Mons. Vilanova: «Hermanos, la situación que vive el mundo nos pide estar unidos»

«Hermanos, pidamos por la unidad de las confesiones y de la familia humana». Con estas palabras y ese deseo el obispo auxiliar de Barcelona, ​​Mons Javier Vilanova se dirigió a las diferentes confesiones en la celebración de la Oración ecuménica por la Unidad de los Cristianos. Una cita imprescindible en el calendario, que este año tuvo lugar en la Catedral de Barcelona y que une a los representantes de las diferentes confesiones cristianas. Entre ellos, la comunidad ortodoxa rumana, serbia, armenia, rusa y del Patriarcado de Constantinopla, una rama del anglicanismo. También pastores protestantes, entre ellos de la Iglesia Evangélica de Cataluña, del Consejo Evangélico de Cataluña o la Iglesia Hillsong.

Como cada año, este encuentro supone el inicio de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, presentada este año con el lema: «Hemos visto a su estrella en Oriente, y hemos venido a adorarle» (cfr. Mt 15 , 5-9). Un mensaje elegido por el Consejo de las Iglesias de Oriente Medio que invita a tener presentes a los cristianos de Oriente, tal y como exponía en el mensaje de bienvenida la directora del Secretariado diocesano de Ecumenismo, Montserrat Puigdellívol.

«Cristianos que viven en un lugar en constante conflicto (…) Aunque su condición de creyentes les hace más seguros, más fieles, a la hora de trabajar para sus hermanos y para las comunidades cristianas de todas partes del mundo», decía. La directora confió en que nos tratemos entre nosotros «desde la mirada del Señor y confortados por su misericordia, con hospitalidad y cariño fraterno». «¡Que la Estrella de Oriente nos conduzca a la perfecta unidad en Cristo!», exponía.

Los testimonios fueron a cargo del P. Aurel Bunda, Rector de la Parroquia de Sant Jordi de la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Rumania, y del Pastor Guillem Correa, Secretario General del Consejo Evangélico de Cataluña.

El P. Bunda subrayó la presencia necesaria de Dios en nosotros para la Unidad. Destacó cómo «desde diversas culturas, razas, lenguas los pueblos buscan el encuentro con Jesús y quien se une a él a través del bautismo renace en Dios» y cómo es necesaria la Eucaristía para mantenernos con él. «En nuestros días, la única vía que puede unirnos es la vida en Cristo que nació por la salvación del mundo».

Por su parte, el pastor Correa expuso «nosotros conocemos a Jesús, conocemos lo que espera Jesús de nosotros y conocemos cómo el Espíritu Santo nos puede ayudar para conseguirlo». Sin embargo, expuso que la unidad y salvación de Dios y ofrecida por Jesús está ahora «en manos de la Iglesia». En este sentido, expuso cómo «nuestro mundo, necesita el testimonio de vidas cambiadas por Jesús. El texto bíblico insiste, nos lo recuerda: ‘Esta es la luz de la estrella que hoy necesita nuestro mundo y la propia Iglesia’».

«Compartir esa oración todos juntos es un momento de esperanza». Con estas palabras alentadoras el obispo Javier Vilanova inició la homilía. El obispo recordó que el Espíritu de Santo nos guía y es necesario «quitar los obstáculos para que nos conduzca hacia la unidad».

Hizo un llamamiento a la unidad mirando el contexto que nos rodea. Lamentando el dolor de Europa «descristianizada», exhortó la necesidad de ser un ejemplo. «Esta situación que sufre el mundo, nos pide estar unidos». En este sentido, invitó a «iluminarnos de Cristo para que los hermanos vean en nosotros su presencia».

Por último, Mons. Vilanova invitó a la oración. Pidió por «la unidad de las confesiones y de la familia humana», dejando «las diferencias, sabiendo que todos somos hermanos hijos de un mismo Padre». «La Iglesia de Cristo quiere andar unida. Ojalá, ese camino se conforme de todos y nos sentimos más unidos por juntos evangelizar», dijo.