Premio ICUSTA a la Solidaridad al proyecto CEU de voluntariado

Las universdades del grupo educativo CEU han sido galardonadas por el proyecto 'Misión Esperanza y Caridad'

Fratel Biagio, en un dejuni de protesta
Fratel Biagio, en un ayuno de protesta contra la expulsión de inmigrantes

El próximo 24 de enero, una expedición de once estudiantes de las tres universidades del grupo CEU (Abat Oliba CEU, CEU Cardenal Herrera y CEU San Pablo) se desplazará a Palermo para desarrollar una labor de voluntariado en la Misión Esperanza y Caridad, liderado por el Servicio de Pastoral de la Universidad Abat Oliba CEU. Esta obra de la Iglesia, creada por el impulso de Biagio Conte, el cual hace años hizo un ayuno voluntario en la calle en señal de protesta contra la expulsión de inmigrantes (fotografía). Tambien fue uno de los creadores el sacerdote Pino Vitrano es un punto de acogida de personas en situación de pobreza y exclusión de la isla de Sicilia. Así, a raíz de la crisis migratoria de los últimos años, la Misión también ha sido refugio de gran cantidad de personas migradas venidas de África. Actualmente, cerca de 800 inmigrantes africanos están bajo la protección de la Misión.

Pino Vitrano y Biagio Conte (promotores de la Misión)
Pino Vitrano y Biagio Conte (promotores de la Misión)

El grupo de voluntarios viajará a Palermo con la satisfacción de que el proyecto ha obtenido el premio a la Solidaridad que anualmente concede el International Council of Universities in the Spirit of Saint Thomas Aquinas (ICUSTA). ICUSTA es una organización internacional que agrupa a universidades y centros de formación unidas en el reconocimiento y difusión del pensamiento de Santo Tomás de Aquino. Pertenecen a esta red 29 instituciones educativas de diferentes continentes.

La concesión del premio lleva aparejada una suma en dinero que permitirá sufragar el viaje a Palermo de los estudiantes y profesores que componen el grupo de voluntarios.

Voluntariado, aprendizaje y convivencia intercultural

Como se expone en la memoria del proyecto, la estancia en Palermo se plantea con un triple objetivo: operativo, mediante el apoyo a las tareas que se desarrollan en la Misión; formativo, a través de una experiencia que ejemplifica la coherencia entre responsabilidad social y vida de fe; convivencia intercultural con las personas acogidas en la Misión, procedentes, muchas de ellas, de contextos culturales diversos.

En definitiva, siguiendo la llamada del Papa Francisco, se trata de hacer una “Iglesia con los pobres y no para los pobres”, algo que se vive con especial intensidad en la Misión Esperanza y Caridad.

En efecto, el propósito con el que nació la Misión fue la de dar la bienvenida a los nuevos pobres de las ciudades. Comenzó de manera modesta, mediante la acción de acogida individual de Biagio Conte y Pino Vitrano a las personas sin hogar que se concentraban en la estación de tren de Palermo, pero actualmente acoge a más de un millar de personas.

Una de las realidades a las que recientemente ha tenido que dar respuesta es la de las personas migradas. En una de las sedes de la Misión, Via Decollati, viven actualmente cerca de 800 inmigrantes africanos. Via Decollati fue el lugar en el que estuvo comiendo el Papa durante su visita en 2018 a Palermo con motivo de la beatificación del padre Giussepe Puglisi.

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