridos. Recordó que en la experiencia de la guerra civil, que sufrió El Salvador entre los años entre 1980 y 1992, las iglesias eran un verdadero hospital provisional para atender a los heridos y acoger a los refugiados que huían. Ante la presencia de un numeroso grupo de salvadoreños con la participación del cónsul general Francisco Roberto Altschul, el cardenal Rosa Chávez insistió en abrir caminos de paz y reconciliación.

Los miembros de los Comités Óscar Romero de Cataluña, asistentes en la celebración, participaron en las peticiones en nombre de toda la comunidad de Santa Anna.

También las personas acogidas en situación de vulnerabilidad presentaron las ofrendas y el agradecimiento por este año trascurrido.

Al final de la celebración al padre Ángel recibió una réplica en pequeño del “Jesús sin hogar”, obra del escultor canadiense Timothy Schmalz  en reconocimiento de su apoyo a esta iniciativa.

Por último, el cardenal firmó en el libro de honor y entregó una réplica de la mitra del obispo mártir Óscar Romero con una reliquia del mismo.

Fuente: Mn. Peio Sánchez

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