Primer encuentro de formación para acompañantes del proceso catecumenal del curso

Una veintena de voluntarios que guiarán a los iniciados en la fe se reúnen en el Seminario Conciliar para reflexionar sobre las dificultades y las ventajas de su misión

Este sábado, 23 de octubre, se ha celebrado el primer encuentro de formación para acompañantes de catecúmenos del curso. Alrededor de una veintena de acompañantes -algunos noveles y otros veteranos-, se han reunido en el Seminario Conciliar de Barcelona con Mn. Felip Juli Rodríguez, el director del Servicio Diocesano para el Catecumenado, enmarcado en la Delegación de Anuncio de la fe y de iniciación Cristiana.

Este año son 50 los catecúmenos que se inician en este camino de la fe cristiana. Por ello, el director del Catecumenado asegura que las sensaciones de este nuevo curso son muy positivas. «Una vez más, vemos que el Espíritu del Señor nos guía en el trabajo motivando a abrir el corazón de las personas hacia Dios».

El acompañante y guía a lo largo del proceso

Felipe Juli asegura que el papel que desempeña el acompañante de los catecúmenos es esencial. «La persona que pide entrar en la Iglesia debe estar acompañada en el conocimiento de Jesucristo y de la fe cristiana – explica-. Esta es una de las misiones de la Iglesia, el acompañamiento y acogida », añade.

En este sentido, Mn. Rodríguez añade que el perfil de quien acompaña debe ser el de una «persona de Iglesia, que celebra y vive la fe en comunidad». También, destacó con una actitud abierta hacia los iniciados en la fe, con «escucha, sin juzgar y siempre abierto a aconsejar en momento de duda».

Dificultades y ventajas del proceso

En este primer encuentro, el propósito era el de dar las claves y ayudar a los voluntarios que tutorizan los catecúmenos. Concretamente, luz a las posibles dificultades y ventajas que del proceso que viven, en las parroquias.

Entre las dificultades destacó el contexto actual y el ritmo de vida. En este aspecto destacó como, del mismo modo que un niño se gesta en el vientre de una madre durante un tiempo, aquel que se inicia en la fe también requiere un período necesario para crecer en la fe. En segundo lugar, entre los retos subrayó también la necesidad de introducir con más énfasis la dinámica de la iniciación cristiana en las parroquias.

Como ventajas de este acompañamiento, Mn. Rodríguez subrayó cómo «el proceso catecumenal, enriquecido por la palabra de Dios, da al nuevo cristiano más posibilidades que tenga mejor acogida y continuidad en la comunidad de la Iglesia».

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